A continuación les dejo un excelente video explicativo de la “guerra” entre el Fondo NML, propiedad de Elliott, y Argentina, liderada por CFK.
La producción y conducción del mismo está a cargo del columnista de Reuters, Felix Salmon. ¡Imperdible!
Las empresas del sector energético argentino se encuentran al borde del colapso. Los inversores lo saben bien, desarman posiciones, y así, sus acciones se derrumban en Bolsa. Los analistas ya no confían en que el Gobierno autorice un aumento de las tarifas, uno de los motivos principales del presente de números rojos de estas compañías. Y aseguran que invertir en el sector es demasiado riesgoso, incluso en un horizonte temporal de mediano plazo.
En los últimos doce meses, los papeles de las eléctricas Central Puerto, Edenor, Endesa Costanera, Pampa Energía y Transener cayeron en promedio un 50% en la Bolsa porteña. Pero la situación que atraviesa, por ejemplo, Edenor- la mayor distribuidora de electricidad del país en términos de números de clientes y de electricidad vendida- se extiende también a muchas otras empresas prestadoras de servicios públicos, que fueron privatizadas en los ’90.
En el sector del gas, la semana pasada, Transportadora Gas del Norte –que opera en forma exclusiva los dos gasoductos que existen en las regiones norte y centro del país- solicitó su concurso preventivo de acreedores, que fue rechazado por la Justicia, y fue suspendida en Bolsa. En tanto, Metrogas permanece intervenida por el Gobierno desde junio de 2010, cuando entró en default. Y se especula con que el Estado tomará el control definitivo de la distribuidora de gas para evitar su quiebra.
En su pedido a la Justicia, TGN declaró que la falta de actualización de sus tarifas y los mayores costos derivaron en pérdidas operativas en los últimos cuatro trimestres, lo que tornó insostenible el plan de reestructuración de su deuda, pendiente de aprobación judicial desde octubre de 2009, tras alcanzar una aceptación de casi el 88% de sus acreedores. La empresa debe 347 millones de dólares, y desde diciembre de 2008 está intervenida por el Gobierno.
A su vez, el mismo día que TGN pedía su concurso, el lunes 4 de junio, las acciones de Edenor fueron las más perjudicadas en Bolsa: cayeron un 5,5%: los inversores temen por su elevada deuda en dólares y por las dificultades que tiene la compañía para cubrirse contra fluctuaciones del tipo de cambio. Edenor pertenece al grupo Pampa Energía, que perdió 71,4 millones de pesos argentinos en el primer trimestre del año. En el mismo periodo, Edenor sufrió pérdidas aún mayores: 90,60 millones de pesos, un 80% más que en el primer trimestre de 2011.
El viernes pasado, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s bajó su calificación de CCC+ a CCC, argumentando que se prevé que continúe el pobre desempeño financiero de la compañía en la segunda mitad del año, por “los actuales altos riesgos políticos y regulatorios y la falta de ajustes de tarifas”. Por el mercado corre el rumor de que Edenor podría ser la próxima compañía expropiada por el Gobierno, tras el caso de la petrolera YPF.
También está el caso de Transener, la mayor transportadora del país de energía eléctrica de alta tensión. Standard & Poor’s redujo a B- la calificación de su deuda. Y este año, la compañía pidió una medida cautelar para que el Estado le pague una deuda de 100 millones de pesos. Un 25% del capital de Transener pertenece a Pampa Energía.
En el sector, los tapones están a punto de saltar. “Si no aparece la plata de los sueldos, el lunes hay paro en Edesur y Edenor”, dijo ayer desde su cuenta personal en Twitter, Oscar Lescano, jefe del sindicato Luz y Fuerza. Citando al sindicalista, el diario Clarín había publicado que Edenor y Edesur tendrían problemas en julio para pagar los sueldos.
Un sector con perspectivas de mayor deterioro
Diego Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global, es categórico. “El sector de servicios públicos no reviste ningún atractivo en el corto plazo ni en el mediano plazo”, dispara. El experto no ve intenciones de cambio por parte del Gobierno en la aplicación de medidas y políticas hacia el sector, ya sea tarifas públicas o incentivos para invertir.
Según Martínez, “viendo lo que ocurrió con YPF, creo que de surgir un nuevo problema energético, las empresas serán el chivo expiatorio del Gobierno y podrían ser víctimas de nuevas expropiaciones”.
El responsable del área de Research de Puente, Leonardo Bazzi, apunta que “Edenor probablemente podría tener problemas para pagar su deuda en dólares y para el pago de salarios. En el mercado existe el rumor de que el Estado tome mayor control de CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima), con lo que la empresa sería beneficiada”.
Según Bazzi, “la situación en algunos casos es delicada a nivel financiero y se va a mantener la volatilidad en este tipo de acciones. Pero muchos creen que el Gobierno va a intervenir para asegurar que el servicio no sea afectado”.
La visión de Andrés Cardenal, analista CFA Charterholder, es similar: “En el caso de Edenor, la empresa sigue perdiendo dinero y tiene una situación financiera comprometida; si no se le da un aumento de tarifas, tarde o temprano terminará quebrada”. Este experto también cree que probablemente, la compañía entrará en default y el Gobierno se hará cargo de la empresa mediante negociaciones con los acreedores.
El economista jefe de Inversor Global agrega que “estas compañías están en zona de pérdida operativa, con costos crecientes y precios congelados de sus ventas, mostrando una dinámica peligrosa. Además, tienen deuda en dólares, con lo que implica hoy tener pasivos dolarizados en un contexto de complicaciones en el sistema cambiario argentino. La depreciación del dólar le genera pérdidas financieras”. Andrés Cardenal redondea el pronóstico negativo, diciendo que “con los números al rojo vivo es muy poco probable que la empresa invierta, entonces es complicado compararlas con otras compañías de la región. El tema de las tarifas no solo impacta en la rentabilidad actual del negocio, afecta también a las inversiones de la empresa y, por lo tanto, su capacidad de operar eficientemente en el futuro”.
En Puente creen que el sector tiene una visión muy estable: “no esperamos cambios y no vemos valor en el corto plazo: la situación financiera no es saludable; al sector le llevará algunos años volver a ser rentable”. El jefe del área de Research de esta firma asegura que “las perspectivas son de un mayor deterioro en el futuro. Podría haber canje de deuda o reestructuración de la misma. Vemos valor en el largo plazo, en caso que la deuda se reestructure y se desregulen las tarifas”.
Diego Martínez Burzaco concluye: “no veo atractivos o drivers para invertir en el sector energético argentino. Las acciones argentinas, en general, remiten un alto riesgo, pero de elegir una apuesta especulativa, seguramente no lo haría ni en Pampa Energía, ni en Edenor ni en TGN”.
– La comparación también resulta negativa cuando se realiza sobre la base de los principales mercados latinoamericanos: el Merval creció 8,99% en los tres primeros meses del año, contra el 13,67% del Bovespa y el 11,97% del IPSA chileno.
Esta semana comienza la temporada de presentación de balances corporativos para las empresas argentinas. El consenso del mercado es optimista, aunque hay duda sobre lo que puede venir
Ya ha transcurrido gran parte de la presentación de los balances de las empresas estadounidenses en Wall Street, con resultados que aportaron sorpresas positivas y estimularon el alza de los mercados bursátiles. Ahora es el momento de las empresas argentinas, ¿podrán emular a sus pares estadounidenses o la historia será diferente?
A pesar de las dificultades económicas globales, con epicentro en la Unión Europea, la economía argentina ha continuado su fuerte expansión en el cuarto trimestre de 2011, según muestran las estadísticas oficiales. En concreto, la economía habría concluido el año pasado con un crecimiento de 9,2%, una de las tasas de crecimiento más altas de todos los países del mundo.
Ahora bien, ¿esto asegura por sí mismo una fuerte expansión de las ganancias de las compañías? No necesariamente, por lo que habrá que distinguir entre los distintos sectores económicos a la hora de pensar en incorporar acciones argentinas a nuestro portafolio.
Se estima nuevamente que las ganancias del sector bancario van a mostrar la mayor solidez entre las cotizantes, destacándose a Grupo Financiero Galicia, Banco Francés y Banco Macro como los principales ganadores por su fuerte presencia en el financiamiento al consumo privado.
A pesar de las buenas expectativas, las acciones bancarias han mostrado cierta timidez en la última semana, después del arranque vertiginoso del 2012, luego de que el Gobierno argentino incrementara los requisitos de capital a un nivel tal que prácticamente restringe al máximo la política de distribución de dividendos de las entidades.
Para las empresas petroleras las perspectivas también son alentadoras. Se espera que Tenaris presente resultados sólidos a partir de la mejora en el precio internacional del petróleo y la mayor actividad en los Estados Unidos. En contraste, para Petrobras Argentina, las perspectivas no son tan auspiciantes a raíz del escaso desarrollo de nuevos proyectos que le permitan mejorar sus utilidades en un contexto de alta incertidumbre.
El rubro de telecomunicaciones, encabezado por Telecom Argentina, espera un avance de sus ventas y ganancias a raíz del incremento estacional de su actividad hacia fin de año por las fiestas navideñas. Los negocios de Telefonía Móvil e Internet continuarán mostrando tasas de crecimiento excepcionales. La mejora en la cotización de Telecom en las últimas jornadas sería un anticipo de lo que está por venir.
Para las empresas siderúrgicas, la disyuntiva es saber si el mayor nivel de actividad, que impulsa sus ventas, pudo haber compensado la suba de los costos, evitando que se deterioren los márges. Siderar y Aluar estarán en la mira.
En contraste, las empresas vinculadas a la prestación de servicios públicos no mostrarán un salto cualitativo de sus utilidades. Por un lado, la quita de subsidios estatales para los usuarios de estos servicios no modifica el cuadro de ingresos para las empresas, mientras que por el otro, el congelamiento de las tarifas persiste, desincentivando a los inversores a posicionarse en estas acciones, por lo menos en el corto plazo.
En este sentido, si bien las ganancias en promedio mostrarán un crecimiento, a nivel particular y por sectores la elevada inflación en la Argentina está generando una caída en los márgenes operativos, complicando la situación de cara al futuro.
Si a esto se le suma que la actividad económica sufrirá una fuerte desaceleración en 2012, se deberá ser muy analítico y detallista sobre qué sector económico en particular habrá que apuntar para poder sacar el mayor retorno invirtiendo en acciones argentinas.
- Control en el mercado cambiario. Esta situación desnudó los problemas de oferta de dólares con los que cuenta el “modelo económico”. La reacción inmediata fue la fuga de depósitos en moneda extranjera de los bancos y la ampliación de la brecha en la cotización del dólar entre e mercado formal e informal.
- Limitaciones y trabas a las importaciones como así también restricciones para el giro de remesas corporativas al exterior.
- Eliminación de los subsidios a las tarifas de los servicios de agua, luz y gas de una manera desprolija que seguramente tendrá su consecuente impacto negativo sobre las expectativas de los consumidores a comienzos del año próximo.
- Segundo mandato de Menem: Durante este período las economías latinoamericanas atravesaban un delicado momento por el efecto negativo de la crisis financiera mexicana denominada “Efecto Tequila”. De todas formas, la continuidad de Menem en la presidencia ilusionaba a los ciudadanos con la continuidad del modelo económico sustentado en la Convertibilidad y los inversores confiaban en que la Argentina iba a formar parte de la elite mundial. El índice Merval subió un 7,9% desde la celebración de las elecciones y la asunción de Menem para su segundo mandato.
- Presidencia de De la Rúa: En este momento de transición, el Merval ganó un 2%. La Argentina atravesaba una delicada situación económica y se trataba de salir de la recesión. Existían temores en torno a si la Alianza iba a poder reestablecer la senda del crecimiento económico con el manejo del abultado déficit fiscal y la deuda pública. Finalmente esto no ocurrió y el desenlace es muy conocido por todos.
- Presidencia de Néstor Kirchner: En este período la Argentina enfrentaba un grave problema de representación política y estaba muy presente la debilidad institucional. La economía comenzaba a respirar nuevamente y a recuperarse de la peor crisis económica de la historia. Incertidumbre por lo que iba a venir y cómo se iba a encarar la reestructuración de la deuda de una manera tal que sea compatible con las demandas sociales que arreciaban eran los principales cuestionamientos. El mercado accionario argentino retrocedió un 1,9% en los casi dos meses de transición.
- Primera presidencia de Crisitna Fernández: Se preveía a cotinuidad del modelo económico aunque se prometía mayor diálogo e institucionalidad, algo que no se terminó de plasmar en la realidad. A pesar del fuerte crecimiento económico, las políticas aplicadas eran muy poco amigables con el mercado. Pese a esto, el Merval ganó un 3,5% en la transición desde que Cristina Fernández fue elegida presidenta y en el momento que comenzó a ejercer el poder.
- Segunda presidencia de Cristina Fernández: Incertidumbre. La actividad económica mostró una pujante dinámica aunque los costos han sido elevados: alta inflación, elevada carga de subsidios públicos, manipulación de las estadísticas oficiales, atraso cambiario, etc. Todo esto representan desafíos para el próximo mandato presidencial. ¿Se encararán estas incosistencia económicas a tiempo? ¿Cómo reaccionará el Merval?
Es que la compañía depende tanto del mercado doméstico como del externo en lo que respecta a sus negocios principales, por lo que los inversores la están observando con detenimiento, a pesara de ser una empresa sólida.
La actividad agrícola-ganadera en la Argentina sigue siendo unos de los principales contribuidores del PIB local y la compañía es una referencia y un jugador preponderante en este segmento.
La empresa, perteneciente a la familia Elsztain, un grupo que posee participaciones rubros de desarrollo inmobiliario (IRSA), centros de compras (Alto Palermo) y financiero (Banco Hipotecario), es la más importante del holding.
Su principal actividad la agropecuaria, aunque también ha registrado un importante éxito en la venta y compra de campos, no sólo en la Argentina sino, también, en países limítrofes como Paraguay, Uruguay y Brasil.
Además, cuenta con dos ventajas importantes. Por un lado, la mayor demanda estructural de alimentos y granos proveniente de las principales potencias emergentes, como India y China, es un elemento de consideración ya que los precios de sus productos tienden a mostrar, en promedio, una tendencia creciente.
A su vez, muestra en sus balances una valuación contable de sus tierras y campos sensiblemente inferior a los de mercado, lo que le permite mostrar cuantiosas ganancias cuando vende algunos de estos activos.
Asimismo, tiene una segunda unidad de negocios de vital importancia que se desprende de su participación en IRSA, una de las desarrolladoras inmobiliarias más importantes de la Argentina y dueña de los principales centros comerciales del país.
El 22 de septiembre, informó la adquisición del 5,1% adicional del capital social de la firma, con lo que llegó a 63,2% su participación total. El consumo privado local se constituyó como el principal motor que contribuyó al crecimiento económico en el segundo estado más importante de América del Sur.
De allí, es que Cresud se encuentra en inmejorable posición para aprovechar esta tendencia creciente en el mercado argentino. Pero, la crisis financiera global presenta dos desafíos importantes para la empresa. Por un lado, en el plano internacional, la desaceleración económica podría marcar un retroceso en la demanda de granos, con una consecuente caída en el precio de las materias primas (algo poco probable pero debe considerarse como un riesgo al fin).
A su vez, a nivel doméstico, los efectos externos repercutirán, tarde o temprano, en la evolución del PIB de la Argentina, lo que tendrá un efecto nocivo sobre el consumo.
Entre estas dos situaciones, la experiencia del management de Cresud será vital y necesaria para pasar la crisis de la mejor manera posible. Sus acciones ya han comenzado a descontar este peor escenario económico con una corrección significativa en el precio, por lo que podría ser una alerta para los inversores que buscan papeles subvaluados para esperar el momento en que pase la tormenta.