Qué sabe el mercado que nosotros desconocemos

Argentina entró formalmente en default el 30 de julio último. Más allá de la voluntad de pago del Gobierno, los fondos no llegaron a mano de los acreedores y los cupones del bono de Descuento en dólares Ley Nueva York no fueron pagados.
 
Eso es historia sabida.

 

 
A partir de entonces el flujo de noticias en torno a esta situación ha sido realmente importante. Hagamos un breve reconto:
 
– Primero nuestro ministro de Economía calificó al evento de incumplimiento como “pavada atómica”.
 
– Luego la Asociación Internacional de Derivados y Swaps (ISDA en inglés) declaró el default propiamente dicho y dispuso una subasta del pago indemnizatorio por el incumplimiento de contratos para el 2 de septiembre.
 
– También supimos ser testigos de las negociaciones que bancos extranjeros llevaron a cabo con los “fondos buitres” y que no llegaron a buen puerto.
 
– Finalmente, hace unos días, la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner anunció el envío al Congreso de la Nación de la Ley de Pago Soberano buscando que se reemplace el lugar de pago de los bonos ley NY por la plaza local.
 
Realmente todo es muy intenso. Y ni siquiera ha transcurrido un mes desde el default a la fecha. Algunos optimistas mantienen la posición esperanzadora de esperar hasta el 1 de enero de 2015, fecha en que cae la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers), para que el Gobierno encare una negociación final con los denominados buitres y solucionar el problema de una vez por todas.
 
Sin embargo, soy algo escéptico con esta posición.
 
Pensando en voz alta digo, ¿cuál es el incentivo que tiene el Gobierno de arreglar con los holdouts cuando las encuestas marcan que la imagen de la mandataria argentina se fortalece cuanto más obstinada es su lucha contra los buitres que quieren apoderarse de la patria?
 
Realmente ninguno.
 
De continuar estos réditos políticos personales, la situación puede quedar indefinida hasta la llegada del próximo Gobierno. De todas formas la realidad económica y social pone un límite a ese comportamiento y sabemos que 14 meses en Argentina hoy (cuando se celebran las elecciones presidenciales) son realmente una eternidad.
 
El ritmo de deterioro de ciertas variables económicas es muy preocupante. Y se tratan de variables muy sensibles para el común de la gente.
 
La disparada del dólar blue en torno a $ 14, pese a que lo nieguen, tienen un pesado y negativo efecto sobre las expectativas inflacionarias y de la actividad en general. Omitir este efecto es como querer, una vez más, negar la realidad.
 
Un país donde las expectativas son negativas no puede salir del preocupante nivel de “estanflación” en el que nos encontramos. Ya ni siquiera la caída del nivel de actividad es capaz de poner un freno a la tasa de inflación. Por el contrario, esta última se acelera sin importar lo que acontece con la caída, ha tomado inercia propia.
 
La situación de crisis está lejos de ser comparable con la acontecida en 2001, pero a medida que los problemas se agudizan, el panorama luce realmente más sombrío.
 
Sin embargo, pese a esta coyuntura, el mercado todavía no está “priceando” un escenario de caos económico total. 
 
Es cierto, los activos argentinos bajaron (acciones y bonos), pero lejos están de un derrumbe generalizado considerando el gran alza que habían mostrado en los meses previos.
 
A modo de ejemplo, el ADR de Galicia sólo bajó un 15% desde que se declaró el default, un nivel que no indica la apocalipsis. Y en el mercado argentino la acción subió por el efecto del alza del “contado con liqui“.
 
Realmente hay algo que el mercado sabe o apuesta y que el inversor común no puede descifrar.
 
Quien les habla tampoco.
 
Si es una cuestión concreta, bienvenida sea y aplaudiremos el final feliz. Ahora bien, si todo se basa en esperanza y fe y finalmente ninguna negociación en puerta emerge para encauzar la situación, entonces sí podemos ver una caída acelerada de los activos.
 
El mercado tiene paciencia. La pregunta es hasta cuando.
 
El tiempo dirá…

Argentina: El deja vú de la curva invertida

Mucha agua ha corrido bajo el puente en los últimos días en relación a la disputa legal que mantiene Argentina con los holdouts (acreedores que no ingresaron a la reestructuración de deuda) en la Justicia de Nueva York.
 
La situación ha pasado frenéticamente de un extremo al otro con pocas definiciones concretas en torno a cómo se dirimirá la cuestión.
 
En particular he sacado dos conclusiones a partir de los últimos acontecimientos:
  1. Argentina entrará en un “nuevo” default el lunes 30 de junio al no pagar los intereses de la deuda emitida bajo ley Nueva York.                                                                                                  
  2. El país llegará un acuerdo con los “fondos buitres” tarde o temprano.
Más allá de lo anterior, al ver el mercado podemos sacar una conclusión más concreta: la paradoja de la “curva invertida” (nuevamente) de rendimiento de los bonos en Argentina.
 
¿Qué implicancia tiene esto?
 
Cuando en finanzas e inversiones se estudia la relación entre el retorno de un bono y su vencimiento, la teoría nos indica que cuanto más largo es el bono, más rendimiento (TIR) debe tener.
 
Esto se debe básicamente a que como los pagos futuros que hace este bono están más espaciados en el tiempo, eso genera mayor incertidumbre sobre la posibilidad de recibir dichos pagos y, como consecuencia, el inversor reclama mayor retorno por aceptar esa prima de riesgo.
 
Pero claro, como en todos las ocasiones, existen excepciones.
 
En este caso es la Argentina y su “curva invertida” de rendimiento de los bonos.
 
¿Qué es esto?
 
En términos simples implica que un bono de corto plazo tiene un rendimiento mayor que otro de largo plazo. 
 
Pero ¿en este caso se estaría rompiendo la regla expuesta anteriormente de que a mayor plazo del bono, mayor debe ser el rendimiento’.
 
Sí. 
 
Y esto se explica por la amenaza de un nuevo default (cesación de pagos). Cuando el emisor de la deuda enfrenta limitaciones para hacer los pagos de su deuda en el corto plazo, se trate por cuestiones propias o de terceros, es normal que los bonos de cortísimo plazo sean más castigados que los bonos de largo plazo.
 
Esto se debe a que se especula que los bonos más largos tienen más tiempo de recuperarse en caso de concretarse un default y que tienen menos para perder por sus menores paridades en el caso de una futura reestructuración.
 
Y esto es lo que refleja el mercado de bonos soberanos argentinos en la actualidad:
 
Como se observa, mientras que el Boden 2015 (RO15), que vence en octubre de 2015, tiene un rendimiento de casi 11% en dólares con una duration (plazo promedio ponderado) de algo más de 1 año, el Bonar 2024 (AY24), el bono recientemente emitido para compensar a Repsol por la expropiación de YPF, rinde 10,5% con una duration de 5 años.
 
Razonamiento similar podemos hacer con el segundo bono más corto en dólares, el Bonar X (AA17), que tiene una duration de algo más de 2 años y un rendimiento de 10,25%.
 
¿Es acaso irracional?
 
No tanto. Nuevamente, en este tipo de situación de distress, el mercado reacciona con estos “desarbitrajes”.

Sin embargo, la situación es sustancialmente distinta al 2001 cuando se declaró el mayor default de la historia.
 
Si piensa que la sangre no llegará al río finalmente, entonces apostar al Boden 2015 y Bonar X para hacerse de dólares y una renta interesante, con los riesgos del caso, pueden ser una movida inteligente.

¿Qué hacer con los bonos? ¿Comprar, vender o esperar?

Nota publicada en el Cronista.com
 
El economista en jefe de Inversor GlobalDiego Martínez Burzaco, sostuvo hoy que  “claramente” el mercado argentino “va a tomar a la baja, como ya está ocurriendo” la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de rechazar las apelaciones argentina en el caso contra los fondos buitre.
“Este escenario no estaba entre los planes y las cotizaciones de los activos argentinos así lo muestran. Creo que si uno tiene bonos argentinos legislación local, no los vendería”, aconsejó el economista.
En diálogo con Cronista.com, Martínez Burzaco consideró que los inversores debería “esperar a que haya definiciones concretas y dejar pasar el ruido de corto plazo”.
Sin embargo, aclaró que “en el caso de los bonos ley norteamericana es distinto. Hay más riesgo. En el caso de las acciones si hay acumulada una fuerte ganancia vendería y lo vería de afuera. No compraría en este momento”.
El economista consideró que el Gobierno va a mostrar “un discurso muy agresivo contra la justicia de Estados Unidos”, aunque sostuvo que lo más importante “más allá de la retótica del discurso es ver los hechos”.
“Lo más racional sería sentarse a negociar. Y creo que no quedará otra alternativa.  Hoy el escenario de corto plazo es difícil e incierto. Pero la pelota está del lado de Argentina y salir de esta confusión depende de una decisión política más que económica. Hay que ver si la toman”, apuntó.

Qué hacer con la plata: un menú para conservadores, medidos y arriesgados

Especialistas en finanzas aconsejan las mejores alternativas para inversores que intentan ganarle a la inflación.
 
Nota publicada en Cronista.com
 
Ante la actual incertidumbre económica por la que atraviesa el país, muchas personas no saben muy bien qué hacer con su dinero. Especialistas en finanzas compartieron con Cronista.com las que consideran las mejores alternativas para inversores conservadores, medidos y hasta los más arriesgados en su carrera contra la inflación.
“Claramente para todos los casos quedarse con pesos en la manos es la peor opción”,señaló de manera contundente el economista jefe de Inversor Global, Diego Martínez Burzaco
“Hemos pasado un par de meses de tranquilidad después de los saltos vividos en el mes de enero. Sin embargo, en líneas generales la demanda de dólares continúa latente y la oferta no crece. Por lo tanto, de no haber un cambio de fondo, seguirán las presiones sobre el precio de la divisa”, explicó.
“Al que quiere resguardar su dinero, que dolarice sus ahorros lo máximo que pueda. Al que quiere ganar dinero seguro, que invierta en algunos bonos dólar linked o bonos corporativos de alta calificación. Y al que está dispuesto a tomar riesgos, que compre bonos soberanos en dólares y acciones argentinas”, recomendó.
“El mercado cambiario, claramente seguirá bajo presión. Y vamos a ver un dólar oficial entre un 15% y 20% más caro a fin de año. El mercado bursátil creo que se tomará una pausa para digerir la gran suba en pesos que hubo para después volver a seguir la evolución alcista del dólar hacia fin de año”, alertó.
Por su parte, y siguiendo la misma línea, el consultor y analista de Pronóstico Bursátil Marcelo Trovato consideró que “mientras no se bajen expectativas tratando los problemas de fondo, emisión, gasto público, e Inflación, el tipo de cambio seguirá sufriendo la ampliación de la brecha cambiaria y terminar por generar una nueva devaluación del oficial”.
“En todos los casos, los tiempos son fundamentales. En primer lugar, el único activo con suba segura y sin perdida de poder adquisitivo es el dólar”, opinó.
“De mediano y para obtener alguna renta, (invertir en acciones de la empresa) Tenaris por su ligazón con Italia, puede ser opción. Y riesgo puro, hasta tanto no se conozca la Ley de Hidrocarburos, es invertir en YPF”, apuntó.
“En todos los casos, salvo la inversión en dólar fisco, el riesgo radica en la inminente corrección de los mercados mundiales”, advirtió.
Desde Invertir Online, el gerente de Inversiones, Alejandro Bianchi, aconsejó que “para el resguardo del dinero, los bonos argentinos en dólares, como el RO15 siguen siendo una buena opción, con tasas cercanas al 10% en dólares”. 
“Para ganar dinero en forma segura, hoy la mejor alternativa en pesos es la suscripción de Lebacs. Estas letras del Banco Central están garantizadas 100% por la institución y por ende son mejores que el plazo fijo, que lo está sólo hasta los $ 120.000. Invertironline desarrolló una plataforma para que los inversores retail puedan ingresar en estas licitaciones con montos a partir de los $10.000. El mencionado incremento de tasas llevado a cabo por el Central, hace al instrumento muy atractivo y supera al plazo fijo en 6%, llegando a pagar hasta un 28% en plazo de 160 días”, detalló. 
Y por último para los que están dispuestos a tomar riesgo, recomendó “las acciones de las empresas eléctricas, subvaluadas internacionalmente por las tarifas congeladas, podrían dar un vuelco si cambia el modelo en 1 o 2 años”. 

Las acciones de la Argentina, pendientes del dólar

Por Sala de Inversión

Ya se sabía que 2014 sería un año complicado para las acciones argentinas, porque para este año se proyecta una desaceleración de la economía doméstica con alta inflación, lo que afectará de manera negativa los resultados corporativos.
Pero el mercado local sigue operando con un ojo puesto en el precio del dólar, que solo en el mes de enero se incrementó un 23% frente al peso, y esta semana, distintas medidas oficiales intentan contenerlo.
Tras siete ruedas consecutivas de alzas, el Merval -principal indicador de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA)- cayó ayer un 3,5%, hasta los 5.924,08 puntos, después de que el Banco Central, a través del comunicado A5536, modificara la posición neta de moneda extranjera a las entidades bancarias, que podrán tener un máximo del 30% de su patrimonio en activos en moneda extranjera (divisas, futuros, bonos y ONs, entre otros) y un 10% de posiciones netas abiertas de futuros de dólares.
“Esto generó un reacomodamiento en el precio del dólar, provocando la merma en la cotización del dólar implícito, impactando en los precios de varias acciones locales”, explican los analistas de Research for Traders en un informe.
Para contener la demanda de dólares, el BCRA siguió actuando también en el mercado monetario con una fuerte absorción de pesos en la licitación de letras Lebac y Nobac. La entidad bancaria, además, subió la tasa Badlar al 28,8% para el plazo de 90 días y tiene previsto continuar con la subida de tasas de interés hasta tanto logre calmar las expectativas del mercado.
 
Sin embargo, los especialistas advierten que estas medidas son insuficientes. “Particularmente, la norma que obliga a los bancos a vender sus tenencias de dólares es coyuntural, de corto plazo y sigue sin resolver el problema de fondo, que es el de buscar mecanismos para incrementar la oferta de reservas y, al mismo tiempo, generar mayor credibilidad para bajar las expectativas devaluacionistas que existen”, indica Diego Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global.
Según el banco de inversión Goldman Sachs, el peso podría depreciarse este año un 55%, hasta alcanzar niveles de 10 pesos por dólar. En tanto, para la calificadora de riesgo Moody’s, la depreciación podría ser del 50%.
“En el corto plazo –completa Martínez Burzaco-, es probable que el dólar oficial sienta la presión a la baja, más si el BCRA sigue parando la demanda de divisas para importaciones”.
En efecto, la autoridad financiera les dijo a los importadores que esperen unos días más para comprar divisas. A su vez, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se reunió ayer con los principales representantes de las compañías cerealeras y aceiteras en la Casa de Gobierno, y “se mantuvo la proyección más optimista de que la entrada de dólares de este complejo agroexportador podría alcanzar los 30.000 millones”, según publica el diario Ámbito Financiero.
Así, con la obligación de los bancos de desprenderse de gran parte de sus dólares y la liquidación de los agroexportadores, la plaza se inundaría de liquidez y el BCRA podría mantenerse al margen del mercado, sin necesidad de vender dólares y perder reservas, con el objetivo de contener la subida del dólar.
“Si el tipo de cambio se estabiliza, en algún sentido eso trae más previsibilidad a la economía. Pero es clave el tema de las reservas: si frenás el tipo de cambio pero seguís perdiendo muchas reservas, a la larga no se sostiene”, apunta el analista Andrés Cardenal.
“A corto plazo –continúa- la Bolsa ajusta por tipo de cambio, pero si uno quiere un mercado al alza a largo plazo, la previsibilidad es importante. Un acuerdo con el Club de Paris ayudaría mucho en términos de conseguir reservas y como señal de política económica”.
En el contexto actual, el contado con liquidación debería caer y los bonos en dólares, que cotizan en pesos en la Bolsa local, como el Boden 2015 o el AA17, van a estar presionados a la baja.
Martínez Burzaco sugiere un trading de corto plazo: los bonos en pesos, y estar atentos al nuevo índice de inflación del INDEC, considerando que están exentos de la coyuntura del dólar.
Mientras tanto, en Research for Traders, estiman que el Merval podría caer mínimamente hacia la zona de los 5.500 puntos, punto por donde cruza la media móvil de 50 ruedas.
Por otra parte, los expertos consideran que las acciones de Siderar y Aluar serán las beneficiadas de la devaluación del peso este año en la Bolsa porteña.

Las acciones de Edenor y un complicado 2014

 
Las acciones de Edenor (EDN) podrían volver a caer durante este año tras haber ganado un 234,90% en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) durante 2013, debido a que se espera que sus cuentas muestren un patrimonio neto negativo en 2014 y a que no se avizora un aumento tarifario en el corto plazo.
El alza que vivieron sus papeles en los últimos meses se debió principalmente a compras especulativas, por lo que los especialistas del mercado consultados por Sala de Inversión América le auguran tiempos difíciles por delante.
Uno de los problemas de la compañía tiene que ver con las deudas en dólares que contrajo en los últimos años, ya que la devaluación constante que viene teniendo el peso argentino impactará negativamente sobre su balance.
“Si no hay aumentos en sus ingresos por ventas, esperamos que las pérdidas operativas sigan aumentando. Por otro lado, en 2014 volverá a impactar negativamente el aumento salarial de las paritarias aún en negociación, el aumento de costos y las multas y sanciones recientemente conocidas. Todo ello volverá a erosionar el patrimonio neto de la empresa, al punto de volver a ser negativo como sucedió en 2013”, explica Guido Bizzozero, analista de Allaria Ledesma.
Diego Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global, coincide y agrega un dato que resulta escalofriante para los accionistas de la firma. “Es una empresa casi quebrada desde lo financiero”, afirma.
“La perspectiva negativa refleja nuestra expectativa que los márgenes y flujos de fondos de Edenor continuarán deteriorándose, dada la sostenida presión de los costos y la falta de un mecanismo viable para recuperar este incremento de costos. Si los márgenes y la generación de efectivo continúan su tendencia a la baja y las presiones de costos adicionales no son atendidas mediante un aumento o un ajuste de sus tarifas, las calificaciones podrían, muy probablemente, experimentar una baja adicional”, afirma un informe de Moody’s publicado el 20 de diciembre de 2013.
La agencia le bajó la calificación a la distribuidora de energía debido el pobre desempeño operativo que mostró durante el primer semestre del año pasado, su insuficiente generación de efectivo y su liquidez extremadamente débil.
El congelamiento de tarifas para el sector público en general por parte del gobierno de Néstor y Cristina Kirchner hace más de diez años ha ahogado a las compañías a nivel financiero, pero durante 2013, las expectativas de algún cambio al respecto impulsaron fuertemente al alza a los papeles del sector energético argentino.
Sin embargo, los especialistas se muestran pesimistas ya que no esperan incrementos tarifarios en el corto plazo y, por eso, sus acciones no replicarían la performance que tuvieron en los últimos doce meses en la BCBA.
“El año pasado, la compra de acciones de Edenor tuvo un componente especulativo y de oportunidad muy grande por su posición técnica, tratando de anticipar el momento en que las energéticas puedan volver a facturar algo más – explica Federico Fiscella, administrador de carteras en Rosental -. La relación entre el gobierno y el sector ha sido siempre hostil en cuanto al manejo de las tarifas, lo que sucede es que el mercado observó que el gobierno estaba entrampado con el tema, perdiendo su bien más preciado, las reservas, por la importación de energía que demanda la economía. Ese fue el fundamento de los inversores: anticiparse al momento en que el gobierno se vea forzado a encarar un plan para el sector”.
Según el especialista, “el gigantesco atraso que aún tiene la cotización en función del congelamiento de tarifas, hace que cualquier rumor sobre un avance político sobre el tema tarifario haga disparar los precios”.
Martínez Buzaco coincide y agrega que “se trata de inversores que buscan especular con una mejora en la situación financiera de la empresa a partir de un aumento de las tarifas. No se trata de inversores de largo plazo”.
Por su parte, María Belén Matar, operadora de Bell Sociedad de Bolsa, afirma que “muchos ingresaron a Edenor con la idea de que el Estado tome las riendas y suponiendo que iba a replicar el movimiento de YPF (YPF), un papel que subió con fuerza en 2013. En realidad, es bastante lógico pensar que si año a año aumentan los consumos en energía, el papel debería subir”.
En tanto, Martínez Burzaco resalta que el alza que tuvo la compañía “responde a expectativas de incrementos tarifarios, pero esa idea perdió un poco de momentum tras la crisis energética de fin de diciembre. En principio, tiene que haber una recomposición tarifaria importante para cambiar las expectativas. En el corto plazo, no se va a dar”.
Esta problemática ha llevado a las empresas del sector y, especialmente a Edenor, a congelar sus inversiones y a verse imposibilitadas para tomar créditos. Las consecuencias directas de esta situación se vieron en diciembre cuando, ante los picos de demanda de electricidad, se produjeron cortes de luz en la ciudad de Buenos Aires y alrededores, lo que, a la vez, generó un descontento social contra la firma.
“En relación a las empresas distribuidoras, no veo una mejora durante la gestión política actual”, resalta Fiscella y una fuente del mercado afirma que hablar de Edenor es como escribir ciencia ficción: puede suceder cualquier cosa; la decisión la tiene el Gobierno”.
No obstante, más a largo plazo y desde una perspectiva técnica, el analista Julián Yosovitch de Ruarte’s Report es optimista: sus acciones “han avanzado de manera tendencial entre los mínimos de diciembre de 2012 de 1,65 dólares hasta los máximos de 9,60, generando subidas en 5 movimientos. Por ende, el recorte actual deberá ser entendido como contra-tendencial y finalizará en los mínimos mencionados, a la espera de que la tendencia alcista quede retomada rumbo a nuevos máximos, generando ascensos aún más dinámicos que los vistos hasta ahora”.

Las acciones argentinas terminarían 2013 con gran volatilidad


Diciembre podría ser un mes con alta volatilidad para las acciones argentinas por las nuevas medidas implementadas por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner para intentar poner freno a la salida de dólares del país y a la merma de reservas del Banco Central (BCRA).

Desde 2102, a partir de la profundización de la restricción a la compra-venta de divisas, muchos inversores adquirieron papeles en pesos en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) y pidieron su transferencia a los Estados Unidos – donde varias empresas locales cotizan a través de ADRs -, para venderlas y obtener billetes verdes.

Este mecanismo viene siendo utilizado como forma de cobertura frente a la devaluación del peso argentino, por lo que la subida o la bajada del precio del dólar tiene relación directa con los movimientos en el mercado de renta variable local.

“Va a ser un mes con mucha volatilidad, a pesar de que diciembre suele ser un buen mes para los mercados”, señala María Belén Matar, operadora de Bell Sociedad de Bolsa.

Desde Inversor Global, su economista jefe, Diego Martínez Burzaco, concuerda. “Generalmente, es un mes positivo para el mercado, pero esta vez dependerá mucho de la discrecionalidad oficial”, indica.

A dos años del llamado “cepo cambiario”, la Argentina tiene ahora dos tipos de cambio oficiales: el oficial-oficial y el dólar-turista, ya que el Gobierno elevó del 20% al 35% el pago a cuenta del Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales aplicado sobre las compras realizadas con tarjetas de crédito y/o débito en el exterior.

La reacción del mercado fue negativa: este martes, la BCBA cayó un 4,30%. “El malhumor de los inversores se vio reflejado en los precios de las acciones del Merval 25, dado que la caída fue generalizada”, sintetizan los analistas de la consultora Research for Traders en un informe.

La racha negativa de tres días, tras un período de euforia para el indicador argentino, se cortó ayer, cuando cerró con una ganancia leve, del 0,36%. En lo poco que va de diciembre, el Merval lleva perdido un 7,13%, cuando hasta finales de noviembre acumulaba ganancias del 100,40% y del 60,20% medido en dólares, lo que representa la mayor subida anual desde 2009, de acuerdo a un informe del Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC).

“La medida del Gobierno tiene gusto a poco; el mercado espera ajuste de tarifas o reducción de subsidios, porque lo que hizo es limitar la salida de dólares pero no soluciona el problema de fondo, que es la pérdida de dólares por el enorme déficit energético”, apunta Matar, que no descarta que se tomen medidas después de las fiestas porque “tarde o temprano, en algún momento, van a tener que ajustar. Algo va a pasar”.

Lo que hace el Gobierno con esta medida es “cortar una fuente de drenaje; el efecto inicial es indudablemente favorable. Pero hay que ver que no genere más incertidumbre, más tentación a escapar del peso y, por lo tanto, una mayor presión sobre la brecha cambiaria”, decía Hernán Lacunza, director de Empiria Consultores, al diario El Cronista.

“No veo una solución de fondo al problema de la caída de las reservas y eso es lo que determina hoy el movimiento de la divisa – señala Martínez Burzaco -. Con las últimas medidas, creo que en el mediano plazo el dólar informal seguirá subiendo, con lo que impulsará al Merval al alza. En el corto plazo, es muy difícil saberlo porque si el Gobierno sigue actuando sobre el contado con liquidación (el dólar que se obtiene por medio de la compra y venta de acciones y bonos en la BCBA) vía venta de bonos es probable que le ponga un freno a la subida”.

Pese las nuevas medidas, el dólar turista subió ayer a 8,37 pesos, el paralelo o “blue” volvió a trepar hasta los 9,62 y el contado con liquidación ascendió a 8,48. Por su parte, el oficial finalizó el día con un alza de dos centavos, hasta cerrar a 6,20 pesos. Así, el ritmo anual de devaluación ya se ubica en el 48%.

Las acciones de Grupo Financiero Galicia podrían subir un 44% en 2014


Las acciones de Grupo Financiero Galicia (GGAL) podrían subir hasta un 44% en 2014 y alcanzar un valor cercano a los 15 dólares en la Bolsa de Nueva York (NYSE), de la mano de los buenos resultados que viene mostrando en los últimos trimestres.

En tanto, en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), sus papeles continúan a precios atractivos, pese a acumular ganancias de más del 90% en lo que va de 2013, según especialistas del mercado consultados por Sala de Inversión América, quienes aseguran que todavía tienen margen de subida para igualar a sus pares latinoamericanos.

“Grupo Galicia es la mejor empresa del (índice) Merval, y pertenece al sector más rentable de la Argentina, porque el modelo económico actual está orientado al consumo y los consumidores financian sus compras con las tarjetas de los bancos. Por eso, junto a Telecom Argentina (TEO), siempre fue mi favorita”, dispara Federico Fiscella, administrador de carteras en Rosental.

En el mismo sentido opina Diego Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global, y destaca que “particularmente, el balance de Galicia ha sido muy auspicioso, superando las expectativas. En parte, el banco justificó el fuerte rally que mostró en los últimos meses. Si bien ha hecho el catch up con bancos latinoamericanos, su P/E (ratio price to earnings) en torno a 7 veces todavía le deja margen alcista, aunque más limitado”.

La entidad sorprendió la semana pasada al reportar un aumento en sus ganancias netas del 54% en el tercer trimestre, cuando ganó 536 millones de pesos argentinos, frente a una utilidad neta de 347,20 millones en el mismo período del año anterior. Según un sondeo de Thomson Reuters, el mercado esperaba 420 millones.

Por su parte, sus ingresos financieros alcanzaron los 3.412,1 millones de pesos, lo que implica un salto del 48% en comparación con el mismo período de 2012, en tanto que en forma secuencial crecieron el 16%.

Para Federico Fiscella, el bancario es el único negocio que le puede ganar al aumento sostenido de precios al consumidor y mayoristas que vive actualmente la Argentina.

“Es la única estructura empresaria que puede capitalizar la inflación, por eso, creo que Galicia va a seguir presentando balances de buenos a excelentes en los próximos trimestres”, afirma y destaca que sus acciones siguen estando “regaladas en relación a los bancos de la región”.

Fiscella interpreta que pese a “la reforma de la carta orgánica del BCRA (Banco Central) y la presión contra el sector, la entidad acumuló una serie de balances interesantes y a partir del 11 de agosto, cuando cotizaba en Nueva York a 5 dólares y operaba 500.000 dólares – un promedio de 100.000 por día – pasó a valer cerca de 10 y a operar unos 10 millones -, y todavía no ha recompuesto todo el valor”.

Otra fuente del mercado apunta que “se achicó bastante la diferencia con sus pares latinoamericanos, pero todavía hay margen de subida. Las perspectivas a largo plazo siguen siendo favorables y el balance del cuarto trimestre puede ser mejor todavía”.

A juzgar por Fiscella, actualmente el papel se encuentra en un momento de “más volatilidad, y en la mitad de una tendencia que tiene que ir hacia los 13-15 dólares aproximadamente, y a los 12-14 pesos a nivel local”. En la BCBA, la acción cerró ayer a 9,68.

Desde una perspectiva técnica, no obstante, el papel se encuentra actualmente en “el cuello de la figura correctiva amenazante de hombro cabeza hombro”, advierte Julián Yosovitch, desde Ruarte’s Report.

“Toda la atención se centra en el comportamiento de tal soporte y deberemos ver reacciones alcistas inmediatas, evitando que la acción perfore dicho valor y llevando al mercado rumbo a zonas superiores, de regreso a los 11 dólares primero y a los 11,66 luego, junto a los máximos previos, buscando acceder a valores superiores más tarde, hacia los 12,10-12,50 dólares, junto a escollos superiores, todo ello como parte de la onda 5 de mediano plazo”, resalta.

Martínez Burzaco se muestra cauto respecto al futuro de sus acciones. “En líneas generales, Galicia pertenece a un sector que continúa mostrando atractivo para 2014, aunque no hay que dejar de lado los desafíos planteados al momento de invertir”, explica.

A su entender, el próximo año habrá dos desafíos importantes: si la tasa BADLAR continuará subiendo para ir compensando la inflación, y la vulnerabilidad supuesta que enfrentan las entidades ante la debilidad de las finanzas del Gobierno y su necesidad de fondos. “En este sentido, la liquidez bancaria puede verse afectada”, advierte el economista jefe de Inversor Global.

Con todo, Martínez Burzaco sigue creyendo que Grupo Financiero Galicia “puede ser una buena inversión para ganarle a la inflación”, pero no ve subidas “tan fuertes” por delante.

IRSA, una alternativa de cara al 2014

Por Sala de Inversión 


Las acciones de IRSA (IRS) mantienen su potencial alcista de cara a 2014, pese a una decisión judicial que podría paralizar la construcción del shopping Arcos Gourmet, en el barrio porteño de Palermo.
Según los especialistas, sus papeles podrían subir hasta un 44% en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) y alcanzar los 11,30 pesos argentinos a fines del año próximo.
El juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, Aurelio Ammirato, determinó que las obras del futuro centro comercial no contaban con todos los permisos correspondientes y ordenó su paralización, tras una denuncia de legisladores y vecinos.
Sin embargo, la propia empresa y analistas consultados por Sala de Inversión América aseguran que la firma no recibió notificación alguna hasta el momento.
IRSA “no sólo no es parte de la acción legal, sino que no hemos sido notificados de la resolución del juez, por lo que se sigue trabajando normalmente”, afirma un vocero de la compañía.
Por su parte, Leila Abuchaem, analista de Allaria Ledesma, sostiene que la empresa “espera lanzarlo en noviembre y de recibir la notificación oficial, volverán a mandar los documentos necesarios, que ya enviaron en su momento y que fueron aprobados por las autoridades, y esperarán que lo habiliten nuevamente”.
Abuchaem volvió a recomendar “comprar” sus acciones e incrementó su precio objetivo hasta los 11,30 pesos para 2014, más un 3,10% en concepto de dividendos.
En caso de que la Justicia paralice las obras de Arcos Gourmet, esto tendría “consecuencias en las perspectivas de la propia empresa” en el mediano plazo. “Es algo que no se vería ahora, sino en los próximos balances. En síntesis, sería una mala noticia de cara al futuro. IRSA tiene proyectos ambiciosos y, entonces, hechos de este tipo generan incertidumbre, porque es algo que podría pasar con otros proyectos de inversión”, afirma Mauro Morelli, analista de Ravaonline.
En opinión de Abuchaem, se trata de “una cuestión política, para meter ruido porque la empresa siempre cumplió con todo lo que le pedían para comenzar las obras y no es la primera vez que le pasa”.
Arcos Gourmet, erigido en los predios del ferrocarril San Martín del barrio porteño de Palermo, contará con 60 locales –ya casi todos alquilados–, y las obras finalizarían antes de fin de año.
De cara a los inversores, Diego Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global, considera que la acción de IRSA “está atractiva, sobre todo teniendo en cuenta que la empresa es la principal exponente del consumo en la Argentina, en un contexto de alta inflación. En la medida que haya medidas que estimulen y aceleren el gasto, puede repercutir en las ganancias de la compañía”.
Abuchaem concuerda y espera que los “centros comerciales sigan mostrando la buena performance vista hasta ahora, con un crecimiento en las ventas, acompañando la inflación”.
Allaria Ledesma estima en su último informe un margen EBITDA estable en torno al 50% para IRSA durante los próximos años para este segmento de negocio.
Por eso, “para diversificar el portafolio, mirando el largo plazo, puede ser una buena jugada. El management es muy bueno y en las última ruedas está haciendo mayor volumen”, dispara Martínez Burzaco.
IRSA cerró su año fiscal 2013 a principios de este mes con una ganancia neta que se incrementó un 32,30% a 297,20 millones de pesos frente al mismo período del año anterior.
Por su parte, su EBITDA creció un 40% respecto a 2012, basado en la consolidación del edificio Madison en Nueva York y por la buena performance de los segmentos centros comerciales, oficinas y ventas y desarrollos.
Las ventas en los shoppings, la parte más importante de su balance, crecieron un 25,20% y la ocupación de su portfolio de locales se incrementó al 99,10%.
Las perspectivas de la propia empresa son positivas. “En relación al negocio de centros comerciales, la industria en la Argentina tiene mucho espacio para crecer y contamos con reservas de tierras estratégicamente ubicadas en la ciudad de Buenos Aires, Gran Buenos Aires y el interior del país como para duplicar el portfolio actual, así como también con la posibilidad de ampliar las superficies de la mayoría de nuestros actuales shoppings”, destaca su titular, Eduardo Elsztain.
A su vez, sostiene que IRSA cuenta con “importantes reservas para construir oficinas Premium en la ciudad de Buenos Aires y desarrollos residenciales y de usos mixtos de gran escala en todo el país”.
“Seguimos analizando el mejor momento para lanzar estos proyectos y otros según las oportunidades que puedan surgir. A largo plazo, seguimos creyendo en el potencial del sector inmobiliario argentino, teniendo en cuenta que la amplia mayoría de las propiedades de real estate en el país carecen de endeudamiento y el déficit habitacional existente en el país supera las 4 millones de viviendas”, resalta.
En Allaria Ledesma, elevaron la estimación de ventas y EBITDA para 2014 en adelante “dado el mayor crecimiento esperado para el segmento de centros comerciales” e hizo lo propio con los márgenes respecto de su estimación anterior “ante la mejora observada en el segmento de oficinas para alquiler”.
Como riesgos, Martínez Burzaco señala que “la principal incógnita es cómo enfrentan los shoppings la desaceleración económica y si eso aumenta la vacancia de los locales”.