2012: un año sombrío para la economía y las acciones argentinas (*)

(*) Nota publicada en el sitio Sala de Inversión

El próximo 10 de diciembre, Cristina Fernández de Kirchner asumirá por segunda vez consecutiva la presidencia de la Argentina, envuelta en un clima más favorable a nivel político, con un mayor control del Congreso, pero ante un escenario económico que presenta riesgos, y no sólo a nivel externo. 
Según Diego Carlos Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global, habrá una “desaceleración fuerte del crecimiento de la economía argentina el año que viene”. El experto asegura que el país crecerá menos de la mitad de lo que está creciendo este año; es decir, un 3,2% contra el 9% de crecimiento de 2011. Y agrega que los temas claves serán “la inflación, las expectativas de devaluación y la fuga de capitales”.
Coincidiendo en esa parte del análisis, Ariel Squeo, director del Instituto de Capacitación Bursátil (ICB), señala dos temas centrales para el próximo año en términos económicos: “veo dos potenciales impactos negativos; por un lado, la inflación, que se viene arrastrando y que erosiona los ingresos”, comienza a explicar. Squeo asegura que ahora, a punto de comenzar el año 2012, estamos “casi-casi en el 1 a 1”, en alusión a los años en que rigió la Ley de Convertibilidad, que convertía 1 peso en 1 dólar. El experto dice que, dado el tipo de cambio real, la Argentina ha vuelto a ser cara para el mundo, “y lo vamos a ser más, porque el tipo de cambio real va a seguir apreciándose. Y esto es algo muy malo para el país”.
Ariel Squeo señala también que una de las variables más críticas serán las reservas del Banco Central: “ahora sí que no alcanzan los dólares, y ese rojo se está cubriendo con reservas, algo que no es sostenible en el largo plazo”. Como solución, el experto propone un “golpe de confianza para que la gente deje de comprar dólares”, ante el peligro que supone que el país se quede sin billetes verdes, ya que la Argentina, tras el default de 2001, tiene cerrado el acceso a los mercados internacionales.
Pero además de estos frentes internos, la nueva gestión de la presidenta deberá enfrentar un panorama internacional que se complejiza día a día, con Europa inmersa en un espiral de crisis de deuda y a punto de entrar en recesión.
Leonardo Bazzi, responsable de Research de Puente, suma su voz al debate planteado por Sala de Inversión América, diciendo que los canales directos del impacto en Argentina de un panorama internacional más adverso serían a través de: “una menor demanda de productos argentinos si se produce una desaceleración en la economía de nuestros principales socios comerciales, como es el caso de Brasil; menores precios de la soja, que llegó a caer desde 532 dólares la tonelada a fines de agosto hasta los 417 dólares actuales; y una devaluación del real, la divisa del Brasil, que ya acumula una depreciación del 20% frente al dólar desde fines de julio, perjudicando la competitividad del tipo de cambio argentino”.
Para Martínez Burzaco, “claramente, la menor demanda de Europa resentirá las economías que exportan sus productos, y si se profundiza la crisis en el Viejo Continente, podremos ver mayor aversión financiera de los inversores, llevando a una depreciación de corto plazo de algunas monedas emergentes, como el real brasileño, lo que puede agregar presión sobre el peso argentino”.
El director de la Maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y estratega de inversiones de Rosental, Germán Fermo, agrega que “no importan los detalles de la coyuntura argentina” ante el complicado escenario actual. El también Ph.D de la UCLA (Universidad de California, Los Ángeles), sentencia que la Reserva Federal de los Estados Unidos “bombardea a los mercados con misiles monetarios para sostener niveles en los precios de activos financieros que de lo contrario colapsarían, maquillando una realidad que asusta”. Según Fermo, “los últimos 6 meses fueron los peores”. Y “a nivel real, el ajuste sigue ocurriendo y va a seguir ocurriendo”.
¿Alguien se salva de la quema?

Ante el panorama actual, los expertos se muestran cautos a la hora de dar previsiones sobre el mercado de acciones de la Argentina. El economista jefe de Inversor Global, por ejemplo, cree que “la inflación y la menor actividad afectarán a las empresas”. Y en ese sentido, aconseja a los inversores buscar algún refugio por el lado de Tenaris (TS), que no depende del nivel de actividad local. Con todo, Martínez Burzaco agrega que “los negocios se han achicado significativamente; no veo una recuperación del volumen en el corto plazo hasta que haya mayor certidumbre”.
En tanto, en Puente creen que el sector de telecomunicaciones podría beneficiarse de las novedades tecnológicas que van surgiendo en el mercado interno, mientras que el sector alimenticio aún podría verse favorecido por la demanda global, ya que suele ser más resistente en caso de registrarse una desaceleración en la región. “Los bancos y las firmas energéticas enfrentan desafíos en el corto y mediano plazo: cómo impactarían las subas de las tasas de interés en su rentabilidad en el primer caso, y mayores detalles sobre la desregulación tarifaria en el segundo”, explica Leonardo Bazzi, a cargo del departamento de Research de esa firma.
Además del consejo de invertir en Tenaris, Martínez Burzaco coincide con Leonardo Bazzi en recomendar también los papeles de Telecom Argentina (TEO), “que es capaz de mantener las utilidades aún cuando el ciclo económico cambie, porque está en un sector defensivo”. En el caso del sector financiero, el experto de Inversor Global lo observa como “más vulnerable, por la subida de tasas, la menor intermediación financiera y la caída de los títulos públicos”.
Pero quizás el más cauto de todos los analistas consultados es el director del ICB, Ariel Squeo. Este experto ve en 2012 a las acciones argentinas más bajas que ahora mismo, y hasta augura un nivel de precio posible: “estarán el año que viene en los mismos valores del primer semestre de 2010, más allá de que es probable que en diciembre de este año se den intentos de alzas fuertes”.
Squeo explica el por qué de su razonamiento: “hoy el mercado no se rige por los fundamentals de las empresas; los fundamentals macro son los que dominan: las acciones caen por efecto sistémico. Va a caer todo, y ahí se van a dar oportunidades en el mercado”. Entonces, al inversor conservador le aconseja tener la mayor liquidez posible en dólares, y al inversor agresivo o especulativo, operar la volatilidad, a corto plazo.

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