Cuidado con el exceso de optimismo

El optimismo de los agentes que participan del mercado, llámese operadores, analistas o inversores, suele ser procíclico en el sentido de que se retroalimenta positivamente en la medida de que las bolsas suben cada vez más.
 
Es una situación a la que estamos acostumbrados a vivir frecuentemente, pero no deja de ser en parte irracional.
 
No es casual encontrar que muchas de las grandes pérdidas de capital tienen su origen en el mal timing de mercado que tienen la mayoría de los inversores que adhieren a la siguiente conducta: compran en los precios más altos y luego venden en los más bajos.
 
El libro de texto indica precisamente lo contrario: “comprar barato y vender caro”…
 
En la actualidad, a mi modo de ver, estamos atravesando una especie de sobreoptimismo extremo en torno a la tendencia alcista que están mostrando las bolsas.
 
Y los titulares de los principales portales web de finanzas así lo reflejan:
 
“Los mercados alcanzan el máximo nivel en cinco años y van por más”…
 
“Se recuperó la totalidad de la pérdida evidenciada durante la crisis subprime”…
 
“Los que tienen una visión bajista del mercado tiran la toalla”…
 
“El índice S&P500 se encamina a quebrar el umbral de los 1.500 puntos”…
 
¿No estaremos omitiendo los riesgos existentes a nivel global que puede afectar negativamente las cotizaciones de las acciones en la actualidad?
 
Evidentemente en estos tiempos siempre vale la pena intentar ser un poco “contrario”, al menos por un rato. Y quizás estemos ante una eventual corrección del mercado que pueda estimular algunos grandes negocios.
 
Así como las bolsas estadounidenses están en niveles máximos en cinco años, el índice de volatilidad VIX está en la vereda opuesta, en su nivel mínimo del último lustro.

Creo que en cualquier momento, más pronto de lo que nosotros podamos prever, nos encontraremos con algún cisne negro que puede aguar la fiesta.
 
Por las dudas, es conveniente tener en su cartera instrumentos que maticen estos riesgos: el TVIX o el FAZ pueden ser sugerencias de alto impacto con retornos esperados atractivos.

Acciones bancarias en los EE.UU., ¿buena opción en 2013?

Por Sala de Inversión

Si el sector de la construcción en los Estados Unidos fue la revelación de 2012, lo mejor de todo es que esta bonanza bursátil la comparte con el financiero, otro de los de mejor desempeño gracias a la recuperación de los préstamos hipotecarios y la expansión del crédito de consumo.
De acuerdo con el analista de Sala de Inversión, Andrés Cardenal, el sector financiero se posiciona en un lugar muy favorable para capitalizar la continuidad de la recuperación inmobiliaria este año, particularmente las entidades de gran tamaño.
“Bancos como Wells Fargo (WFC) o JP Morgan (JPM) tienen mayor calidad, y por tanto son más defensivos y estables. Pero por otro lado Bank of America (BAC) y Citigroup (C) al estar muy subvaluados tienen un mayor potencial de ganancias en un escenario de recuperación fuerte para el sector”, señala.
Aunque las instituciones financieras que forman parte del índice S&P 500 avanzaron un 24% en 2012, protagonizando su mayor rally en nueve años, y en términos de valuación se encaminan a alcanzar precios pre crisis 2008, en opinión del economista jefe de Inversor Global, Diego Martinez Burzaco, todavía queda mucho por hacer en términos de actividad de intermediación financiera .
“Las hojas de balances de las entidades han mejorado, pero persisten algunos problemas sin resolver y el mercado de hipotecas todavía tiene un largo camino que recorrer para regularizarse”, explica el expertoa Sala de Inversión América.
Aún en este contexto, las señales de recuperación del sector inmobiliario llevaron a las principales firmas de Wall Street a elevar estimaciones de beneficios un 32% para el cuarto trimestre, la mayor revisión entre las diez industrias del S&P 500.
“Entre las virtudes debemos destacar la sólida posición de caja (especialmente en Estados Unidos), la vuelta al pago de dividendos en efectivo y la posibilidad de iniciar programas de recompra de acciones. Entre los riesgos potenciales hay que considerar la debilidad de la economía de EE.UU., el incremento de la prima de riesgo en la Unión Europea y la exposición de los bancos a bonos de países financieramente complicados (Italia, España, Grecia) ”, señala Martínez Burzaco.
En tanto, Ariel Squeo, Director de ICB Argentina, argumentan que la recuperación del mercado financiero se produjo mucho antes, a partir de mínimos de octubre de 2011, y lo atribuye al retraso que presentaba respecto al resto del mercado, después de desplomarse un 84% en conjunto durante la crisis financiera.
“Cuando cayó el golpe fue muy fuerte y a la hora de recuperar no lo hizo cuando otros sectores lo hicieron. La subida de los últimos meses sólo ha logrado acomodarlo al resto”, destaca y explica que la mejora del negocio inmobiliario es una de las tantas variables que inciden en el desempeño de la industria financiera, pero no es la más importante. “Desde principios del cuarto trimestre de 2012 y las primeras semanas de enero las dos variables más importantes fueron el ‘Fiscal Cliff’ y la decisión del QE3 de Bernanke”, afirma.
Con la temporada de resultados pisando los talones en Wall Street, los drivers del sector a corto plazo serán los balances del cuarto trimestre fiscal, que estrena esta semana Wells Fargo, el cuarto mayor banco estadounidense.
“Habrá que ser cautos respecto a la potencialidad de las cotizaciones a la luz de la fuerte subida evidenciada. En Estados Unidos, midiendo el P/E y otros ratios de solvencia, me inclino por bancos como Wells Fargo o JP Morgan. En Europa, depende de muchos factores, pero iría a lo más seguro, como puede ser un Deutsche Bank o cualquier otro banco alemán”, comenta Martínez Burzaco.
A juzgar por los últimos resultados conocidos los bancos más sólidos fueron Wells Fargo y JP Morgan Chase con aumentos de ganancias del 22% y 34%, respectivamente. En el caso concreto de JP Morgan, los resultados dieron señales de que el banco se está recuperando del escándalo apodado “la ballena de Londres” (London Whale) que generó enormes pérdidas en una cartera de derivados de créditos de casi 6.000 millones de dólares en el primer semestre.
Pero para los que quieren invertir ‘sobre seguro’ las apuestas recaen sobre Wells Fargo. “Sin lugar a dudas es el banco de mayor calidad entre los grandes, que no cometió los excesos de otros durante la burbuja de crédito, y tiene una administración de riesgo más cautelosa que le permitió salir de la crisis mucho mejor posicionado. Hoy en día es líder en negocios como crédito hipotecario en EEUU gracias a que pudo aprovechar las ventas de activos forzadas por parte de sus competidores”, resalta Cardenal.
En tanto, el analista señala que Bank of America (BAC) y Citigroup (C) pueden tener un potencial más alto que las entidades financieras de calidad, dado que están mucho más baratos, aunque todavía estén tratando de limpiar sus balances.
Para que les vaya bien dependen en mayor medida de que el contexto económico los ayude, que de la calidad de sus activos. No obstante, hay quienes mantienen una visión más cautelosa sobre la industria atendiendo a los precios actuales.
“No tomaría una exposición fuerte en el sector financiero porque está en los niveles máximos de los últimos cinco años y de momento tampoco los está superando”, afirma Squeo, quien tampoco percibe razones para la euforia respecto a los resultados del cuarto trimestre que comienza estos días en el sector.
“La comparativa anual para el sector podría ser positiva, pero respecto al trimestre no soy muy positivo. En cuanto a las ganancias el resto del año no creo que sean favorables, teniendo en cuenta que 2013 será año de ajustes, con mayores impuestos, recortes del gasto y menos ayuda por parte de la Reserva Federal que está dejando ver que no continuará la política expansiva al mismo ritmo”, concluye.

Como fue el 2012 y qué esperar en 2013

El 2012 ya fue dejado atrás. Un año complicado, sin dudas. Pero con buenas oportunidades de hacer negocios.

La volatilidad provino de muchos frentes a saber:

– Grecia, España e Italia pusieron en jaque la Unión Europea y la supervivencia de la moneda común.

– Estados Unidos no logró salir de un “mediocre” crecimiento económico, generando más incertidumbre de cara al 2013.

– China, el motor del mundo hasta ese momento, mostró una clara desaceleración económica, tendencia que parece comenzar a revertir en el último trimestre de 2012.

– Otras grandes economías mundiales también sintieron el impacto como es el caso de Brasil e India.

A pesar de este contexto, los inversores apostaron a una recuperación global y mostraron cierto optimismo con el manejo de la crisis por parte de las compañías, Así, las acciones avanzaron casi a su mejor ritmo de los últimos tres años y el índice S&P500 finalizó el año con una suba de 12,9%.

También fue un año positivo para las apuestas especulativas que había dado a conocer el 1° de enero de 2012 (ver Mis tres apuestas especulativas para el 2012). En concreto dos de las tres recomendaciones mostraron avances que duplicaron o casi triplicaron al índice como es el caso de Yahoo! (+22,8%) y Netflix (+33,6%). Sólo Research in Motion tuvo un año negativo con una pérdida acumulada de 18,1%.

El 16 de junio de 2012, cuando repasé las apuestas especulativas (ver El repaso de mis apuestas especulativas) agregué a la lista de las anteriores a dos acciones que iban a dar que hablar en los próximos meses: Nokia y Green Mountain Coffee. Desde ese momento a la fecha Nokia subió un 59,2% y Green Mountain un 108,5%.

De estas cinco acciones, para 2013 me quedo con Netflix y RIMM, por diferentes motivos que hacen que mis expectativas se matengan favorables para estos activos. El principal motivo, que toca de cerca a ambos, es un potencial “takeover”.

El 2013 será desafiante y vibrante. Juntos compartiremos esta experiencia.

Elecciones en USA y el comportamiento del S&P500 en la transición

Mañana, martes 6 de noviembre, el mundo posará sus ojos sobre el evento político más trascendental del año y que tendrá lugar en los Estados Unidos. Se trata de las elecciones presidenciales.

De acuerdo a los últimos relevamientos, estaremos ante una de las elecciones más reñidas de los últimos tiempos entre demócratas, representados por Barack Obama, y republicanos, representados por Mitt Romney.

Desde el punto de vista inversor, me pareció interesante examinar qué pasó durante las transiciones presidenciales con el mercado, ya sea cuando hubo un cambio de mandatario o cuando hubo una reelección del mismo.

En este sentido consideré el período entre la fecha en que se celebró la elección y en la que se produjo la asunción del presidente.

Si bien los datos no son más que eso, ya que cada proceso estuvo signado por distintas características, muchas veces las estadísticas históricas son una herramienta de inversión utilizadas con mayor frecuencia de lo que podemos esperar.

El cuadro siguiente es revelador:

Las conclusiones que podemos obtener son las siguientes:
  • Considerando las últimas nueve transiciones presidenciales, en siete de ellas el S&P 500 mostró subas y en dos de ellas caídas.
  • Considerando los nueve períodos, el mercado tuvo un desempeño promedio negativo de 0,245%. Este dato está fuertemente influenciado por la caída marcada del mercado durante la transición de la llegada de Obama al poder tras la crisis inmobiliaria subprime.
  • Desde 1976 a la fecha, siempre que un mandatario fue reelecto, el mercado subió durante la transición.      
  • Cuando hubo un cambio en el partido gobernante, el mercado se comportó errático. Rendimiento neutro con la llegada de Reagan en 1981, suba con la asunción de Clinton en 1993 y caída profunda con la llegada de Obama en 2009.
Como se observa, generalmente los períodos de transición presidencial son positivos para las acciones, aunque tampoco existe una suba desmedida.

Considerando la situación económica vigente, no existirían motivos para que esta vez sea la excepción.

De todos modos, si usted nos tiene preferencia sobre un candidato en particular, un informe del banco inglés Barclays puede ayudarlo a inclinar la balanza: desde 1929, cuando los demócratas estuvieron en el poder el mercado subió un 10,8% anual en promedio, mientras que con los republicanos, el mercado subió “apenas” 2,7% anual.

Apple, lo que pasó y lo que puede pasar

La “Applemanía” está presente en todo lo relacionado con las finanzas globales y las inversiones. Desde hace poco más de 18 meses, la empresa de la manzanita comenzó a despertar pasiones entre todos los participantes del mercado, principalmente sobre inversores que hasta ese entonces no habían descubierto en su totalidad las bondades de la empresa y sus acciones.

Desde ese momento hasta la fecha han tenido lugar una cantidad de eventos insuscitados tales como el fallecimiento del fundador de este imporio tecnológico hasta la presentación de nuevos dipositivos móviles que revolucionaron el mercado como el iPhone 4s y, más recientemente, el iPhone 5.

Cuando uno hace alusión a Apple es difícil encontrar puntos flacos tanto en lo relacionado con sus cuestiones operativas como en el desenvolvimiento de sus acciones en el mercado y la consecuente alegría aportó en los portafolios de los inversores:

– En términos estrictos de mercado, las acciones de Apple acumulan una suba de 70,2% en lo que va del año.

– Para aquellos inversores que no han invertido directamente en la acción, también se vieron beneficiados en cierta medida. El índice estadounidense S&P500 acumula una suba de 16% en el año, de los cuales el 2% se lo debe enteramente a la performance de Apple, según un relevamiento del Standard & Poor’s.

– La empresa representa en la actualidad más del 4% de la capitalización bursátil del total de las 500 empresas que constituyen el índice, potenciando el efecto anterior.

– Lo interesante de Apple es que la mejora en el precio fue una consecuencia del gran salto cualitativo que mostró en términos operativos y de utilidades por acción. El siguiente gráfico es revelador al respecto:

Fuente: YCharts

A pesar de la fuerte revalorización del precio de la acción, el indicador P/E ha disminuido sistemáticamente lo que implica que la mejora bursátil fue más que proporcionalmente compensada por la suba de las ganancias por acción. Esto claramente sugiere que no nos encontramos ante una burbuja a punto de explotar.

En relación a lo operativo, las cifras son inobjetables: 

– Aún teniendo en cuenta el último trimestre, donde las ganancias quedaron “cortas” respecto las expectativas, el margen operativo se situó en 33,1%, el margen neto en 25,2% y el retorno sobre los activos (ROA) se ubicó en una tasa anualizada de 22,5%.

– El iPhone 5 superó todos los pronósticos de ventas y 2 millones de órdenes fueron cursadas en el primer día de pre-venta.

– Para el trimestre en curso, que finaliza el 30 de septiembre próximo, los pronósticos de venta de iPhone pasaron de 23 millones a 26 millones de unidades.

– Considerando las ganancias por acción del último trimestre como la nueva tendencia de largo plazo, situación que no comparto en la actualidad, su P/E forward es de 18,7x, nada sobrevalorado.

Por todo lo anterior, considero que las acciones de Apple tienen un sendero alcista para los próximos meses, considerándola una excelente oportunidad para posicionarse en los permanentes cambios tecnológicos que ya están conviviendo con nosotros.

¿Cómo actuar ante la inminente acción de la FED?

El jueves próximo, 13 de septiembre, los inversores seremos testigos de lo que podría ser el anunciado más esperado de los últimos 18 meses en términos de inversiones.
El Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal finalizará su “ordinaria” reunión de dos días y todos estarán expectantes de lo que dirá el comunicado final, previo a la conferencia de prensa de Ben Bernanke.

Considerando que el mercado laboral estadounidense sigue muy debilitado – el viernes pasado se informó que en agosto se crearon tan sólo 96 mil puestos laboral contra los 125 mil esperados – y que la confianza en la economía también muestra fragilidad, el mercado considera como inminente un anuncio de incentivo monetario por parte de la autoridad monetaria.
Primero fue el turno del Banco Central Europeo, con su recompra de bonos, luego de China, con el anuncio de un plan de infraestructura por US$ 156 mil millones (aunque se esperan nuevas medidas): ¿ahora será el turno de la FED?
La idea de este nota es tratar de descifrar qué es lo que vendrá para el mercado en el hipótetico caso de que Bernanke finalmente materialice su plan de estímulo, denominado QE3, el jueves próximo.
Entre líneas, muchos analistas consideran que el incentivo tendrá dos pilares fundamentales: una reducción de la tasa de redescuentos, para incentivar a los bancos comerciales a que los fondos que depositan en la FED sean reasignados a préstamos al consumo y la producción, y un nuevo monto destinado a la recompra de bonos en el mercado secundario por un total de hasta US$ 600 mil millones para inyectar liquidez adicional.
A juzgar por lo que pasó en los planes anteriores, el mercado podría presentar cierta bonanza para las semanas posteriores al programa:
                                                                                                                            Fuente: Stock Twits
De todas formas, existen opiniones encontradas sobre el éxito o no del plan de la FED y su posterior efecto en el mercado de acciones.
Entre los “contrarians”, están los que señalan que cualquier efecto positivo del accionar de la entidad que comanda Bernanke ya se encuentra reflejado en los precios de las acciones, cuyos índices alcanzaron los valores máximos en cuatro años. Además, el plan final podría quedar corto respecto a las expectativas o no traccionar sobre la economía estadounidense considerando que los anteriores QE (quantitative easing) no han logrado ese cometido.
Entre los optimistas, encontramos a aquellos que depositan sus esperanzas en el hecho de que la FED será más original que en las últimas oportunidades y sorprenderá positivamente con las medidas a tomar. Adicionalmente, las empresas globales se encuentran en una sólida posición, sin apalancamiento y con tasas de crecimiento de sus ventas que superan en muchos casos los dos dígitos, mostrando que, aún en el actual contexto de incertidumbre, hay un saludable proceso de expansión corporativa.
Muchos bancos de inversión han revisado al alza su proyección de cierre anual de los niveles de los índices estadounidenses, lo que sugiere que los grandes inversores institucionales apuestan a una suba de los mercados. Prueba de lo anterior es que los hedge funds han abierto la mayor cantidad de contratos de futuros y opciones en el mercado de commodities de los últimos 18 meses.
Las cartas están sobre la mesa, la FED está mezclando la baraja y el jueves tendremos un veredicto final que dirimirá la batalla entre “toros” y “osos”.
Mi sensación particular es que tendremos un elevado nivel de volatilidad en el corto plazo para luego continuar con la tendencia alcista del mercado accionario. 

Guía: las mejores opciones de inversión tras el pago del Boden 12

Por el Cronista Comercial (con participación personal)

Tres analistas del mercado elaboraron un punteo sobre las mejores herramientas de reinversión para aquellos inversores que aún no saben qué harán con su dinero una vez que la administración de Cristina Fernández de Kirchner pague en dólares el cupón del Boden 2012.
Diego Martínez Burzaco, economista Jefe de Inversor Global, antes de iniciar su breve lista expresó sus dudas respecto a la posibilidad de que los inversores se desprendan de sus dólares “en momentos en que se enfrentan con un mercado cambiario con restricciones”.
En ese sentido, precisó que como no hay demasiados instrumentos que permitan invertir en dólares directamente, las cinco opciones más interesantes podrían ser:
1. Atesoramiento (en cajas de seguridad).
2. Bonos cortos en dólares del Gobierno (los inversores reinvierten los dólares, cobran alguna renta y recuperan dólares. Esta opción conlleva cierto riesgo).
3. Obligaciones Negociables en dólares de empresas sólidas con buena calidad crediticia (ejemplo, Arcor, Arcos Dorados, Petrobras).
4. Activos del exterior (acciones, ETFs o metales como el oro).
5. Fideicomisos agrícolas (considerando una mejor campaña para el año próximo).
Otro de los que brindó su opinión sobre opciones para reinvertir lo ganado con el Boden 2012 fue Agustín Trella, portfolio manager de Puente.
Para Trella, “los bonos Bonar X y el Boden 2015 surgen como opciones para el inversor ya que presentan una relación riesgo/retorno atractiva”. De todos modos, “también vemos atractivo en los bonos provinciales en dólares de mediano plazo”.
El portfolio manager de Puente coincidió con Martínez Burzaco que “los bonos corporativos en dólares de empresas de primer nivel como Petrobras o Arcor también son una buena opción frente a los plazos fijos en dólares y para destinar parte del flujo”. 
Por último, Sergio de Ilzarbe, asesor financiero de Invertir Online, consideró que el “inversor que se inclinó por el Boden 2012 en su momento fue para hacerse de dólares que de otro modo no podría, por ejemplo, por que los necesita para un viaje”.”Quizá también fue por su perfil de riesgo poco agresivo que ingresó en los Boden 2012″, añadió. 
Por ambos motivo, lo más factible es que este tipo de inversor vuelva a moverse dentro de la curva de bonos con vencimientos 2013 o 2015. En ese sentido, De Ilzarbe opinó que el Bonar VII o Boden 2015 aparecen como las mejores opciones.

Telefónica de España, ¿riesgo u oportunidad?

Los ánimos de los inversores se siguen exacerbando contra España y la situación empeora significativamente a paso acelerado.
El viernes último, cuando los líderes de la Unión Europea aprobaron definitivamente, aunque con algunos condicionamientos, el salvataje a los bancos españoles por un monto de 100 mil millones de euros, los presagios negativos contra el país ibérico volvieron a hacerse presente.
El IBEX de Madrid cayó 5,8%, la tasa de rendimiento del bono español a 10 años saltó por encima del 7% y el riesgo país superó los 600 puntos básicos, alcanzando un nuevo récord histórico.

Es evidente que los mercados y los analistas están perdiendo la paciencia con España, la Unión Europea y el futuro del euro como moneda común.

¿Es usted un inversor más del promedio o está en situación de tomar riesgos para multiplicar su dinero?

Telefónica de España, ¿una alternativa?
Si usted se considera se encuentra en la segunda parte de la pregunta realizada anteriormente, quizás sea el momento que empiece a prestar atención en la empresa de telecomunicaciones más importantes de España y con fuerte influencia en Latinoamérica.
La acción de Telefónica de España (NYSE: TEF). Esta acción ha mostrado una caída de 8,5% el viernes último, aunque esto es parte de un proceso declinante que se inició en mayo de 2011, momento a partir del cual la acción acumula una caída de 58,3%.
La acción pasó de cotizar en US$ 27 el ADR a los US$ 11,24 actuales. En ese período, Telefónica perdió US$ 70 mi millones de capitalización bursátil, pasando de los US$ 120,6 mil millones a los US$ 50,3 mil millones actuales.
La pregunta que debemos hacernos es si esto es coherente con los fundamentos económicos de la empresa.
En virtud de la diversificación de sus ingresos parecería que no. Latinomérica representa hoy casi el 50% de los ingresos por venta totales de la firma, tal como se observa en el cuadro siguiente:
Fuente: Telefefónica de España
En términos de resultados operativos, Latinoamérica aporta hoy un 52,1% del total del grupo, mientras que absorbe un 53% del total de las inversiones.
Si bien la tasa de expansión del negocio en esta región se ha desacelerado en el último trimestre como consecuencia de la crisis global, Latinoamérica ha ganado participación relativa respecto sus mercados europeos (España y Gran Bretaña).
En cierto sentido, la mitad de la estructura del negocio de Telefónica se encuentra ajena, no solo a la crisis española sino a la crisis europea. 
Con una relación precio-ganancia (P/E) de 9,1x y un dividend yield que se encuentra en torno al 12%, Telefónica de España se presenta como uno de las oportunidades de alto riesgo dentro del mercado español que puede sorprender gratamente en caso de que la situación tienda a estabilizarse.
¿Cuáles son las amenazas a considerar?
  • Profundización de la crisi en España e impacto negativo sobre la continuidad de la Unión Europea
  • Brusca desaceleración del crecimiento en Latinoamérica
  • Cambio de reglas jurídicas en dicha región, con medidas expropiatorias en el máximo extremo
Para los amantes del riesgo, incorporen en su radar a Telefónica y estén atentos a la presentación de su balance el próximo 26 de julio.

Venezuela en el Mercosur: quién gana y quién pierde

A casi cinco años de firmarse el primer acuerdo de ingreso, la suspensión de Paraguay tras su polémico cambio presidencial permitió la entrada express de Venezuela al bloque regional como miembro pleno. Para los analistas, el nuevo status del país bolivariano beneficiará a Brasil y a Argentina, además de darle un envión a Chávez en su carrera por mantenerse en el poder.
Con mi participación para el Cronista Comercial
El pasado miércoles, mientras los mercados globales reposaban en medio del festejo de los 236 años de independencia de los Estados Unidos, al sur del mundo y después de algunas idas y vueltas, Uruguay confirmaba su “sí” al ingreso de Venezuela como miembro pleno del Mercado Común del Sur. Las declaraciones por parte del presidente uruguayo José Mujica ratificando la decisión se hicieron necesarias, tras las críticas que su propio vicepresidente, Danilo Astori, había hecho en torno a la resolución tomada el viernes anterior en la reunión del grupo por parte de los mandatarios de Brasil, Argentina y Uruguay de suspender a Paraguay debido al incumplimiento de la cláusula democrática de la unión comercial.
La crítica de Astori venía porque, tal como el recambio presidencial en Paraguay, la entrada de Venezuela al Mercosur habría sido un poco “por izquierda”, aprovechando la ausencia paraguaya, cuyo Senado era el único órgano faltante para confirmar el ingreso del país caribeño como miembro pleno del bloque.
Ahora, más allá de estos vericuetos regionales, los resultados obligan a analizar las implicancias políticas y económicas que tiene el ingreso de los bolivarianos a una unión que podría erigirse, a pesar de su débil estructura, como uno de los principales bloques económicos a nivel global.

¿Un nuevo Mercosur?

“Por la manera en que sucedió el hecho”, dice desde San Pablo el analista político e investigador, Celso Roma, “los países de Mercosur no se presentan con una posición unitaria”. Advierte que el Senado de Paraguay, que aún no había aprobado el ingreso venezolano, reforzará su objeción a la iniciativa, y pone el acento en la falta de consenso al mencionar a Uruguay: “El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Luis Almagro, admitió que su país se oponía a la propuesta, pero cedió porque estaba presionado por el gobierno brasileño, que a su vez niega la presión”.
En términos políticos, “la incorporación de Venezuela sesga al grupo hacia una postura más populista”, plantea Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría. “Hasta la destitución de Lugo, en los hechos, era un grupo regional con alta cohesión política. Aunque con matices, los cuatro gobiernos tenían una posición de centroizquierda moderada. Eso ha cambiado ahora y la imagen el grupo pagará cierto costo por incorporar un país que tiene posiciones radicalizadas en varios puntos de la agenda internacional”. Y aunque el analista internacional de la Universidad de Santiago de Chile, Gonzalo Álvarez, concuerda con que “desde una óptica general, resulta evidente que crea preocupación, sobre todo en aquellos países que perciben a Venezuela como un promotor e impulsor de un nuevo modelo político y económico para los países de América Latina”, plantea que “en la práctica no debiese producir mayores efectos”. Esto, porque siendo Brasil quien maneja la llave que riega políticamente al bloque, su intención de posicionarse cada vez más como un jugador global “no permitirá que el gobierno de Caracas socave la lógica a la cual han apostado en los últimos años”.
“En términos políticos, los mayores perjudicados son los principios de la democracia”, dice Roma. Aunque en el papel, tanto la destitución de Fernando Lugo como el ingreso de Venezuela cumplen con la normativa legal, “ambas fueron decisiones oportunistas y por lo tanto son cuestionables”, analiza.

De cara al mundo

Una vez superados los dimes y diretes, el hecho es que con Venezuela en el Mercosur, el bloque económico se posiciona ya no sólo como el mayor exportador de alimentos del mundo sino también como una potencia energética.
De todos modos, hay suspicacias al respecto. “El Mercosur con la Venezuela de Hugo Chávez se convertirá en un foro eminentemente político”, dice Roma. “Al tener a Venezuela como miembro, el Mercosur tendrá más dificultades para relacionarse con otros bloques económicos, como la Unión Europea. La economía venezolana es contraria a los principios de libre mercado y en 2006 Venezuela ya dejó la Comunidad Andina de Naciones precisamente porque no estuvo de acuerdo con la liberalización del comercio. Si las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea estaban paralizadas, ahora con el ingreso de Venezuela la situación es más tensa y compleja”, plantea.
Sin embargo, desde otro punto de vista, Álvarez sostiene que “si los países del bloque latinoamericano son capaces de mantener una posición común, mejorarán significativamente su posición frente a otros conglomerados. A nivel general, el Mercosur en su conjunto podría verse beneficiado ya que al aumentar su poder económico también incrementaría sus capacidades de influencia política internacional”.
Y aún más, “en la visión estratégica, el Mercosur ya no sólo es el principal exportador de alimentos del mundo, sino que ahora, además, pasa a ser una potencia petrolera”, añade Fraga.

Ganadores y perdedores
“El gran compromiso es que esta integración sea aún más amplia. (Se debe) convocar a todos los países de la región, sin preconceptos, sabiendo que no puede haber ganadores de un solo lado, que todo acuerdo siempre implica ganadores de ambos lados”. Pero estas palabras, pronunciadas por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el pasado viernes en Mendoza, queman los oídos de muchos analistas y economistas en Caracas.
“Si bien soy un convencido de que la integración es una necesidad imperiosa, fundamental para que uno pueda desarrollarse a través de una economía diversificada, no todos los procesos de integración son buenos”, dice, desde la capital venezolana, el economista y socio fundador de la consultora MetroEconómica, Pedro Palma. Para el economista, el ingreso de Venezuela al Mercosur tiene que ver con un problema que arrastra la economía chavista y que, según dice, “ha hecho una fuerte mella en la capacidad productiva de muchas empresas”, lo que ha derivado en una necesidad de sustituir esa pérdida de capacidad productiva vía importaciones.
“En el primer trimestre de este año, que son los últimos datos que se manejan, las importaciones venezolanas crecieron un 48,5% en dólares respecto del mismo período de 2011, lo que es alarmante”, añade. Esto, precisamente, a ojos de todos los analistas consultados, se traducirá en un beneficio casi exclusivo para las exportaciones industriales brasileñas y, en menor medida, para las argentinas. “Cuando uno ve qué exporta Venezuela, además del petróleo, no exportamos nada. En los últimos años se bajó de u$s 6000 millones a u$s 1000 millones”, dice Palma.
“Es probable que el interés venezolano pueda estar en cubrir su importación de alimentos y, en el caso argentino, en lograr mejores precios para su creciente importación de energía”, dice Fraga. Sin embargo, al mismo tiempo, advierte que “de todos modos el Mercosur se encuentra en un punto delicado. La Federación de Industrias del Estado de San Pablo ha dicho que el cierre de las importaciones resuelto en forma unilateral por la Argentina había tenido como consecuencia matar al Mercosur, provocando una fuerte baja en el comercio bilateral entre ambos países, y la propuesta de la Argentina de elevar al 35% el arancel externo común del Mercosur fue rechazada por los demás países miembros”, todos elementos que ponen un signo de interrogación sobre el futuro del bloque. “El discurso de integración entre los países debe ir acompañado de acciones para garantizar el comercio entre comunidades, la transferencia de conocimientos y el movimiento de las personas”, dice Roma. “Sin embargo, desde la crisis económica de 2008, la Argentina y Brasil han adoptado políticas proteccionistas y barreras al comercio, especialmente en los sectores automotor y de electrodomésticos de línea blanca, y los agricultores “brasiguayos” se encuentran bajo la incertidumbre jurídica y la amenaza de la violencia”, agrega el brasileño.
Aunque, en términos económicos, el economista jefe de Inversor Global en Buenos Aires, Diego Martínez Burzaco, suscriba que la principal ventaja de la incorporación de Venezuela al Mercosur es su rol como proveedor de petróleo, “principalmente para la Argentina, en virtud de la fuerte crisis energética que atraviesa el país”, al mismo tiempo duda de que la Argentina pueda acceder a petróleo barato. “Los acuerdos energéticos pasados entre ambos países muestran que la Argentina no fue beneficiada ni en precio ni en la forma de pago. Lo que sí podría ser es que la Argentina pueda acceder al crudo intercambiando otros bienes, como alimentos o, tal vez, maquinarias agrícolas, sin necesidad de quemar los dólares que tiene el Banco Central”.
En este escenario, el análisis inicial de Palma parece sonar con fuerza e, incluso, levantar cierta suspicacia. “Hoy Venezuela exporta sus productos energéticos sin necesidad de estar aliado con nadie y los aranceles externos comunes le implicarán abrir sus mercados incluso a terceros países, destruyendo aún más su golpeada industria local”, dice el economista. “Al menos en el corto plazo, los grandes beneficiarios de la entrada de Venezuela al Mercosur son la Argentina y Brasil, que podrán enviar sus productos a Venezuela en condiciones aún más favorables a las actuales, mientras que Venezuela seguirá exportando petróleo en las mismas condiciones de hoy. En tanto Venezuela no avance en un proceso de fomento a la inversión que le ayude a reparar y diversificar su matriz productiva más allá del petróleo, los beneficios del Mercosur van a ser prácticamente inexistentes”.

Entonces, la pregunta que se impone es: ¿por qué unirse al Mercosur?
“Es una cuestión meramente política”, dice Palma, “tal como fue una decisión política y no económica la salida de la CAN hace unos años”. Y acá hay consenso. “El mayor beneficiado es el presidente de Venezuela, Hugo Chávez”, dice Roma. “En la elección presidencial de este año sacará provecho de un logro a nivel internacional”, interpreta.
“Sí, una integración a un bloque que a nivel global se percibe más moderado que el ALBA le genera más ventajas que desventajas a Hugo Chávez”, cierra Fraga.