Participación en el Programa de TV Café Financiero

En esta oportunidad, los amigos de Café Financiero me invitaron para comentar el impacto de la designación de Zannini como vicepresidente del candidato presidencial Daniel Scioli. Aquí puede encontrar mi visión de cómo el mercado digirió la noticia y qué esperamos para las próximas semanas.

También opinamos sobre la última reunión de la Reserva Federal y su impacto sobre el precio de los commodities.

Te invito a verlo haciendo click aquí.

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Comercial del Plata: un ejemplo para el desarrollo del mercado

Ayer a la tarde estuve en un acto en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. La cita fue organizada por esta casa y la empresa Sociedad Comercial del Plata, una de las cotizantes del índice Merval.

Sin dudas que fue una reunión fructífera.

El evento justo coincidió con un día de operaciones bursátiles en la plaza del papel que estuvo dominada por el rumor de su futura salida a cotización a Wall Street de la firma (algo que desmintió su presidente en el acto en cuestión).

Fue la primera vez que asistí a un evento de una empresa cotizante sin que ésta quisiera “vender” algo al auditorio, llámese una Obligación Negociable, un Valor de Corto Plazo o más acciones.

Creo que es un hecho a destacar y muy saludable para comenzar a sembrar los cimientos de un desarrollo en serio del mercado de capitales.

Siempre adjudicamos a la imprevisibilidad de los Gobiernos de turno y sus políticas como la principal fuente de incertidumbre para que se desarrolle el mercado, pero pocas veces hacemos una autocrítica sobre qué hacemos nosotros (se trate de inversores, analistas, dirigentes de la Bolsa, directivos de las cotizantes, etc) como para que el merado de capitales pueda desarrollarse como siempre pretendemos.

El accionar de Ignacio Noel, presidente de Sociedad Comercial del Plata fue realmente muy noble. No solo su presentación fue simple, sintética y clarificadora en relación a los negocios de la compañía, sino que estuvo abierto a las preguntas del auditorio que interrogó sin ningún tipo de filtros.

COME

Allí expresó la intención de Comercial de seguir adelante con su expansión en el mercado doméstico, con un sano equilibrio entre los activos expuestos al dólar (como los Energéticos) y los más expuestos a los negocios en pesos (como el del Entretenimiento y el de Comunicaciones).

Además, señaló que la intención del holding es la de comenzar con una política de distribución de dividendos en efectivo para el año 2016. Negó que se esté gestando en la actualidad una salida a Bolsa en Wall Street, aunque no lo descartó para el futuro.

Ciertamente veo con buenos ojos a Comercial del Plata para el largo plazo.

Sinceramente este evento aporta mucho a la transparencia del mercado y a la información que fluye y llega a los inversores. Es un gran ejemplo para que otras empresas hagan lo mismo, actúen en ese sentido, de manera de lograr acercar al ahorrista al mercado de capitales.

Cuanto más podamos hacer desde nuestro lugar, más desarrollo tendremos para nuestra Bolsa sin depender tanto de los gestos políticos.

Eso es lo que pretendemos todos los que amamos las inversiones.

Mercado argentino, ¿tocamos fondo ya?

El jueves pasado estuve en Rosario participando de la Expo Inversiones Rosario 2015.

Se trató de un evento agradable, que mezclaba la sabiduría de grandes y expertos inversores con neófitos en la materia.

Particularmente tuve el agrado de realizar dos actividades: por un lado, el dictado de un workshop, y, por el otro, la moderación de un Panel denominado “Alternativas de Inversión”. El auditorio estaba casi completo, con más de 200 personas a la vista. La gran mayoría de los asistentes prestaban mucha atención y tomaban estrictos apuntes de lo que los oradores decían.

Bolsa Rosario 2

Por dentro, a pesar de estar pasando un grato momento, pensaba: “¿Qué fue lo que hicimos mal?; ¿acaso estamos destinados a tener un mercado de capitales tan pequeño?”

Al iniciar el Panel en cuestión señalé que cualquier ahorrista que quería convertirse en inversor debía enfrentar tres restricciones de importancia:

Restricción del conocimiento: esto es el hecho de no sabe cómo operar instrumentos financieros, cuáles son sus derechos y cuáles son sus obligaciones. Acá hay mucho para que trabajemos juntos.

Restricción económica: no existe inversor que no se pregunte si la inversión en cuestión va a estar ganándole a la inflación o la suba del dólar futuro en un contexto tan desafiante como el argentino.

Restricción de mercado: esto se vincula directamente con el tamaño del mercado de capitales argentino, el cual es bastante limitado, tiene escasa oferta y es, en algunos casos ilíquidos.

Y este último punto se relaciona con los siguientes dos gráficos que presenté en mi taller:

 

Firmas listadas

 

Market cap

Como observamos a lo largo de la última década la cantidad de empresas listadas en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires decreció (de 107 a 101 firmas) mientras que en términos de capitalización bursátil (tamaño de mercado) sigue muy débil en comparación con Chile y Brasil.

Esto desalienta a los inversores a que capitalicen sus ahorros a través de la bolsa.

¿Cambiará esto en los próximos años o nos espera un letargo aun mayor?

No quiero ser pesimista, pero debemos trabajar fuerte para que esto se revierta.

 

 

Merval: ¿Un 2015 similar al 2013?

¿Qué punto de contacto tienen el año 2013 y el 2015?

En Argentina, bastante.

En ambos casos son años marcados por las elecciones, donde la política juega un rol central en las expectativas de los inversores, sean minoristas o mayoristas.

En términos bursátiles también hay similitudes.

En el caso de 2013 se trataron de las elecciones de medio término o legislativas, mientras que en el 2015 las elecciones presidenciales son las que marcan la agenda de corto plazo.

En términos bursátiles también hay similitudes.

Un de contacto es el frenético avance del Merval en los primeros 70 días hábiles de negociación. Mientras que el índice subió casi 21% en ese período en 2013, lo propio hizo en un 36% en 2015.

Claro, usted dirá que para el 2014 la historia fue similar ya que en el mismo plazo la suba del índice fue de 22% (tal como se observa en el gráfico).

Merval2015

Es cierto, pero lo que proyecto para las próximas semanas en el Merval me hacen asimilarlo más al comportamiento de 2013 que de 2014.

¿Por qué?

Creo que el mercado ha sobre exagerado las expectativas de cambio a nivel político y las últimas elecciones de Santa Fé y Mendoza le dieron un baño de realidad: el kirchnerismo sera un hueso duro de roer.

Es por eso que creo que hasta que digiera esto, se vienen tiempos no del todo alegres para los inversores. Puede ser que veamos una toma de ganancias transitoria, hasta que se enciendan nuevamente los motores del optimismo entre los inversores.

Allí, para ese entonces, espero un rally de acciones previo a las PASO, tal cual se verificó en el 2013.

Con los resultados políticos en la mano, el mercado dará su sentencia.

Y entonces la fiesta quizás pueda continuar. O quizás algo hará que la música deje de sonar abruptamente.

Prepárese para lo que viene.

Dos factores por los que el Merval subirá fuerte en 2015

El 2015 no es un año cualquiera. Es muy particular para Argentina.

Se trata del primer año, desde 1999, en el cual habrá elecciones presidenciales con la economía en recesión económica. En 2003, cuando asumió Néstor Kirchner, la economía estaba recuperándose de la gran crisis de la Convertibilidad. En 2007, el modelo kirchnerista estaba en apogeo desde el punto de vista económico (alto crecimiento, inflación controlada y superávit gemelos). Y en 2011 la economía crecía al 9%, impulsada por el consumo en el mercado doméstico, aunque ya se dejaban ver ciertas grietas en el actual sistema económico, como la elevada inflación y la fuga de divisas internacionales.

El 2015, en tanto, nos encuentra con el agravamiento de estos dos últimos problemas (alta inflación y escasas reservas internacionales) adicionado a un estancamiento económico. Estamos ante el famoso fenómeno de “estanflación” que llamamos algunos economistas.

Lejos de ser un caso comparable a la depresión económica de 2001, este proceso es inédito y desconocido por la actual administración: llegar a una elección presidencial con la economía “parada”.

Seguramente veremos políticas pro-consumo próximamente para que la anemia económica no golpee con fuerza en octubre, cuando se celebran las elecciones. Pero en el mejor de los casos, la economía no caerá, pero tampoco crecerá.

Bajo este contexto, la pregunta obligada es: ¿cuál es la estrategia que debe llevar adelante el inversor?

Comprar acciones.

Me estoy adelantando a la conclusión de este informe, pero a continuación expondré dos factores que me inclinan a pensar de esta manera.

Adentrémonos en los mismos.

Factor 1: El recambio político

Es indudable que el fin de un ciclo político genera renovadas expectativas. Más allá del color político, las elecciones presidenciales y la posibilidad de un cambio ilusionan a los inversores.

Los años en los que se han celebrados los comicios presidenciales han sido, por lo general, positivos para quienes apostaron a refugiarse y posicionarse en renta variable.

Merval

En los últimos cuatro años dónde hubo elecciones presidenciales, el índice Merval subió en tres ocasiones. Y si tomamos el rendimiento promedio anual, el mismo fue de 25%.

En mi opinión, el efecto expectativas de cambio político, alta inflación y presiones cambiarias llevarán al índice bursátil a una suba superior al promedio mencionado para el 2015.

Factor 2: Los precios incorporan las peores noticias

Argentina no es un país particular. Eso ya lo sabemos. Si hay algo que ha caracterizado a la economía criolla es que a lo largo de su historia su comportamiento ha sido pendular, pasando de un extremo a otro.

En este sentido, el proceso actual no es distinto ni presenta características extraordinarias a períodos anteriores donde los eventos económicos han sido negativos.

En la actualidad convivimos, como ya mencionamos, con una economía estancada, con alta inflación, con caída del comercio exterior (tanto exportaciones como importaciones), con retraso cambiario, con un balance del Banco Central de la República Argentina devastado, con déficit fiscal creciente y con escasez de divisas. Y la frutilla del postre es el default técnico o la falta de acuerdo con holdouts.

Sí, todas malas noticias.

Pero eso es una buena noticia para los inversores.

Los precios de las acciones tienen gran parte de esa información negativa incorporada.

¿Se puede estar peor? Sin dudas. Pero es más probable que estemos más cerca de recibir buenas noticias (con el recambio presidencial) que la continuidad de malas señales.

Una muestra de que el mercado argentino está más barato en términos relativos que otros es utilizando el índice Precio / Ganancias, que vincula el precio de las acciones con las ganancias de las compañías.

Cuanto menor es el índice en cuestión, más barato el mercado.

¿Por qué?

Porque si suponemos que las empresas distribuyen su actual nivel de ganancias en forma de dividendos en efectivo por los próximos años eso nos estaría mostrando en cuanto tiempo el inversor recuperaría su inversión inicial.

Mientras que para las acciones estadounidenses, medidas por el S&P 500, el ratio Precio / Ganancia se ubica en 19 veces, para el caso del Merval ese nivel es de 13,5 veces. Aún sabiendo que el Merval es poco representativo porque sólo contiene 12 empresas, cuando extendemos el análisis al Merval 25 el ratio P/G es de 13,6 veces.

Esto implica que el mercado argentino está barato, incluso cuando lo comparamos con índice regionales como el IPSA chileno, cuyo ratio de Precio / Ganancia es de 15 veces.

La Bolsa argentina se está despertando de letargo. Más inversores hacen apuestas en ella. Y eso induce a la mayor volatilidad. Todos quieren ganar, jugando al alza o a la baja.

De lo que estamos seguros es que a mayor volatilidad, mayor retorno esperado.

Esa es la regla básica y número 1 de los mercados.

Y sobre ella descansa la posibilidad de hacer grandes negocios para el inversor.

El escalofriante riesgo de la bolsa argentina

La palabra riesgo en inversiones es extremadamente utilizada. A mí gusto, un poco más de la cuenta.

Sabemos que, per sé, una inversión en Bolsa es más riesgosa que otras inversiones tradicionales como un depósito a plazo fijo. Pero no descubro nada con ello, sino que detrás convalido la regla que rige en los mercados globales: a mayor riesgo, mayor retorno esperado asociado.

Pero cuando hablamos de riesgo, ¿a qué nos referimos exactamente?

Para medir el riesgo de una inversión en el mundo bursátil se utiliza la noción de volatilidad, la cual está asociada a la variable estadística de desvío estándar. En términos simples, este indicador señala cuál es el nivel promedio de desvío de precios respecto un precio promedio en un período de tiempo determinado.

Cuanto mayor es el desvío estándar, más volátil es el activo: implica que los movimientos de precios oscilan mucho más en relación al precio promedio de ese rango de fechas.

A menudo solemos señalar que la Bolsa argentina es una de las más volátiles del mundo. Esto se debe,en parte, al pequeño tamaño relativo del mercado, la baja liquidez de muchas acciones y la inercia cambiante de la economía local.

No hay duda de ello. Esto es así.

Mientras que en las bolsas desarrolladas, como los principales índices de Wall Street o Europa, el nivel promedio de volatilidad o desvío se ubica por debajo del 20% anual, para el Merval, principal índice de acciones argentinas, ese nivel más que se duplica.

Por ejemplo, para las últimas 40 ruedas bursátiles, la volatilidad llegó al 49%. Esto es altísimo. Y hasta intolerable para los inversores con perfiles de riesgo más conservador.

Cuando desagregamos el análisis, observamos que los niveles de volatilidad de las acciones integrantes del índice son aún más grandes, llegando, en algunos casos, al 93% (como en Petrobras Brasil).

1502_Riesgo argentino

Estos datos, que surgen del Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC), muestran a las claras el por qué la Bolsa argentina se asocia con una inversión de altísimo riesgo. Adicionalmente, lo que observamos es que la prima de volatilidad subió un escalón más en 2015 respecto el nivel de 2014.

¿Por qué?

Por dos cuestiones: estamos en un año de elecciones presidenciales y el mundo se ha tornado más volátil.

Pero esta mayor volatilidad (riesgo) es la que me hace ser más optimista con el Merval para los próximos meses. Usted podrá considerar que no es el momento adecuado para invertir ni mucho menos, considerando los grandes desajustes que existen en la economía argentina.

Pero como dije en un principio, existe una correlación positiva entre el riesgo y el retorno esperado. Y si hay más riesgo hoy, es de esperar que haya más retorno mañana.

Observemos el comportamiento del índice en los primeros 23 días de 2014 y de 2015:

1502_Merval en 23 dias

Luego de un comienzo de año errático, el Merval está haciendo un catch up de performance respecto el 2014. De continuar así, se esperan semanas aún más ventajosas para el inversor que las vividas un año atrás.

Gran parte de las noticias y eventos negativos ya está incorporado en los precios actuales de los activos.

Soy consciente del riesgo, pero soy optimista con las acciones argentinas en 2015.

Tres lecciones del fracaso del canje

Viernes 12 de diciembre, 18 horas. El ministro de Economía, Axel Kicillof, presentó el duro revés a su estrategia de canje de deuda como un gran éxito.
“En momentos en que hay retiro de dinero de los países emergentes, acá solo se cambiaron 185 millones de dólares, y se quedaron con nuestros títulos. El test de confianza ha dado positivo porque nadie se ha querido llevar los dólares”, dijo el funcionario.
Detrás de esa declaración claramente hay desconcierto.
Y se oculta la realidad…
Lo que en una primera instancia era una propuesta inteligente, según mi opinión, luego se llenó de inconsistencias. De allí, el fracaso.
Varios fueron los errores, hasta impensados de que provengan de un equipo de técnicos del ministerio de Economía de un país.
Pero a su vez, debe servir como experiencia. Hay lecciones importantes que deben quedar para evitar repetir errores nuevamente.
El gran desafío es hacer una autocrítica y repensar estrategias.
¿Se podrá?
Lección N° 1: La importancia del incentivo vía precios
 
Por más que una estrategia sea inteligente desde la teoría, no va a funcionar si no está aceitado el proceso de incentivos de precios.
Desde un primer instante el Gobierno intentó seducir a los inversores pagando un precio por el Boden 2015 a un nivel por debajo de lo que operaba en la Bolsa. Si uno, como inversor, ciertamente no tenía la restricción de la liquidez del mercado, la decisión estaba consumada de antemano: no participar del canje.
Resignar US$ 10 dólares en los próximos 10 meses (TIR del 13% en moneda dura) era un castigo demasiado amplio para no lidiar con el riesgo argentino. Quien es tenedor de un bono soberano local ya sabe de qué se trata cuando alguien le quiere explicar el riesgo de su tenencia.
Conclusión: sólo se entregaron bonos por US$ 185 millones.
Adicionalmente, el incentivo de precios tampoco funcionó en la colocación de nueva deuda vía Bonar 2024. De los US$ 3.000 millones pensados inicialmente, sólo se suscribieron US$ 377 millones, algo más del 12%.
¿Por qué alguien le iba a pagar US$ 96,20 al Gobierno por un bono que se conseguía casi US$ 1 por debajo de ese precio el día de cierre de la licitación?
Lección N° 2: No improvisar con el Señor Mercado
 
Al mercado hay que respetarlo. Hay ciertos procedimientos y comportamientos que deben seguirse al pie de la letra.
En caso de no aceptar esas reglas, el riesgo de recibir una “bofetada” es muy alto. Y es algo que debe evitarse porque condiciona el futuro.
En Economía pensaban que la vuelta a los mercados voluntarios de forma unilateral era posible. Cuando se anunció la medida, la gran mayoría de los analistas (incluido yo), pensamos que la licitación estaba casi cerrada de antemano con inversores institucionales.
Pensamos que no se trataba de algo improvisado.
Nos equivocamos…
Y si bien es cierto que se vivió una de las peores semanas del año en las bolsas globales al momento de la colocación, no es menos cierto que hubo errores en la implementación de la estrategia muy grande.
Y esos errores quedaron en evidencia con el resultado de la licitación.
Lección N° 3: El default tiene un costo
 
De alguna u otra manera, el default técnico influyó en el resultado, sobre todo por el lado de la confianza de los inversores.
Aunque el Gobierno lo niegue y se adjudique varias victorias diplomáticas contra los holdouts, el no cumplir con las obligaciones y compromisos tiene sus efectos negativos en la práctica.
No van a llegar fondos frescos en la medida que los problemas que erosionan la confianza no se resuelvan. Y esa resolución implica cerrar, de una vez por todas, el capítulo con los fondos buitres.
Quizás hasta este magro resultado sea una buena noticia y acelere una “negociación” con losholdouts a partir de enero.
Para que esto ocurra, tiene que primar la racionalidad.
Sé que es difícil, pero hay que mantenerse optimista.
De todo revés en cualquier ámbito se aprende, se saca conclusiones, se hace una autocrítica y se mira hacia adelante para construir.
Esperemos que esta vez no sea la excepción…

¿Le importa a la Bolsa los banqueros centrales?

El miércoles 1 de octubre, promediando la rueda bursátil, comenzaron los rumores de la salida de Juan Carlos Fábrega del Banco Central de la República Argentina. A partir de allí, y con la confirmación del rumor, para las acciones argentinas fue todo volatilidad.
 
Leyendo las noticias y haciendo un poco de historia hay muchas cosas que sigo sin entender. Y más aún cuando escucho ciertos argumentos para justificar la débil situación de la economía argentina.
 
Desde “el mundo se nos cayó encima” a “la inestabilidad de las principales economías desarrolladas del globo” son las causas más usualmente utilizadas para culpar a los de afuera por todos los males que atraviesa la Argentina.
 
En paralelo, el mundo real.
 
– Las tasas de interés se mantuvieron en un nivel históricamente bajo en los últimos 6 años, con regiones desarrolladas donde el costo del dinero ha sido virtualmente 0%.
 
– La liquidez que fluyó a los mercados emergentes en ese mismo período fue espectacular.
 
– Los precios de los commodities se mantuvieron en niveles elevados (recién en los últimos seis meses comenzaron a ceder).
 
– Países latinoaméricanos crecían entre 4% y 5% con baja inflación.
 
– Estados Unidos vio su tasa de desempleo caer a menos de 6% por primera vez desde 2008 y su crecimiento del segundo trimestre fue el más veloz desde 2009.
 
¿Este escenario es realmente un mundo caído y culpable de nuestros problemas? 
 
En paralelo, nuestro realidad.
 
Con la llegada de Alejandro Vanoli ya son cinco presidentes del Banco Central en 11 años. Esto da un promedio de casi 2 años por presidente. Es cierto que en el medio, Martín Redrado estuvo seis años al frente de la entidad. Pero la rotación de presidentes es un síntoma de debilidad y falta de institucionalidad alarmante.
 
En Estados Unidos, los últimos cinco presidentes de la Reserva Federal acumulan un período de 36 años, tres veces más que en el caso argentino. Sólo un dato.
 
Otro dato de color muestra que desde 2003 a la fecha, Argentina tuvo ocho ministros de Economía distintos (Lavagna, Miceli, Peirano, Lousteau, Fernández, Boudou, Lorenzino y Kicillof), de los cuales cinco pertenecen a los seis años del mandato de Cristina Fernández. Esto es, casi 1 ministro por año.
 
¿Sabe cuántos ministros de Economía tuvo Brasil desde 2003 a la fecha? Solo dos: Antonio Palocci Filho y Guido Mantega.
 
Se trata de simplemente datos, no estoy haciendo juicios de valor. Pero sí lo que muestra es que gran parte de la inestabilidad Argentina se debe a cuestiones internas más que externas. No busquemos culpables afuera, miremos adentro.
 
¿Usted imagina que es posible que tengamos estabilidad y políticas de largo plazo con semejante rotación de funcionarios en materia económica y monetaria?
 
Complicado.
 
¿Le importa a la Bolsa quién es el banquero central?
 
Más allá de esto, me gustaría focalizarme brevemente en el comportamiento de la Bolsa ante cambios en el sillón presidencial del Banco Central de la República Argentina.
 
Analizando ciertas estadísticas, creo que la conclusión será reveladora.
 
Cualquier movimiento en la cúpula de la autoridad monetaria genera incertidumbre y volatilidad en los mercados en el cortísimo plazo. De eso no hay duda. Y lo ocurrido en la última semana no es la excepción.
 
Pero ¿qué ocurre cuando el cambio político es asimilado y pasan los días? ¿Cómo se reacomodan las acciones?
 
Veamos el siguiente cuadro:
 

  

Lo que se observa es que un mes después de la asunción del nuevo presidente, el mercado o recupera el nivel anterior (caso Marcó del Pont o Fábregas) o está más alto (caso Prat Gay o Redrado), se trate de un presidente más o menos alineado con el mercado.
 
Pero en el mediano plazo (6 meses), la Bolsa parece no interrumpir su tendencia de fondo previa a la que venía mostrando con el recambio presidencial del BCRA. Y, nuevamente, el proceso tiende a acelerarse si el presidente de turno es más amigable con el mercado en general.
 
Usted dirá que hoy la situación económica es muy débil y desafiante en la actualidad. Pero también lo era cuando asumió Prat Gay, Redrado, Marcó del Pont y Fábrega. ¡Así es la Argentina!
 
Van sólo cuatro días de Vanoli al frente de la entidad y si las estadísticas analizadas imperan, la Bolsa debería retomar, tarde o temprano, la tendencia alcista.
 
El tiempo dirá si estamos o no frente a una típica excepción a la regla.