Bonos para todos (y todas…)

Muchas personas piensan que invertir es una locura, casi como jugar al casino. Pero eso se debe, más que nada, a la falta de educación financiera. Hoy te presento un instrumento que puede cambiar tu forma de pensar.

“Romper la inercia”.

Ese es el primer consejo de inversión que le doy a cualquier persona que quiere comenzar a dar sus primeros pasos en el mercado de capitales o, vulgarmente dicho, “la Bolsa”.

Es un camino largo a recorrer, pero si nunca se empieza, la distancia se hace cada día mayor.

¿Pero cómo iniciar con el pie derecho…?

No hay fórmulas mágicas. Siempre hay lugar para el error y aprender de él. Lo ideal sería intentar minimizar el margen de equivocarnos de manera tal de sufrir lo menor pérdida monetaria posible cuando invertimos nuestro dinero.

En ese sentido, uno de los primeros pasos es no limitar nuestro menú para invertir los ahorros sólo en instrumentos tradicionales como pueden ser el dólar o el plazo fijo. Eso es lo que busco en cada columna escrita o contenido generado.

Y si me dejo guiar por el feedback de una última encuesta que realicé en Twitter, creo que de a poco lo estamos logrando:

Image
Para mi sorpresa, ante mi consulta sobre qué harías si tenés unos ahorros de más, las dos opciones más elegidas han sido bonos y acciones. Desde ya que mis seguidores de Twitter son una muestra sesgada hacia las inversiones y finanzas personales, pero aun así no dejé de sorprenderme.
Una vez que abriste la mente y tu abanico de oportunidades de inversión, lo ideal es avanzar con cautela si estás dando tus pasos iniciales en la materia.
Más allá del perfil de riesgo que tenés como inversor, siempre recomiendo a cualquier ahorrista que su primera inversión en Bolsa sea comprar un bono.
¿Por qué?
Simplemente porque es un instrumento fácil de entender (ya te lo explicó Iván Carrino la semana pasada en este mismo espacio) y su riesgo es limitado.
Como vimos, un bono es un instrumento que permite prestar dinero a cambio de una tasa de interés en un tiempo determinado según los términos pactadas en las condiciones de emisión del bono.
Algo que en Argentina tiene una ventaja adicional…
Esto, porque si el bono está denominado en dólares, un inversor puede comprarlo con sus pesos y, en cambio, recibir pagos en moneda extranjera, permitiendo cubrirse de la siempre amenazante devaluación.
Esto lo resalto porque a raíz de la coyuntura actual, los bonos en dólares continúan siendo mis favoritos en este momento. En Argentina hay una inflación importante, superior al 30% anual, y en la medida en que las expectativas no bajen es probable que esa inflación siga presionando la cotización del dólar.
En esta línea, si la inflación persiste alta, el dólar irremediablemente subirá. No importa determinar a qué velocidad lo hará, pero sí sabemos que su tendencia es alcista en el tiempo.
Entonces, qué mejor que invertir tus pesos en un instrumento que te devuelve dólares y que te paga una tasa de interés en esa moneda. ¡Es el mejor de los mundos!
Y otra particularidad no menor es que si invertís en bonos emitidos por el Estados Nacional, que son los que más liquidez tienen, es decir, los que más se operan en la Bolsa, no necesitás de un gran capital inicial para comenzar.
A partir de los $ 5.000 ya podemos invertir en bonos. Y con esto derribamos uno de los principales mitos que hay en torno al mercado de capitales: “la Bolsa es solo para los ricos y entendidos”.
Mis dos bonos favoritos…
Como te mencioné anteriormente, en la Bolsa hay muchas alternativas ligadas a bonos y otros instrumentos. Para comenzar, voy a presentarte mis dos activos favoritos en la sección “renta fija”:
Bonar 2024 (AY24): Para inversores de riesgo moderado, es un bono atractivo, cuyo cupón de interés es de 8,75% anual. Cada 100 bonos que tengas en tu poder, todos los días 7 de mayo y 7 de noviembre recibirás US$ 4,375 en concepto de interés y a partir de mayo de 2019 comenzarás a recibir cinco cuotas anuales de devolución de capital. El rendimiento actual en dólares de este bono se encuentra en 7,05%.
Discount en Dólares Ley Argentina (DICA): Al ser un bono más largo es para inversores que buscan mayor riesgo. De acá hasta el 2023, cada seis meses recibirás una renta de US$ 5,80 por cada seis bonos que tengas. Luego, en 2024, este porcentaje bajará porque comenzarás a recibir cuotas de capital. Todos los pagos son en dólares billete. Su rendimiento anual actual (TIR) es de 7,69%.
Para empezar, creo que estas dos opciones son atractivas.
Como dije al inicio de esta columna, la clave pasa por romper la inercia.
Es hora que lo hagas.

En qué acciones argentinas invertir en 2016

Dentro de dos días Mauricio Macri cumple dos meses en su cargo de presidente de la Argentina. Si bien todavía faltan muchas medidas económicas por tomar, algunas de las políticas implementadas ya tienen sus efectos sobre las acciones argentinas.

El 9 de febrero se cumplen dos meses desde la asunción de la nueva administración al Poder Ejecutivo que comanda la Argentina. Para los inversores, la llegada de Mauricio Macri al poder era como un alivio, ya que aseguraba reglas de juego claras para las inversiones y un mejor clima de negocios.

Sin embargo, como casi siempre ocurre, el mercado bursátil se adelantó a la noticia y la gran suba se dio antes de que Macri asuma formalmente el poder. Luego, el contexto externo y la toma de ganancias llevaron al principal indicador de acciones locales Merval a la deriva, mostrando una performance del 14,3% desde el 9 de diciembre a la fecha.

Merval
¿Será así todo el año para el inversor que apueste por las acciones argentinas?

No lo creo, pero de lo que estoy seguro es que habrá selectividad. Con las medidas económicas anunciadas por el equipo económico vigente, hay claros ganadores y perdedores para 2016.

Desde ya, uno de los sectores más destacados es el agropecuario, donde la devaluación del peso argentino contra el dólar en más de un 35% (si bien fue la formalización de algo que ya se estaba dando en el mercado informal) sumado a la baja de las retenciones a las exportaciones agrícolas, hace que las empresas del sector con perfil exportador tengan atractivo.

En este sentido, algunas compañías como la limonera San Miguel (principal exportadora de limones del mundo) o la productora de alimentos y exportadora de granos Molinos Río de la Plata, pueden sacar provecho de la nueva coyuntura.

Asimismo, otra compañía agrícola con fuerte presencia en el negocio de broker de terrenos agrícolas y producción y exportación de alimentos es Cresud, que tiene una gran cantidad de campos no solo en Argentina sino en Paraguay y Brasil.

Otro sector favorecido con medidas recientes es el de las utilities argentinas, principalmente las ligadas a la energía eléctrica, después de los aumentos de las tarifas y quitas de subsidios a los consumidores. Sin embargo, a mi modo de ver, gran parte de este anuncio ya estaba incorporado en los precios de las acciones como Edenor (EDN).

Aquí, en particular prefiero estar expuesto en Pampa Energía (PAM), que tiene presencia en generación, transmisión y distribución de energía.

Una industria que continuará con buenos márgenes será la bancaria. La suba de tasas de las Lebac del Banco Central (BCRA) ha dado grandes ganancias a los bancos que son los principales colocadores en las licitaciones semanales de la autoridad monetaria. Así, el diferencial entre las tasas activas y pasivas sigue siendo alto, aún cuando se vio resentido el negocio del préstamo al consumidor.

La aceleración de la inflación, por su parte, sumado a la devaluación, lleva a una disminución del poder de compra de los consumidores y eso no beneficia a las empresas ligadas al consumo interno, al menos en el primer semestre del año. Quizás por eso es aconsejable evitar acciones como Siderar e IRSA (IRSA), dueña de los principales shoppings centers del país.

El convulsionado contexto mundial hace que las firmas ligadas a los commodities estén sufriendo a pesar de la última recuperación en estos días. Empresas como las petroleras YPF (YPF) y Tenaris (TS) o exportadoras de commodities industriales, como Aluar, pueden sufrir esta coyuntura.

Por último, y no es un dato menor, lo político tendrá su influencia en el andar de las acciones domésticas. Si el macrismo consigue gobernabilidad y logra pasar leyes claves en el Congreso como las que liberen un acuerdo con los holdouts, entonces será un buen augurio para la renta variable. En caso contrario, hay que prestar atención.

Selectividad, cautela y tolerancia al riesgo son características que deberá tener el inversor minorista que apueste a las acciones argentinas. Ese cocktail puede darle resultado cuando uno analice la performance de su cartera al 31 de diciembre de 2016.

Una medida para estimular el ahorro interno

¿Cuándo es el mejor momento para comprar acciones? Cuando todo se derrumba como es el caso actual. Desde la Comisión Nacional de Valores podrían poner en marcha una medida para estimular el ahorro de los argentinos.

Grandes inversores a nivel mundial señalan que en los momentos en los que arrecia el pánico son los mejores para adquirir acciones a precios de ganga y hacer grandes negocios. Así lo demuestra la historia y quizás estemos ante uno de esos instantes.

Los inversores más frágiles se asustan ante las noticias y mal venden sus tenencias financieras, mientras que los más “astutos” comienzan a hacer de las suyas y comprar barato.

Al momento de escribir este artículo, las bolsas de los Estados Unidos han tenido su peor inicio anual de toda su historia, con caídas que llegan a más del 8% como el caso del tecnológico Nasdaq. El colapso bursátil no es solo en Wall Street, sino que en China y otros mercados emergentes (incluidos Argentina y Brasil) las bajas superan los dos dígitos porcentuales.

Todo luce muy aterrador. Y los pronósticos actuales son cada vez más apocalípticos…

Sin embargo, ¿cómo puede el inversor minorista argentino sacar provecho de este escenario?

Hay muchas oportunidades, pero, lamentablemente hoy está atrapado en el mercado de capitales doméstico.

El 8 de septiembre de 2012 la Comisión Nacional de Valores (CNV) determinó que los Fondos Comunes de Inversión (FCI) que invertían en activos extranjeros debían valuar los mismos a un dólar oficial cuando claramente esos instrumentos se comercializaban al dólar implícito de contado de liquidación que claramente era superior al dólar oficial. Obligaba a las entidades a asumir una pérdida contable que hacía caer la riqueza de los inversores.

Más tarde, el organismo de control decidió limitar al 25% de la cartera total la posibilidad de invertir en activos del exterior, lo que implicó el acta de defunción de los FCI que apuntaban a tener exposición en acciones y bonos del Mercosur, Estados Unidos, Europa y Asia, entre otros.

Lo que hizo la CNV, entonces, fue plenamente contra intuitivo con la noción de diversificación  que tiene que tener un inversor minorista en pos de no solo proteger sus ahorros sino hacerlos crecer.

La diversificación (no poner todos los ahorros en un mismo mercado) permite compensar los riesgos de un instrumentos con los de otros, de manera tal de hacer más eficiente el manejo de la cartera de inversiones.

Claramente, esto llevó al inversor minorista a cerrar toda posibilidad de invertir en activos del exterior mediante uno de los instrumentos de mayor acceso como lo es el Fondo Común de Inversión.

Para darle flexibilidad al inversor y poder ofrecerle un amplio abanico de oportunidades que estimule el ahorro interno, la CNV podría simplemente dar marcha atrás con estas torpezas regulatorias cometidas en años anteriores de manera tal de ampliar la oferta de FCI que las administradoras pueden ofrecer.

Es tan simple como eso…

Si al inversor se le da nuevas alternativas, entonces tendrá un motivo adicional para pensar en el ahorro, sirviendo también a la labor del BCRA de absorber los pesos excedentes en el sistema.

Complementariamente, la educación financiera resulta clave en esta instancia. Hacer conocer con seriedad cuál es el proceso para comenzar a invertir, cómo determinar el perfil de riesgo de cada uno y por qué es necesario poner a trabajar sus ahorros de manera diversificada es una tarea y compromiso que todos los involucrados en la materia debemos asumir.

Pero, para ello, necesitamos el fin de regulaciones absurdas que limitan la oportunidad de elección y decisiones al inversor minorista.

Esperemos que la Comisión Nacional de Valores avance en esta dirección más temprano que tarde.

Diego Martínez Burzaco

Cuatro inversiones para “combatir” el dólar planchado

Pesos

Todos, absolutamente todos, están sorprendidos por la evolución del dólar en los últimos días. Tras el levantamiento del cepo cambiario, la divisa estadounidense dio el salto lógico que indicaba el “dólar libre” de la Bolsa y, a partir de allí, comenzó su tendencia declinante.

Tal es así que en la jornada del 21 de diciembre último, la divisa perforó el piso de los $ 13,00 y llegó a cotizar en niveles de $ 12,80. Allí, los rumores del mercado mencionaron que el Banco Central salió a defender la caída comprando dólares en la plaza cambiaria.

A priori, para el corto plazo, el precio del dólar parecería no se disparará. Esto se debe a diversos factores:

  • Todavía los sistemas de compra y venta libre del dólar que aplican los bancos no están funcionando correctamente.                                                                                                                                                                               
  • Los grandes inversores institucionales, como banco, compañías de seguro y grandes empresas atraviesan una alta estacionalidad de demanda de pesos para afrontar el pago de sueldos y aguinaldos.                          
  • La tendencia bajista del dólar desincentiva la compra del mismo a quienes tenían planes de hacerlo para lograr una cobertura.

A priori, en mi opinión, el dólar continuará estable en los niveles actuales. Fluctuará, pero las oscilaciones no serán muy grandes en magnitud en el corto plazo.

Sin embargo, creo que no se trata de un nivel de equilibrio ni mucho menos. Para el mediano plazo, dependerá mucho de las expectativas de los agentes, algo que está íntimamente relacionado con el nivel inflacionario.

O que se vislumbró en noviembre y diciembre es que la inflación se aceleró. Y de no poder cortar con esta inercia en los meses venideros, es probable ver un deslizamiento alcista del dólar.

Pero no en el corto plazo.

Para combatir el dólar estable y la elevada inflación, hay opciones de inversión en pesos de corto plazo que permiten sacar provecho de una buena renta de cobertura.

Investiguemos estas alternativas:

  1. Letras del Banco Central de la República Argentina. Todos los días martes, la autoridad monetaria licita deuda que se denomina Lebac. Se trata de un instrumento en donde uno le presta dinero en pesos al BCRA y luego del plazo de vencimiento del mismo, la entidad devuelve el capital más un interés. Para ser más concretos, uno compra un activo financiero de deuda del Central a un precio menor a $ 100 y cuando vence el organismo le paga 100 al acreedor. La diferencia de precios es la tasa nominal anual de interés que gana el inversor. En las últimas licitaciones las letras entre 35 y 55 días rindieron en torno al 38% anual. Se trata de un instrumento que fácilmente puede acceder el inversor minorista a través de su sociedad de Bolsa o banco. Recomendable.
  2. Caución Bursátil. Se trata del mercado de dinero de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Allí algunos prestan dinero y otros piden prestado. Para el que tiene un excedente de pesos, puede prestar dinero por un plazo de 7 días como mínimo hasta 60 días o más. Son operaciones que están garantizadas por el Mercado de Valores de Buenos Aires. La tasa de interés promedio de los últimos días, para las operaciones concertadas a 30 días, se ubica en el 31% anual bruto.
  3. Cheques de Pago Diferido. También esta inversión se canaliza a través de la Bolsa. Hay empresas que tienen cheques a cobrar en el tiempo, supongamos 30 días. Como tienen necesidad de los fondos hoy, van a la Bolsa y venden el cheque aceptando un descuento por tener esos fondos disponibles en lo inmediato. El inversor compra el cheque y espera hasta el vencimiento para cobrarlo. Recomiendo los cheques garantizados, que tienen el respaldo de una Sociedad de Garantía Recíproca. Las tasas de rendimiento están por encima del 30% para colocaciones entre 30 y 45 días.
  4. Plazos Fijos. No soy muy amigo de esta inversión, pero con los bancos ofreciendo una tasa nominal anual entre 30% y 32% y un dólar “planchado”, puede ser una alternativa para los más conservadores.

Mientras el dólar se mantenga estable en el cortísimo plazo, estas alternativas pueden cubrirlo de la inflación y darle un retorno en moneda dura.

Aproveche esta coyuntura.

Dollar linked vs Bonos Soberanos en USD

En esta oportunidad grabé un video para @Cronistacom donde doy mi punto de vista de las últimas políticas de financiamiento del Gobierno, si los bonos dollar linked son convenientes o no para el pequeño inversor o si los bonos soberanos en dólares son mejores alternativas. Podés ver el video haciendo clic acá.

En el mercado existen varias opciones para obtener una importante rentabilidad pero no todas son adecuadas para cualquier tipo de inversor. Desde Inversor Global recomiendan diversas opciones que incluyen desde el Bonar X hasta el Bonar 2020.

“Recientemente el Gobierno buscó financiarse en el mercado doméstico emitiendo nuevos bonos atados al dólar (dollar linked), pero creo que aquellos que invierten en estos instrumentos (Bonar 17 y Bonad 17) están apuntando a la unificación del mercado cambiario”, sostuvo el economista jefe de Inversor Global, Diego Martínez Burzaco.

En esta línea señaló que “sí este es el escenario que uno está previendo para el corto plazo,entonces estos bonos que emitió el Gobierno nuevamente, que se subscriben en pesos y se pagan en pesos pero ajustado a la devaluación a la moneda nacional contra el dólar oficial, pueden ser una alternativa”.

Sin embargo, apuntó que, “en el corto plazo, una unificación rápida del mercado cambiario es difícil de implementar, por una cuestión primero política y por una cuestión de los desafíos económicos que plantea la Argentina”.

Y por eso evaluó que “los bonos dollar-linked no constituyen una real oportunidad para el inversor pequeño que busca refugiar y mantener el poder adquisitivo de sus ahorros” y que, en cambio, parece “más seguro ubicarse en la curva de los bonos soberanos en dólares o bonos provinciales pero emitidos en dólares”.

Dijo que en ese contexto, “las alterativas vigentes el Bonar 10 que vence en 2017, el bonar 2020,que es atractivo porque tiene un cupón en dólares de 8%”. Y agregó: “Para aquellos que quieran arriesgar un poco más recomendó el bonar 24 y para los más agresivos que especulan con un arreglo con los holdouts” los bonos más largos en dólares como ser el bono DICA. 

CronistaBonos

YPF: Mi consejo para Galuccio y Kicillof

Creo que por primera vez desde que asumió su cargo como ministro de Economía coincido en algo con el ministro Axel Kicillof: “El mundo se nos cayó encima”.

Brasil está en una peligrosa recesión económica, nuestros socios comerciales devaluaron sus monedas fuertemente y China se desacelera poniendo en riesgo la ascendente demanda de los commodities que exportamos. Todos estos factores exógenos condicionan mucho a la economía argentina.

Pero las limitaciones se agudizan cuando le agregamos los problemas endógenos, muchos de ellos auto generados. La descontrolada emisión monetaria, que alimenta a una de las inflaciones más altas del mundo, y la fiesta del gasto público son dos factores que terminaron de erosionar la credibilidad. Nadie quiere los pesos argentinos, nadie quiere consumir, nadie quiere actuar. Sólo se escucha la palabra refugio, y eso la economía lo siente fuerte.

En medio de este escenario incierto, tengo un humilde consejo para el CEO de “nuestra” querida YPF y para el propio Kicillof, quien es director de la firma. Para empezar, miremos este gráfico:

YPF

En los últimos 12 meses, la acción de YPF, tanto a nivel local como el ADR en Wall Street, se desplomó más de 60%. Mucho se ha hablado de esta situación recientemente en los medios, sobre todo cargando las tintas sobre el Gobierno por el alto precio que había pagado por el 50% de la empresa hace poco más de un año.

Es cierto, hoy la totalidad de YPF vale menos que lo que el Gobierno pagó por el 50%: US$ 5.950 millones. Pero nadie podría haber previsto un derrumbe del petróleo tan significativo como el que evidenciamos en estos tiempos. El barril pasó de US$ 100 a US$ 45, arrastrando a la baja el valor de todas las empresas del sector.

Eso ya está consumado, pero es la mitad de la historia. La otra mitad es que YPF se encuentra a precios de liquidación y la pregunta es si realmente esto está justificado. Según mis cálculos, espero que la empresa gane $ 17 por acción este año y su relación Precio / Ganancia está en 12 veces.

Cuando comparamos la situación de la firma hace un año y medio atrás, al momento en que se pagó la indemnización por la expropiación, y hoy, no vemos grandes rasgos diferenciales. Usted podrá decir la caída del petróleo a nivel global, pero en Argentina estamos parcialmente blindados porque las petroleras usan un barril de referencia en torno a los US$ 75, esto es un 66% mayor que el precio de mercado internacional actual. Esto no se modificó.

Tampoco ha cambiado mucho el potencial de Vaca Muerta, el segundo mayor reservorio de gas y petróleo no convencional a nivel global. La verdad muestra que es caro extraer este tipo de combustible, pero con la protección del precio doméstico estaría más resguardada la ecuación económica del negocio.

Adicionalmente, de los US$ 35 mil millones de inversiones que Galuccio señaló que YPF necesitaba para su desarrollo en el próximo lustro, han llegado menos de US$ 3.000 desde el exterior. Hay muy poco capital hundido y esto es positivo, ya que en estos momentos de incertidumbre son los mejores para seducir al capital foráneo a que venga a invertir.

Como se observa, no hubo muchos cambios sustanciales.

Galuccio y Kicillof, es momento de ser “patriotas”.

¿Cómo?

Si realmente piensan a YPF como las joyas de la abuela, hoy es el momento de ver a la crisis como una oportunidad. Mi consejo es que aceleren al máximo la compra de acciones propias. ¿Qué otro mejor negocio tiene YPF que recomprar sus propias acciones?

Según el último balance, YPF cuenta con una posición de caja y equivalente en torno a los $ 14.200 millones. Con la mitad de ese dinero, la firma podría comprar el 8% del capital social, que equivale a la mitad del floating en circulación.

La flexibilidad del management para detectar estas oportunidades hacen a la calidad de los directores.

Hoy es el mejor momento de comprar las propias acciones de la compañía. Con esto se lograría dar una fuerte señal a los inversores, se recuperaría la confianza, estimularía las inversiones y, adicionalmente, se haría un gran negocio.

Si quieren hacer “patria”, mi humilde opinión es que éste es el camino a seguir.

La nueva gran estafa (al inversor minorista)

nueva-gran-estafa-702x336
Nota publicada el 24/09 en Inversor Global //

Una vez más el inversor argentino quedó al desamparo tras una insólita medida de la Comisión Nacional de Valores. Crónica de un nuevo “robo” contra los ahorristas más pequeños.

Una vez más lo hicieron.

No sabemos si por incompetencia, falta de astucia o con una intencionalidad política manifiesta, pero lo hicieron.

Los encargados de transmitir seguridad y dar certidumbre a los inversores no hicieron otra cosa que exactamente lo contrario. Es inentendible las cosas que ocurren en Argentina, pero la consecuencia es bien clara: un mercado de capitales cada vez más pequeño y alejado de las necesidades reales de financiamiento que tiene el país para lograr un desarrollo sustentable.

Hace exactamente dos meses, el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunciaba una suba de tasas de interés de los plazos fijos para “fomentar el ahorro en pesos”. Quienes confiaron y abonaron esa tesis, nuevamente fueron engañados.

Insólitamente, el día martes, la Comisión Nacional de Valores (CNV) emitió un comunicado por el cual los Fondos Comunes de Inversión debían comenzar valuar sus tenencias de activos en dólares utilizando el tipo de cambio oficial informado por el Banco Nación en vez de tomar directamente el precio del mercado, el cual tiene un tipo de cambio implícito de contado con liquidación.

Pasando en limpio, para la CNV el único dólar válido es el oficial, el cual es inaccesible para gran parte del universo inversor. No le interesa el dólar blanco que surge de la libre interacción de la oferta y la demanda en el mercado de capitales.

El impacto para los Fondos Comunes de Inversión (FCI) es devastador en términos contables. Todas las tenencias de activos nominados en dólares que tienen implícito un dólar de $ 14 deben valuarlas a un dólar de $ 9,30. Eso es lisa y llanamente, un 34% menos.

No se trata de un asiento contable solamente, sino de una verdadera gran estafa.

¿Quién es el principal damnificado?

Sí, adivinó: el inversor minorista.

Aquel que confió no solo en el ahorro en pesos, a través de un FCI, sino en el Gobierno comprando una cartera que invierte en títulos públicos, es el principal perjudicado. Generalmente la primera aproximación del ahorrista al mercado de capitales se da a través de FCI por varias razones:

Rapidez para abrir una cuenta comitente a través del banco.

El inversor tiene una gran oferta de fondos que le ofrece la entidad bancaria donde tiene radicada la cuenta.

Se obtiene acceso a una cartera administrada por expertos a partir de montos de inversión iniciales relativamente pequeños.

Se diversifican los riesgos al invertir en una cartera de activos y no en uno individual.

Por estos motivos, gran proporción de los inversores en FCI son minoristas, como usted o yo.

Claro está que esto poco parece importarle a la CNV, ya que en su justificación señala que “la medida se tomó como forma de proteger al inversor”.

Si bien la normativa no entró en vigencia porque no fue publicada en el Boletín Oficial aun, la medida tuvo un efecto riqueza negativo devastador.

Los principales FCI expuestos ante la normativa se anticiparon y salieron a vender fuertemente las posiciones en bonos en dólares, provocando caídas significativas en el valor de las cuotapartes:

graf

Pero no solamente el efecto negativo se limitó a los inversores que tenían este tipo de FCI, sino que la sangre también llegó al resto de los activos.

La Bolsa de Comercio de Buenos Aires retrocedió un 6% y golpeó fuertemente a los FCI que invierten en acciones, amplificando las pérdidas para el pequeño inversor:

graf

Todo esto confluyó a mayor incertidumbre e inestabilidad. Justo en el peor momento, cuando el mundo financiero externo está en un grave estado.

Para hacerle más difícil la vida al inversor argentino, la CNV innovó esta nueva herramienta. Y no es la primera vez que ocurre…

Hace dos años limitó la inversión de los FCI en activos extranjeros hasta el 25% de su cartera, dejando al inversor sin la chance de invertir en los mercados globales con pesos argentinos.

Lamentablemente, los dirigentes no tienen ni la menor intención de hacer crecer y desarrollar el mercado de capitales. Por el contrario, los cambios permanentes de las reglas de juego conspiran contra el inversor y fomentan la dolarización.

Todos juntos debemos seguir trabajando duro para que esto no ocurra.

A su lado en los mercados,

Diego Martínez Burzaco

Inversiones en pesos, dólar e inflación: cuáles ganaron y cuáles perdieron

Nota publicada en Cronista.com //

El plazo fijo en moneda local aparece como la opción menos rentable de los últimos años. Bonos y acciones, entre las atractivas.

En medio de la economía ajustada y cambiante por la que transita hace tiempo el país, los inversores no dudaron en resguardar sus ahorros, pero algunas decisiones sin dudas fueron más acertada que otras.Cronista.com consultó a un especialista en el tema para preguntarle cuáles fueron las que ganaron en la carrera contra la inflación.

Desde Inversor Global, el economista jefe, Diego Martínez Burzaco, apuntó que “la pérdida de poder adquisitivo fue evidente durante los últimos años para quienes apostaron al peso a través de plazos fijos como inversión”.


“La única real inversión en pesos que le ganó a la inflación fue la Bolsa argentina y los bonos. Los plazos fijos no han sido para nada atractivos”, agregó. Mientras que consideró que “no lo seguirán siendo en absoluto”.


Por otro lado, Burzaco detalló que los que en el último año apostaron al dólar oficial, obtuvieron un rendimiento de 18%, menor incluso que el plazo fijo. En cuanto al dólar informal, el rendimiento fue 19%.

“Si bien el plazo fijo rindió más, en términos de inflación perdió poder adquisitivo”, aclaró e insistió: “La única real inversión que ganó fue quien apostó a la Bolsa, acciones y bonos”.

El siguiente cuadro muestra como, desde 2011 a hoy, la inflación ganó la carrera y desvalorizó de manera notable al peso argentino por el cual muchos decidieron apostar.

Plazos fijos

Esta mañana, el titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, había considerado “raro” que la gente siguiera pensando en dólares en un momento en el que, dijo, “por primera vez en mucho tiempo, los depósitos bancarios crecen en forma récord, la inflación baja significativamente y por primera vez en muchos meses aquellos argentinos que ahorraron en pesos le ganaron al tipo de cambio, sea tomando el dólar ahorro o el ilegal, que esta en niveles muy por debajo de lo que estaban el año pasado”.

El diálogo con radio 10, Vanoli aclaró que el Gobierno está abocado “a cuidar la estabilidad y darle tranquilidad a la gente”, y seguirá en ese sentido. Luego criticó a los grandes operadores o especuladores que “hacen mal uso del mercado de capitales para general operaciones cambiarias, vulnerando las normas del Banco Central”.