La dinámica de lo que ocurrió las últimas semanas en el mercado argentino dejó una clara posición para lo que viene en los próximos meses: estamos en una zona donde sólo los traders puede intentar sacar ventaja de la extrema volatilidad, sea en el mercado de renta fija, en el de renta variable, el cambiario o de tasas de interés.
De esta manera, usted ya está advertido: si no le gusta demasiado el riesgo, manténgase alejado de la gran mayoría de los activos financieros locales.
A diferencia de lo que fue el final de 2018, el 2019 viene acompañado de un condimento adicional a la ya conocida fragilidad de nuestra economía: el factor político. Con una elección que se encuentra más reñida que nunca y con final reservado, las inversiones en acciones y bonos se tornan cortoplacistas y de alto riesgo.
Ese tipo de inversor también existe. Y gracias a los amantes del riesgo es que tenemos liquidez diaria en muchos activos financieros que mejoran, en cierta medida, la profundidad del mercado. Para entender por qué estamos en zona de alta especulación, tres datos son relevantes:
- El riesgo país finalizó el 2018 cerca de 800 puntos básicos, bajó a 630 a fines de enero y ahora lo tenemos instalado en 750 puntos básicos.
- El S&P Merval en dólares llegó a estar cerca del límite de US$ 1.000 dólares hace un par de semanas para ubicarse en US$ 800 en la actualidad.
- La tasa de la Leliq cerró el año en casi 60% anual, tocó 43% hace semanas y ahora volvió nuevamente a su posición al 29 de diciembre.
¿Acaso no es un mercado para traders y amantes del riesgo…?
Para ellos la volatilidad es una tentación y una oportunidad. Y efectivamente, si está dentro de ese grupo, acá hay algunas ideas que puede interesarle:
Carry Trade: con la vuelta de un BCRA muy duro en su política monetaria, podría volver la tentación de “apostar” al peso ante tasas elevadas nominalmente. Todavía el ajuste de las Leliq no se evidenció en el resto de instrumentos en pesos, pero de persistir, llegará. Un 30% de la cartera puede ser tentador, aunque el riesgo cambiario no es menor.
Bonos medios / largos en dólares: Si uno apuesta a que el dólar a nivel mundial dará un respiro y los inversores vuelven transitoriamente a los mercados emergentes, la curva media larga en dólares de los bonos soberanos luce con rendimientos atractivos. El bono de Descuento en Dólares en Argentina (DICA) rinde cerca de 14% anual. Apuntando a una compresión de spreads por mejor clima global se podría hace una diferencia. Otro 30% del portafolio dedicado al riesgo podría ser una apuesta que sirva.
Acciones Especulativas: Estuvieron llegando los balances de la mayoría de las empresas correspondientes al cuarto trimestre. La gran mayoría de ellos aplicaron el ajuste por inflación, mejorando fuertemente la situación patrimonial. Uno de los balances que vino fue YPF S.A. (YPFD) que mejoró consistentemente los márgenes operativos contra igual período del ejercicio previo. Se trata de una acción completamente politizada, pero que luce barata. El riesgo es alto, aunque un rebote del crudo internacional y con la puerta de entrada de Argentina a Emergentes podría funcionar. Acá un 20%. Y los bancos han venido sólidos. Grupo Financiero Galicia (GGAL) bajó recientemente de US$ 37 en febrero a casi US$ 25 en Wall Street. Su balance no ha sido tan desalentador a pesar de la fuerte contracción en la intermediación financiera. Un rebote, si se da lo anterior, es posible. Otro 20% de la cartera por aquí.
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Las anteriores son ideas de inversión solo a título informativo, para inversores proclives al riesgo y que quieran apostar a una recuperación al exagerado castigo que tuvieron los activos argentinos en las últimas tres semanas. Inflación, recesión y, por sobre todo, el factor político son las principales variables que condicionan (y mucho) el andar de dichos activos financieros.
Recuerde, si no le gusta el riesgo y no es trader, mejor mantenerse alejado de la montaña rusa que experimenta nuestro mercado en la actualidad.