Todas las miradas apuntan a Wall Street. Si un inversor pasó desprevenido por este 2021 y se fija que tan bien han marchado los mercados durante el segundo año de pandemia, podría llevarse una visión distorsionada de la realidad.
Wall Street está cerrando un año superlativo. Sus dos principales índices estrellas, como el S&P 500 y el Nasdaq, están cerrando el año con avances de 27%. Sin embargo, cuando analizamos el retorno del MSCI World excluyendo USA nos encontramos que las acciones globales apenas rindieron un 5%, por debajo de la inflación global.
Esta diferencia de retornos es la mayor de los últimos 20 años.
Pese a esta gran performance de Wall Street, las conclusiones prematuras podrías llevar a tomar decisiones erróneas para la cartera.
Por un lado, que a los índices más importantes les haya ido tan bien no quiere decir que toda inversión en la principal plaza bursátil del mundo fue rentable. Lejos de eso, ha sido un año bastante decepcionante para los inversores que no optaron por invertir en los papeles de las big tech o las denominadas FAANG (Facebook, Apple, Amazon, Netflix, Google… y adicionamos Microsoft y Tesla).
Empresas importantes como Paypal (PYPL), Square (SQ), Palantir (PLTR) y Zoom Video Communications (ZM) han perdido en torno al 50% de su capitalización bursátil desde sus máximos. Y otras empresas, que han estado de moda durante la pandemia, como Peloton (PTON) o Zillow (Z) han perdido más del 70% de su valor.
En cierta medida, el Sr. Mercado ha hecho el trabajo de corregir gran parte de la exagerada suba que tuvieron muchas firmas que disfrutaron el exceso de liquidez global. Hacia adelante, en un mundo donde la suba de tasas de interés y la restricción de liquidez comenzará a primar, la selectividad deberá ser abordada profesionalmente.
Así, los índices mantuvieron su ritmo alcista como consecuencia del abultado peso que tienen las 10 primeras empresas en la cartera del S&P 500 y el Nasdaq. Pero para más del 90% restante de los integrantes los mercados, el 2021 no ha sido un año muy auspicioso.
Qué mirar hacia adelante
A nivel general, Estados Unidos luce caro respecto los activos de otros países del mundo. Es cierto que las Big Tech seguirán liderando, al tener una robusta posición de caja, bajo (o nulo) endeudamiento y crecimiento de dos dígitos. Pero sus valuaciones son realmente muy exigentes.
Solo para tener dimensión de lo anterior, valen utilizar algunas métricas. Tanto el ratio Precio / Ganancias ajustado por inflación, como el de Precio / Ventas del S&P500 se encuentra en un máximo histórico. Si estamos en presencia de un cambio de paradigma con las tasas de interés y las valuaciones, no lo sabemos. Pero lo que sí está claro es que cuando hacemos la comparativa histórica, nunca antes las valuaciones se encontraron donde están en este momento.
Mi impresión es que los inversores deberán mirar más allá del país del norte, en otros mercados donde haya liquidez, buenas oportunidades y reglas de juego claras. Canadá, Reino Unido y Francia pueden ser sin dudas alternativas. Para ello, es necesario tener un broker que permita acceder a esos mercados.
También, por qué no, los mercados emergentes pueden ser una alternativa después de un año muy decepcionante en 2021. La historia futura no les juega a favor: períodos de alzas en las tasas de interés, con dólar más fuerte, puede presionar a los commodities, incomodando la macroeconomía de estos países.
Sin embargo, el excepcionalmente bajo nivel de tasas y las atractivas valuaciones actuales pueden llegar a compensar el riesgo de la dinámica global, al menos para capitales que quieran realmente coquetear con una elevada volatilidad y un potencial de crecimiento alto.
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Que tengas un excelente fin de año y un próspero 2022.
Aprendiendo en los mercados,
DMB