Los commodities no estuvieron ajenos a la suba de los mercados bursátiles durante los últimos doce meses y tuvieron su escalada alcista. Muchos de ellos han roto resistencias técnicas importantes y se encaminan hacia nuevos precios récord. ¿Qué implicancia tiene esto para las expectativas en el 2011?.
El primer y más claro efecto es la presión inflacionaria que está ejerciendo la suba de los commodities en aquellas economías que han logrado sortear la crisis financiera de la mejor manera y que han gozado de un crecimiento saludable durante todo el año 2010. En estos dos conceptos básicamente están abarcadas la gran mayoría de las economías emergentes, lideradas por China, Brasil e India.
En tanto, las economías desarrolladas están más preocupadas por reconstruir sus economías tras la crisis que en un posible efecto inflacionario provocado por la mayor demanda ó la suba de los commodities. Es por eso que en estos días hemos visto el anuncio de nuevos paquetes de ayuda financiera para las economías más delicadas, lo que implica más emisión monetaria. Esta situación podría, eventualmente, retroalimentar el efecto inflacionario de recuperarse la demanda antes de lo previsto.
Este no parece ser caso y nuevamente las proyecciones apuntan a que las economías emergentes guíen el crecimiento global. La gran incógnita es qué pasará si la inflación, principalmente, se acelera en el rubro alimentos y fuerzan a muchos gobiernos a adoptar medidas restrictivas para frenar la demanda y provocar una caída en los precios de los commodities. China, la economía más dinámica del momento, señaló que busca un crecimiento económico más moderado y eso podría implica sacar el pie del acelerador en el corto plazo. Eso repercutiría principalmente en los precios de los commodities, forzando una presión bajista.
Sin embargo lo que se observa en la realidad es que los precios de los commodities no solo muestran una tendencia de fondo alcista por cuestiones de demanda, sino que también las limitaciones de la oferta pueden apuntar en el mismo sentido.
Los factores climáticos, los posibles enfrentamientos bélicos y las dificultades en los procesos productivos podrían alterar la oferta tanto de los granos como de los soft commodities.
En principio, no deberíamos esperar un rally alcista de gran magnitud en el corto plazo, aunque una salida de la crisis mejor a lo esperado por parte del mundo desarrollado y la continuidad de la dinámica de crecimiento de las economías emergentes puede llegar a cambiar definitivamente el paradigma sobre los precios de los commodities, beneficiando a los exportadores netos de materias primas, pero conviviendo con mayores tasas de inflación.