Entrevista Radial: Inflación y Economía 2020

La inflación de octubre se ubicó en el 3,3% mensual en Argentina, un nivel más bajo del 4% proyectado originalmente por los analistas privados.

Sin embargo, no hay mucho para festejar. La inflación de 2019 cerrará por encima del 50% anual, marcando el rotundo fracaso de Cambiemos.

Me entrevistaron en Radio Millenium sobre este tema y otros:

https://ar.radiocut.fm/audiocut/diego-martinez-burzaco-resumen-economico/

Argentina no tolera más clichés de campaña

Como si estuvieran en un cuento de hadas, los candidatos endulzan los oídos de los ciudadanos con recetas mágicas que son imposibles de aplicar en el país

La gran mayoría de los argentinos estamos tachando los días que faltan para poner punto final al eterno capítulo del proceso electoral que estamos atravesando. Es un tema que encuentra a la sociedad con un muy escaso límite de tolerancia. Además, también tiene efectos colaterales extremadamente nocivos, tanto a nivel social como a nivel económico.

El grado de incertidumbre es total, por lo que resuelta la contienda electoral del domingo 27 de octubre (si es que no hay ballotage), tendremos, al menos, un elemento de certeza hacia adelante: la persona encargada de gobernar la Argentina durante los próximos cuatro años.

En el mundo económico, el contexto del país nos encuentra con un consenso casi unánime entre los economistas de las distintas vertientes: salir de esta crisis será, como mínimo, doloroso y habrá que hacer sacrificios.

Pese a este diagnóstico, la clase política parece no reaccionar. De un lado y otro del mostrador encontramos discursos que poco tienen que ver con la realidad vigente. Y, además, subestiman la capacidad de la gran mayoría de los argentinos.

Desde el oficialismo, se instala la idea de que lo peor ya pasó, que nos espera crecimiento de los salarios, creación de empleo y el comienzo de un camino de bienestar de muchos años para los que vivimos acá.

Ciertamente todas esas palabras lucen atractivas, pero me preguntó, ¿en base a qué se sostienen esas ideas? Las expresiones de deseo que no van acompañadas de hechos concretos y medidas profundas que requieren coraje, quedan solo en eso: expresiones de deseo.

Durante los últimos cuatro años, tuvimos mucho de esas expresiones de deseo en los dos primeros del Gobierno de Macri. En tanto, la segunda mitad del mandato sacó a la luz las negativas consecuencias de no haber acompañado el discurso con hechos concretos en la realidad.

Sea por imposibilidad, ineptitud o falta de un plan, el fracaso económico está a la luz de las cifras de inflación, decrecimiento, pobreza y salida de capitales.

Del otro lado tampoco encontramos demasiada racionalidad.

En un país sin crédito disponible y sus cuentas públicas en desequilibrio, restarle importancia a incrementar el gasto público cuando de “reconocer derechos se trata” es, al menos, demagógico e irresponsable.

Y no se trata de NO reconocer los derechos, sino de cuáles de ellos deben tener más prioridad ante otros. En un país donde urge solucionar el sendero fiscal de largo plazo para evitar seguir fogoneando la inflación, principal elemento regresivo de la dramática situación social, hablar tan despojadamente del gasto público no merece un análisis serio.

En paralelo, tampoco estamos en condiciones de seguir estigmatizando a nuestros acreedores con el discurso de la ilegitimidad de la deuda pública. Con la imperiosa necesidad de incrementar la tasa de ahorro para financiar el desarrollo de largo plazo, esas declaraciones, como mínimo, terminan espantando al que tiene el capital.

Por lo visto, está en los genes de la clase política endulzar los oídos de su electorado con expresiones y dichos que carecen de todo raciocinio de la actual situación del país.

Y las consecuencias de esta falta de sentido común están a la vista. El ahorrista busca refugio, no por especulación sino por el instinto de supervivencia que debe desarrollar en medio de este mar de incertidumbre.

Así, la brecha entre el dólar “oficial” y el dólar libre (dólar Bolsa) llegó al máximo de casi 18% desde la imposición del control de cambios.

Mientras seguimos con los clichés, el dólar libre habla. Y las consecuencias de ignorar los problemas pueden derivar en daños colaterales mayores.

Sólo la cruda verdad puede comenzar a recuperar parte de la confianza perdida. Acá, no hay atajos.

Argentina: ¿sobra o falta tasa de interés?

En vez de discutir ideas de fondos, los argentinos como apasionados que somos discutimos temas superficiales sin mucho conocimiento ni tecnicismo detrás. Esta vez, el concepto que se transformó en trending topic fue la tasa de interés. A continuación, hago un aporte al tema.

A nivel local, la semana económica estuvo centrada sobre la el nivel de tasas de interés que había en Argentina. El punto de partida del debate lo inició el candidato a presidente opositor, Alberto Fernández, que señaló que dejaría de pagar “las elevadas tasas de interés de las Leliq y con ello financiaría un aumento del 20% para todas las jubilaciones”.

Más allá del tinte electoralista que puede denotar esa declaración, una vez más creo que la ignorancia económica que tienen muchos actores relevantes de nuestra sociedad ha quedado en evidencia cuando tomaban postura sobre este tema.

Mi intención con esta columna es esclarecer algunas cuestiones en torno a este tema, obviamente a partir de los datos, para que usted, como inversor, pueda llevar adelante la mejor estrategia de inversión para proteger (y hacer crecer) su ahorro.

Antes de comenzar, me gustaría preguntarle.

¿Usted cree que sobra tasa de interés o que hace falta…?

Espero aclarar el panorama a continuación…

El origen de las Leliq

Las Letras de Liquidez (Leliq) son instrumentos de política monetaria utilizados por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) para poder controlar la cantidad de dinero que circula en la economía. Las Leliq sólo pueden ser compradas por los bancos comerciales y no por el público en general.

La idea es que los tenedores de instrumentos que emite el BCRA sean sujetos que estén regulados por la propia entidad, de manera de disminuir los riesgos de permanencia, tomando como experiencia la mala praxis que ocurrió con las Lebac durante la crisis de 2018.

De esta manera, acá tenemos un primer error conceptual de importancia en la visión de Alberto Fernández: las Leliq y su tasa de interés son herramientas del BCRA para hacer política monetaria y no son recursos líquidos que pertenecen al Tesoro y que se puedan usar discrecionalmente, para financiar aumentos salarios, jubilaciones o cualquier otra partida de gasto público.

Detrás de las Leliq, los plazos fijo

Hemos escuchado hablar de “bicicleta financiera” durante mucho tiempo, un cliché extremadamente repetido por gente que tiene escasa idea sobre cómo funciona el canal del ahorro y la inversión.

Con el fin de que las “elevadas” tasas de interés que recibían los bancos por las Leliq se traslade a los plazos fijos, el BCRA permitió realizar, transitoriamente, encajes (el dinero que tienen que dejar en el BCRA para garantizar el repajo delos depósitos a plazo) en forma de Leliq.

Así, los bancos podrían ofrecer un mayor rendimiento por los plazos fijos que otorgaban a los depositantes, teniendo recursos necesarios para fomentar el crédito al sector privado.

Desde ya que las condiciones macroeconómicas del país tuvieron un impacto negativo significativo sobre la expansión del crédito al sector privado, pero la situación bancaria hubiera sido mucho peor si el BCRA no se ocupaba de recrear ciertos incentivos para que los ahorristas dejaran su dinero en el banco.

Sin incentivos para ahorrar, el crédito de largo plazo nunca aparecerá y, por ende, la capacidad de desarrollo del país quedará meramente limitada a una expresión de deseo.

Es la inflación, no la tasa

Finalmente, me gustaría dejar en claro mi postura contraria a los que señalan con mucho desparpajo sobre la existencia de la bicicleta financiera.

Horrorizados por la elevada tasa de interés, critican y estigmatizan al ahorrista. Esos críticos hacen una omisión que, a esta altura del partido, me parece mal intencionada: se refieren a la nominalidad de la tasa de interés y no a la variable real, que implica descontar la inflación.

Así, se quejan cuando los bancos pagan a los ahorristas la estrepitosa tasa de interés de 50% anual por un plazo fijo. ¡Pero omiten señalar que la inflación de junio fue del 55% anual!

En relación a lo anterior, hice el siguiente ejercicio. Desde la aplicación del nuevo esquema monetario, el 1 de octubre pasado, la tasa de interés “ha venido subiendo”, pero porque la inflación se fue acelerando.

Si uno hubiera realizado un plazo fijo a 30 días a la tasa vigente al 30 de septiembre y lo hubiera renovado el último día hábil del mes siguiente a la tasa de mercado, hoy tendría una ganancia real de 4,29% contra la inflación acumulada.

Así, los datos demuestran que la “excesiva tasa de interés” del sistema financiero no es más un cliché político de campaña que sirve para sacar de foco lo realmente importante.

De esta manera, cuando alguien le hable sobre la bicicleta financiera y la “timba”, dígale que la tasa de interés es la adecuada para fomentar, de una vez por todas, el tan necesario ahorro en el país.

Sin ahorro, no hay inversión. Y sin inversión, no hay perspectiva económica favorable para el país.

No tenga miedo al debate, los datos están a su favor.


¡No jueguen con las Leliq!

Como inversores, deberíamos apagar la televisión y la radio y no dejarnos contaminar por los discursos de nuestros políticos en estos momentos. Como argentinos, deberíamos repudiar la actitud y dichos de muchos dirigentes.

A menos de dos semanas de las elecciones primarias PASO que marcarán el rumbo política para la elección presidencial de octubre, algunos candidatos acuden nuevamente a discursos demagógicos y cargados de populismo para intentar captar el voto de los indecisos.

En esta línea, el principal opositor del oficialismo, Alberto Fernández, se refirió a la posibilidad de dejar pagar los intereses de las Leliq (Letras de Liquidez del Banco Central de la República Argentina) para ofrecer un aumento en todas las jubilaciones, mejorando el poder adquisitivo de los haberes de las personas del ciclo pasivo.

Claramente se trata de una media impracticable en los hechos y que deja al candidato en cuestión al borde de la ignorancia económica sobre qué son los instrumentos en cuestión y cómo funcionan.

Algunos conceptos que detallo a continuación podrían brindar algo de claridad a la discusión:

  1. Las Leliq son un instrumento de política monetaria que el BCRA utiliza para controlar la cantidad de dinero en la economía y con ellos cumplir los objetivos de la base monetaria del programa que está llevando a cabo. En este sentido, las Leliq sólo son suscriptas por los bancos directamente con la autoridad monetaria. No es dinero ni del sistema de pensiones y jubilaciones, ni del Tesoro Nacional, por lo que no puede ser tomado para adoptar medidas populista de incremento salarial discrecional al menos que se quiera avanzar sobre la autonomía de la entidad.                                                                                                                                        
  2. Más del 80% de los fondos que los bancos comerciales tienen colocados en las Leliq respaldan los depósitos a plazo fijo de los ahorristas, por lo que cualquier atisbo a limitar ese instrumento de manera coercitiva tendrá como correlato una posible fuga de depósitos a plazos que podrían alimentar una dolarización excesiva del portafolio y hasta una aceleración inflacionaria.                                                                                                                                          
  3. Las consecuencias de “arremeter” contra las Leliq llevaría, como mínimo, hacia una desestabilización del sistema financiero, propio de la naturaleza de la salida de depósitos que podría generar, llevando a una suba de la tasa de interés para parar la desconfianza contra el peso, algo que en tiempo de nerviosismo y pánico se transforma en un instrumento de escasa eficacia.                                                                                                                                                     
  4. Finalmente, romper el contrato voluntaria entre el BCRA y los bancos comerciales acrecentaría la incertidumbre por la debilidad que genera en la autoridad del banco central, al tiempo que se iniciaría una fuerte ola de reclamos judiciales de las entidades bancarias para con el país.

Bajo este criterio, resulta netamente sorprendente la declaración de Alberto Fernández, ya que no tiene ningún objetivo económico positivo palpable. Solamente es entendible, aunque muy poco atinado, dese el contexto político.

Para poder resolver el problema de fondo con las Leliq, una vez aclarado el panorama político, deberá lograrse mediante un aumento de la demanda de dinero que sea consecuencia de una rebaja de la inflación presente, de las expectativas inflacionarias futuras y de la confianza generada en los agentes a partir de un país que tenga más previsibilidad en el próximo lustro.

Apuestas de alto riesgo para un año electoral

La dinámica de lo que ocurrió las últimas semanas en el mercado argentino dejó una clara posición para lo que viene en los próximos meses: estamos en una zona donde sólo los traders puede intentar sacar ventaja de la extrema volatilidad, sea en el mercado de renta fija, en el de renta variable, el cambiario o de tasas de interés.

De esta manera, usted ya está advertido: si no le gusta demasiado el riesgo, manténgase alejado de la gran mayoría de los activos financieros locales.

A diferencia de lo que fue el final de 2018, el 2019 viene acompañado de un condimento adicional a la ya conocida fragilidad de nuestra economía: el factor político. Con una elección que se encuentra más reñida que nunca y con final reservado, las inversiones en acciones y bonos se tornan cortoplacistas y de alto riesgo.

Ese tipo de inversor también existe. Y gracias a los amantes del riesgo es que tenemos liquidez diaria en muchos activos financieros que mejoran, en cierta medida, la profundidad del mercado. Para entender por qué estamos en zona de alta especulación, tres datos son relevantes:

  1. El riesgo país finalizó el 2018 cerca de 800 puntos básicos, bajó a 630 a fines de enero y ahora lo tenemos instalado en 750 puntos básicos.                                                                                                          
  2. El S&P Merval en dólares llegó a estar cerca del límite de US$ 1.000 dólares hace un par de semanas para ubicarse en US$ 800 en la actualidad.                                                                                 
  3. La tasa de la Leliq cerró el año en casi 60% anual, tocó 43% hace semanas y ahora volvió nuevamente a su posición al 29 de diciembre.

¿Acaso no es un mercado para traders y amantes del riesgo…?

Para ellos la volatilidad es una tentación y una oportunidad. Y efectivamente, si está dentro de ese grupo, acá hay algunas ideas que puede interesarle:

Carry Trade: con la vuelta de un BCRA muy duro en su política monetaria, podría volver la tentación de “apostar” al peso ante tasas elevadas nominalmente. Todavía el ajuste de las Leliq no se evidenció en el resto de instrumentos en pesos, pero de persistir, llegará. Un 30% de la cartera puede ser tentador, aunque el riesgo cambiario no es menor.

Bonos medios / largos en dólares: Si uno apuesta a que el dólar a nivel mundial dará un respiro y los inversores vuelven transitoriamente a los mercados emergentes, la curva media larga en dólares de los bonos soberanos luce con rendimientos atractivos. El bono de Descuento en Dólares en Argentina (DICA) rinde cerca de 14% anual. Apuntando a una compresión de spreads por mejor clima global se podría hace una diferencia. Otro 30% del portafolio dedicado al riesgo podría ser una apuesta que sirva.

Acciones Especulativas: Estuvieron llegando los balances de la mayoría de las empresas correspondientes al cuarto trimestre. La gran mayoría de ellos aplicaron el ajuste por inflación, mejorando fuertemente la situación patrimonial. Uno de los balances que vino fue YPF S.A. (YPFD) que mejoró consistentemente los márgenes operativos contra igual período del ejercicio previo. Se trata de una acción completamente politizada, pero que luce barata. El riesgo es alto, aunque un rebote del crudo internacional y con la puerta de entrada de Argentina a Emergentes podría funcionar. Acá un 20%. Y los bancos han venido sólidos. Grupo Financiero Galicia (GGAL) bajó recientemente de US$ 37 en febrero a casi US$ 25 en Wall Street. Su balance no ha sido tan desalentador a pesar de la fuerte contracción en la intermediación financiera. Un rebote, si se da lo anterior, es posible. Otro 20% de la cartera por aquí.

Las anteriores son ideas de inversión solo a título informativo, para inversores proclives al riesgo y que quieran apostar a una recuperación al exagerado castigo que tuvieron los activos argentinos en las últimas tres semanas. Inflación, recesión y, por sobre todo, el factor político son las principales variables que condicionan (y mucho) el andar de dichos activos financieros.

Recuerde, si no le gusta el riesgo y no es trader, mejor mantenerse alejado de la montaña rusa que experimenta nuestro mercado en la actualidad.