Por Diego Martinez Burzaco para Sala de Inversión
Mientras el sector bancario mundial sufre la sobrerreacción de los mercados por el temor a una crisis financiera, algunas entidades de las economías emergentes se presentan como una oportunidad.
Mientras que muchos de gran calidad y prestigio internacional como el Deutsche Bank o el JP Morgan cotizan por debajo de su valor de libros y crecen las dudas sobre si su capital será suficiente para atravesar la crisis, existen oportunidades en países como la Argentina. Este es el caso del BBVA Banco Francés (BFR).
La entidad tuvo ganancias la semana pasada de 197 millones de pesos argentinos o 0,367 por acción en el segundo trimestre, prácticamente en línea con conseguido en el período anterior y un 3% por debajo de las del año pasado. En el semestre, acumula un beneficio de 392,5 millones (0,734 por papel), lo que muestra un avance interanual del 8,1%.
La noticia positiva es que mejoró mucho su resultado operativo trimestral gracias a la mayor intermediación financiera y redujo su dependencia de los números provenientes por sus tenencias en títulos públicos.
O sea, el resultado por su cartera de bonos soberanos argentinos cayó en el trimestre por la débil performance que tuvo la deuda local. Sin esto, (en torno a los 70 millones de pesos) sus ganancias netas del período ascendieron a 270 millones (0,50 por acción), un 30 % más que en el mismo lapso de 2010.
El crédito al sector privado avanzó un 10% en los últimos tres meses y un 55% respecto los valores del año pasado. El impulso del consumo privado en la Argentina le permitió mejorar sustancial su negocio “core” (intermediación financiera).
Paralelamente, lideró el ranking de calidad de su cartera, ya que cuenta con un ratio de préstamos irregulares de tan sólo el 0,5% del total. Otro atractivo de importancia es que ha retomado hace un par de años su política de distribución de dividendos en efectivo. Sin ir más lejos, distribuyó 1,50 pesos por acción en abril, lo que representó un rendimiento aproximado de un 10%.
Si se anualizan sus resultados del primer semestre, el ratio precio / ganancia que obtendríamos para todo 2011 estaría en torno a las 8,4 veces, una cifra bastante atractiva respecto sus pares de la región.
En conclusión, el sector bancario argentino tiene la ventaja de estar poco expuesto a la crisis financiera global, lo que significa un activo de valor en la actualidad. Asimismo, la abultada liquidez del sistema financiero hace prever que no hay un riesgo estructural en el fondeo de las entidades.
Pero, el talón de Aquiles del sector es la débil intermediación a nivel agregado (sólo 12% de préstamos sobre el PIB), aunque la rueda está comenzando a girar y el BBVA Banco Francés es una de las mejores entidades que están preparadas para asumir un importante rol y ganar mercado en este sentido.