Me parece estar viviendo un nuevo déjà vu. Y no me estoy refiriendo concretamente a la pandemia.
¡Sí, exacto! Es la Argentina pre-electoral.
Pasan los años y los demandas económicas, de cara a estos eventos, son siempre las mismas, con el agravante de que la situación social empeora drásticamente.
No hay que tener demasiada inteligencia para saber que sin un cambio de rumbo económico, que inspire confianza, el país quedará a merced de la mediocridad y el estancamiento. No es una posición subjetiva, no es opinión. Acá solo hacen falta los números: nuestro país es el único de la región que un siglo después está peor económicamente y con un menor nivel de PBI per cápita.
Excluyamos del análisis Venezuela, por cuestiones lógicas, pero con el resto de nuestros pares estamos quedándonos atrás hace varias décadas. No nos estamos comparando ni con la “aburrida” Suiza ni con la “aperturista” Suecia que tiene falencias en manejar la pandemia. Son nuestros países vecinos, con quienes compartimos estructuras económicas, mercados y costumbres.
¿Acaso ellos son tan diferentes a nosotros en los procesos políticos? Para nada. En todos los países de la región hay alternancia del poder, con gobiernos con sesgos a la izquierda y a la derecha. Sin embargo, esto no impide tener tres o cuatro consenso básicos sobre los que no se avanzan. Y son en estos consensos los que se construye el marco institucional y las reglas de juego claras que permiten hacer negocios de manera menos incierta.
Voy a enumerar algunos conceptos que todos conocemos de memoria y que venimos escuchando hace mucho tiempo:
- Déficit Fiscal.
- Insoportable presión impositiva.
- Alta Inflación.
- Emisión Monetaria.
- Deuda impagable.
- Mercado laboral insufrible.
Si están en la agenda económica de hoy, de cara a las elecciones, es porque ninguno de estos problemas se abordaron ni solucionaron.
Nuestros países de la región seguramente tengan muchos desafíos. Pero ninguno de los que mencioné anteriormente porque son cuestiones donde, sobre la base de un consenso, se resolvieron hace tiempo.
No sufren inflación, no hay emisión monetaria a mansalva, no enfrentan un default de su deuda cada 7 años en promedio y tienen cuentas del fisco enmarcadas en un camino relativamente sustentable que les permite acceder a los mercados de financiamiento a tasas de interés tremendamente bajas.
¿Y qué pasa con mis inversiones?
Considerando la historia, hay pocas chances de que con el resultado de las elecciones primarias puedan encauzarse la solución de los problemas estructurales señalados en el caso de Argentina.
Así, más allá de la tristeza o desencanto que nos produce como ciudadanos, lo importante es ver cómo nos impacta en nuestro rol de inversor.
De esta manera, me pareció muy útil grabar este video con tres consejos útiles de cómo poder invertir de cara a las elecciones parlamentarias.
Si el video te parece útil, te invito a suscribirte a mi canal de Youtube, dejarme comentarios y compartir el contenido para quién pueda estar interesado.
Que el ruido político no te desvíe de tu objetivo inversor.