¿Cuántas veces hemos escuchado la frase “esta vez es distinto”? Seguramente ha pasado por nuestros oídos infinidad de veces, sin importar el contexto.
Para los que trabajamos en inversiones, el concepto de “esta vez será diferente” lo venimos escuchando con mucha frecuencia. Y básicamente surge en relación a un nuevo cambio de paradigma respecto el ciclo alcista de los commodities y su influencia sobre el ciclo económico y de los mercados.
A priori, cuando nos remitimos a la historia, por el momento hay signos coincidentes entre lo ocurrido en el pasado y lo que está aconteciendo en este momento, independientemente de las causas que están impulsando los eventos.
A pesar de que muchos analistas de mercado aseguran que esta vez es distinto por el hecho que tenemos efectos colaterales por una pandemia, sumado a un reciente (e inesperado) conflicto bélico, yo tengo una postura más bien contrario a esos argumentos: en mi visión, estamos ante una típica correlación de un ciclo económico natural, que va a derivar en un estancamiento económico con consecuencias para el portafolio.
El gráfico que mejor retrata lo que me parece que está ocurriendo es el que les muestro a continuación:
En mi visión particular, creo que estamos atravesando la Fase 6 del ciclo económico y de los mercados. Ya hemos vivido un bull market de los bonos y de las acciones a nivel general, y ahora es el momento de los commodities. ¿Cuándo? En un contexto en donde la actividad económica global se está desacelerando y el concepto de estanflación se hace cada vez más presente.
En este preciso momento, los bancos centrales están ajustando su política monetaria para encarrilar las expectativas inflacionarias. La suba de tasas de interés que transitaremos este año, no solo por parte de la FED sino el resto de sus colegas globales (como el banco Central de Inglaterra y el Europeo), hará que la economía se enfríe, entrando una una etapa que puede coquetear con la recesión.
Una vez que arribemos a ese punto, la inflación debería comenzar a ceder, parte porque los efectos transitorios de suba de precios por Covid-19 deberían desvanecerse y otro tanto porque la demanda se resentirá con un costo del dinero más alto. Así, los bonos volverán a hacer una alternativa de inversión relativamente atractiva, sobre todo los de corto plazo.
El seguimiento natural a esto es que los bancos centrales dejen de ajustar su política monetaria y comiencen una reversión del ciclo, dando lugar a un comienzo de atracción de las acciones en las carteras de inversión de los inversores promedio. Las ganancias corporativas deberían tener un punto de inflexión en términos de desaceleración y los negocios deberían fluir.
Así la Fase 2 y 3 estarán en plena vigencia, iniciando nuevamente un proceso de optimismo con el mercado a nivel general. El gran dilema es cuándo esto ocurrirá y cuál será la magnitud de la velocidad de estos cambios. Es ahí donde yo creo que hay un proceso diferencial con la historia: los actores econçomicos más relevantes han aprendido la lección y su capacidad de actuar más rápidamente es sumamente relevante y evidente.
Las oportunidades, con suma selectividad, irán aflorando a lo largo del camino. Ahí es dónde tiene que estar la atención del inversor y los recursos. El foco es lo más importante en este momento.
De todos esto y más hablaremos en nuestro encuentro mensual para suscriptores de Portafolio Sin Fronteras. Es el jueves 21 de abril a las 22hs. Hay solo 10 vacantes disponibles para los que quieran registrarse haciendo clic acá.