Esta columna fue publicada en Infobae el 6 de febrero último.
Muchos tenemos la sensación de que la Argentina, con sus vaivenes permanentes, es un país que te saca hasta la última gota de energía que tenemos durante nuestra edad activa. La imposibilidad de planear a largo plazo, la sensación de crisis permanente y la gran incertidumbre en materia económica son algunas de las cosas que conspiran contra la idea de tener una vida más tranquila y confortable desde lo financiero.
Pero si pensás que algo cambiará cuando llegue el momento de jubilarte, tengo muy malas noticias. Si no fuiste precavido, la situación no hará otra cosa que empeorar.
Recibir una jubilación digna por todo aquello que uno dio durante su vida laboral es una utopía propia de un país como el nuestro. Sin planeamiento previo, nuestra calidad de vida decrecerá.
Solo basta con considerar los niveles de jubilación actuales y compararlos con el costo de vida. Las estadísticas son elocuentes en este sentido. ¿Cómo podemos mitigar este efecto negativo? Pensando más en nosotros y nuestra planificación a partir de HOY mismo.
La idea central de esta estrategia es saber que debemos armar un fondo complementario a la jubilación. Sin él, estamos destinados a pasarla mal.
En el pasado, el esquema de jubilaciones privadas llamadas AFJPs, tenían una interesante variable de poder invertir los aportes jubilatorios en determinados activos financieros.
Además, también estaba la posibilidad de hacer aportes voluntarios por encima de los que marcaba la ley y, con eso, engrosar nuestro ahorro.
Cada inversor podía ver transparentemente en dónde estaba invertido su dinero y cómo era el retorno que se obtenía. Sin embargo, el sistema tenía un pecado original del que no pudo librarse: la garra del Estado todopoderoso que estaba al alcance de la política de turno.
Como es historia conocida, durante el kirchnerismo se estatizó todo el sistema, sin reconocer siquiera los aportes voluntarios. Todo lo que está a merced de la política, está en riesgo.
LECCIÓN 1: El fondo complementario debe estar fuera del alcance de los políticos.
Seguramente una de las preguntas que te estarás haciendo en este momento es cuánto es el monto que debés destinar a este ahorro.
Mi respuesta lógica es que cuanto más mejor, sin dudas. Pero soy consciente que también hay que tener disponibilidad de dinero para invertir hoy, por lo que cada uno debe analizar cuál es el esfuerzo que tiene que hacer hoy para comenzar a ahorrar.
Solo a modo de ejemplo, dejame mostrarte el siguiente análisis.
Supongamos que te faltan 20 años para jubilarte y podemos poner una meta de ahorro anual de USD 3.000. Suena mucho, lógicamente lo es, pero al cambio vigente se trata de $56.000 anuales que a su vez son $4.666 mensuales.
Creo que suena bastante lógico para el promedio de cualquiera de nosotros.
Si somos capaces de ahorrar eso por año y hacerlo rendir 5% en dólares, reinvirtiendo todo el capital más los intereses por 20 años tendríamos lo siguiente:
Habiendo ahorrado durante 20 años unos USD 3.000 por año e invirtiéndolos a una tasa conservadora, tendríamos un 87,5% más de dólares para “disfrutar” en nuestra edad jubilatoria.
Si te preocupás por la inflación, dejame decirte que en el largo plazo es lógico que el dólar invertido te alcance para cubrirte de la suba de precios en nuestro país.
Esos USD 112.516 que tendrás en 20 años, significan una disponibilidad de USD 5.625,8 anuales por los siguientes 20 años o un equivalente a casi USD 470 adicionales a tu jubilación por mes. Pero como vos no utilizarás esos USD 112.516 todos de una vez, sino que retirarás algo mensualmente, el saldo lo podés dejar trabajando en inversiones, aumentando tu fondo complementario.
LECCIÓN 2: Empezá a ahorrar hoy e invertí tu dinero siempre.
La última pregunta que te hacés es dónde invertir. Acá entramos en juego nosotros con nuestros reportes frecuentes. Históricamente un 5% anual se podía conseguir fácilmente con una inversión en bonos globales, pero hace 10 años esto dejó de ser así.
Hoy se complica acceder a esos retornos a menos que uno invierta la totalidad de su dinero en bonos argentinos.
Pero como siempre decimos, hay que diversificar. Y quizás lo que antes era considerado de mucho riesgo para un capital pensado para la jubilación, como ser las acciones, hoy no lo es tanto.
Existen acciones de todo tipo y riesgo. Tal es la oferta en el mundo de la renta variable, que el CEO de BlackRock, uno de los fondos más grandes del mundo, recientemente dijo que hasta personas por encima de los 50 años que están ahorrando para su jubilación deberían pensar en destinar gran parte de ese dinero a las acciones.
Hay que ser cuidadoso y entender cómo funciona cada instrumento, pero la diversidad de hoy hace que no sea tan difícil perseguir un 5% de retorno anual en dólares.
LECCIÓN 3: Aprendé a evaluar los riesgos de cada activo financiero e invertí siguiendo tu perfil.
2 Comments
Excelente nota. Ya pasé los 40 años y estoy implementando este sistema. Lo considero de suma importancia para aquellos que dependemos de un sueldo y no tenemos grandes activos de los cuales podramos vivir el día del mañana.
Gracias Diego.
Gracias Horacio, creo que es súper necesario instrumentar esto. Ser consciente que depende de nosotros y que si nos quedamos sólo con lo que nos dará el Estado por nuestra jubilación, entonces veremos descender dramáticamente nuestra calidad de vida.
Un saludo,
Digo