La paradoja de la FED: sube absolutamente todo!

Después de unos meses de dejar desatendido este blog he decidido volver a tomar el toro por las astas y comenzar a revivirlo con contenido propio.
 
Si bien ha pasado mucha agua bajo el puente en la economía global desde mi último post, lo que prácticamente no se ha modificado es la tendencia de los dos mercados más importantes de los Estados Unidos: el de acciones y el de bonos.
 
La tendencia fue claramente alcista.
 
Cuando promediaba mis estudios universitarios, dando mis primeros pasos en el aprendizaje de la economía y las finanzas, recuerdo haber leído en más de una oportunidad, en libros de textos o papers, a más de un prestigioso economista y/o analista de mercado señalar el comportamiento opuesto que históricamente mostraban las acciones y los bonos del Tesoro estadounidense.
 
El argumento principal era el siguiente:
 
“Cuando los inversores sienten el riesgo y tienen en pánico, es lógico ver un movimiento masivo de venta de acciones (haciendo retroceder a los mercados) que fluye a los bonos del Tesoro estadounidense, incrementando su demanda, haciendo subir sus precios y disminuyendo sus rendimientos. Estos activos son utilizados como un refugio seguro hasta tanto pase el vendaval que originó la venta de acciones. De esta manera, mientras que los mercados de acciones bajan, el mercado de los Treasuries sube. Es decir, se mueven en dirección opuesta.
Con el mismo razonamiento, cuando observamos una mayor tolerancia al riesgo de los inversores, se produce el movimiento contrario. Se venden los bonos del Tesoro, sus precios caen, para comprar acciones, generando una suba en las bolsas. Nuevamente, ambos mercados se mueven en dirección opuesta.”
 
Hasta aquí todo muy entendible e intuitivo.
 
Pero entonces cómo explicamos el siguiente gráfico entre el S&P 500 (rojo) y el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años (azul):
 
 
En los últimos 5 años, el S&P 500 duplicó su valor y alcanzó un récord histórico. En el mismo período, el rendimiento del Treasury a 10 años bajó casi un 25% (o lo que es lo mismo, el precio de los bonos subió).
 
Esto quiere decir que tuvimos tanto un bull market en acciones como en bonos, contradiciendo la teoría mencionada anteriormente.
 
¿A qué se debe?
 
Pura y exclusivamente a la Reserva Federal. La extraordinaria política monetaria expansiva ha generado, por un lado, una deflación en los rendimientos de todos los instrumentos de renta fija del mercado, incluidos los bonos del Tesoro americano. Por otro lado, ha generado una gran inflación en los precios de los activos financieros de la categoría de renta variable (acciones). De esta manera, ambos mercados (acciones y bonos) tuvieron una fabulosa expansión alcista.
 
¿Es acaso racional esto? Para lo que se había vivido antes de la crisis de 2007 claramente no lo es. Sin embargo, ahora parece el estado más lógico y “normal”.
 
De cara al futuro, los agentes actúan pensando que esta política de la Reserva Federal se mantendrá para siempre (o al menos por un período de tiempo relativamente largo). Esto es lo que aumenta los riesgos de cara al futuro.
 
Si no es un inversor cortoplacista y se focaliza más allá de dos o tres años vista, una estrategia “racional” a ejecutar sería apostar a la vuelta de la “antigua normalidad” en términos de rendimientos de los bonos del Tesoro.
 
Allí, jugarle a una baja en estos instrumentos no sería alocado. 
 
Al menos, con una parte de sus ahorros.



Advierten que habrá otra devaluación si no se facilita la entrada de dólares e inversiones

Entrevista que me realizó el sitio Noticias Argentinas
 
El economista Diego Martínez Burzaco señaló que el gobierno “probablemente necesitará devaluar nuevamente” en el segundo semestre del año y señaló que “aún faltan tomar medidas de fondo” para frenar la inflación y recuperar divisas del Banco Central
 
El economista Diego Martínez Burzaco advirtió que el gobierno “probablemente necesitará devaluar nuevamente” en el segundo semestre del año y señaló que “aún faltan tomar medidas de fondo” para frenar la inflación y recuperar divisas del Banco Central.
 
Martínez Burzaco, economista jefe de la consultora Inversor Global, explicó que “se necesitaría una posible devaluación si los esfuerzos para contener la emisión y el gasto público no alcanzan y se incrementa el déficit fiscal”.
 
En una entrevista con la agencia Noticias Argentinas, dijo que las recientes medidas cambiarias “principalmente sirvieron para parar la inestabilidad del corto plazo de dólar,que repercutió fuertemente en la inflación”.
 
El analista consideró que algunas de las medidas tomadas “fueron en la dirección correcta”, aunque advirtió que “se necesita un cambio de fondo que aún no fue resuelto”.
 
Dijo que se requiere que haya una “oferta de dólares sistemática y genuina que engrosen y que haga cambiar la actual debilidad de las reservas”.
 
En su opinión, “todas las medidas para el incremento en la oferta de dólares son coyunturales,como obligar a los bancos a bajar sus depósitos en dólares o pedirle a las cerealeras que adelanten las exportaciones, y no pueden persistir en el tiempo”.
 
Martínez Burzaco señaló que “una de las formas genuinas de obtener dólares puede venir por el lado productivo, otorgando incentivo para diversificar exportaciones o generar un clima de mayor confianza para que vengan inversiones”.
 
Agregó que en el sector financiero el gobierno “debería flexibilizar o modificar “la norma que obliga a los que vienen a invertir a un encaje del 30% del capital, durante tres años, lo que los obliga a tener inmovilizado ese dinero”.
 
El economista alertó que cuando entren en vigencia los aumentos que se acordaron en las paritarias “seguramente vamos a tener un nuevo repunte de la inflación, porque muchos empresarios querrán trasladar ese mayor costo a precios, sabiendo que si la oferta no responde se va a justar por precio”.
 
El economista criticó el programa de Precios Cuidados, al señalar que “es una medida de corto plazo para contener expectativas, y es de carácter coyuntural y no va a servir para nada, como pasó con otras medidas similares en el pasado, cuando se aplicaron este tipo de programas y la inflación no cedió”.
 
El economista de Inversor Global agregó que “en el segundo semestre del año deberían destrabarse los préstamos de los organismos internacionales para compensar la falta de dólares y la caída estacional del comercio exterior porque bajan las liquidaciones”.
 
Confió en que las medidas de corte ortodoxo que se tomaron y el acercamiento al FMI y al Banco Mundial “pueden ayudar a volver a los mercados financieros donde se podrían conseguir dólares”.

La acción de YPF mantiene riesgo a corto plazo, a pesar de Chevron

Por Sala de Inversión

Las acciones de YPF (YPF) continúan teniendo riesgo a corto plazo a pesar de los anuncios positivos realizados por la compañía, como el inicio de la segunda etapa de inversiones conjuntas con la estadounidense Chevron (CVX) para explotar Vaca Muerta, la adquisición de los activos locales de Apache Corporation y las exitosas colocaciones de deuda efectuadas a nivel internacional.
La empresa argentina, nacionalizada en mayo de 2012, afirmó hoy que sumará este año nuevas inversiones conjuntas con Chevron por un valor superior a los 1.600 millones de dólares para explotar el yacimiento de shale oil y shale gas.
En la segunda fase se incluirá la perforación de 170 pozos adicionales durante este año y la “completación y construcción de facilidades de producción para la producción”.
“El dato clave de la operación es que el dinero que aporta Chevron ingresará a través del mercado cambiario, lo que significa que el BCRA (Banco Central de la República Argentina) tendrá cerca de 800 millones de dólares adicionales”, afirman desde la consultora Research for Traders.
Según YPF, el proyecto piloto desarrollado hasta marzo implicó un desembolso inicial de 1.240 millones de dólares íntegramente financiado por Chevron, que permitió el desarrollo de 20 kilómetros cuadrados y la perforación de 161 pozos.
“Yo le pongo fichas, y creo que es una muy buena opción. Es la joyita que tiene el gobierno, así que va a hacer todo lo necesario por explotarla”, apunta por su parte María Belen Matar, operadora de Bell Sociedad de Bolsa.
Sin embargo, “YPF sigue inmutada. Pese a todos los acuerdos alcanzados, sus acciones continúan por debajo de los máximos de diciembre”, destaca Lucas Agrello, analista de Ravaonline.
El techo más alto que alcanzaron sus ADRs en Nueva York fue 69,20 dólares en 2005, y ayer cerraron a 30,65. En tanto, en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), sus papeles cotizan cerca de los 295 pesos argentinos.
“En el corto plazo, los desafíos de Miguel Galluccio (presidente y CEO de la petrolera), siguen siendo elevados, como por ejemplo, cerrar nuevos acuerdos de inversión con grandes petroleras, de manera tal de darle forma a la potencialidad de Vaca Muerta, y eso incluye generarle un marco normativo y de incentivos atractivos a las grandes compañías globales”, indica Diego Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global.
Incluso, desde una perspectiva técnica, el analista Julián Yosovitch, de Ruarte’s Report, considera que sus ADRs deberán quebrar “por encima de los 31,50 dólares para poder despejar cualquier ajuste mayor y habilitar nuevas subas hacia los 33 dólares primero y a los 34 más tarde, junto a los máximos previos”.
De todas maneras, ve que el mercado tiene un comportamiento “muy trabado y solapado, por lo que hay que cuidar soportes ante nuevas bajas, ubicando en los 29,10 dólares el primer nivel de contención, siendo los 27,50 el soporte de corto plazo de mayor peso”.
“Caídas por debajo de los 27,50 dólares, colocarán a YPF en situación de vulnerabilidad, con lo que se ampliaría la posibilidad de un ajuste mayor, rumbo a valores más deprimidos”, advierte Yosovitch.
Según Martínez Burzaco, la continuidad de Chevron en el proceso de desembolso de inversiones “es una señal auspiciosa para que YPF pueda continuar buscando oportunidades de inversión para Vaca Muerta. A mediano plazo, la acción luce como una de las potenciales ganadoras dentro del espectro de acciones de la Argentina”.
Agrello coincide. “En costo de oportunidad, en el corto plazo, otros sectores tienen un view alcista más definido, como fue el caso del sector bancario y posterior a este, el energético, particularmente el transporte y distribución de gas, beneficiado por el interés del gobierno de regularizar y actualizar el cuadro tarifario, y en un segundo plano, dentro del mismo sector, la energía eléctrica”, afirma.
Pero el analista de Ravaonline también destaca: “En el caso de YPF, se vio la apreciación en el segundo semestre de 2013, y nos mantenemos cerca de los máximos mencionados de ese año. En cuanto el mercado financiero argentino se encuentre arbitrado en su totalidad, YPF se destacaría del resto por sus proyecciones a futuro. Hoy, considerando el mediano plazo, se encuentra estable y no es atractiva por un costo de oportunidad del mercado local”.

Las acciones de la Argentina, pendientes del dólar

Por Sala de Inversión

Ya se sabía que 2014 sería un año complicado para las acciones argentinas, porque para este año se proyecta una desaceleración de la economía doméstica con alta inflación, lo que afectará de manera negativa los resultados corporativos.
Pero el mercado local sigue operando con un ojo puesto en el precio del dólar, que solo en el mes de enero se incrementó un 23% frente al peso, y esta semana, distintas medidas oficiales intentan contenerlo.
Tras siete ruedas consecutivas de alzas, el Merval -principal indicador de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA)- cayó ayer un 3,5%, hasta los 5.924,08 puntos, después de que el Banco Central, a través del comunicado A5536, modificara la posición neta de moneda extranjera a las entidades bancarias, que podrán tener un máximo del 30% de su patrimonio en activos en moneda extranjera (divisas, futuros, bonos y ONs, entre otros) y un 10% de posiciones netas abiertas de futuros de dólares.
“Esto generó un reacomodamiento en el precio del dólar, provocando la merma en la cotización del dólar implícito, impactando en los precios de varias acciones locales”, explican los analistas de Research for Traders en un informe.
Para contener la demanda de dólares, el BCRA siguió actuando también en el mercado monetario con una fuerte absorción de pesos en la licitación de letras Lebac y Nobac. La entidad bancaria, además, subió la tasa Badlar al 28,8% para el plazo de 90 días y tiene previsto continuar con la subida de tasas de interés hasta tanto logre calmar las expectativas del mercado.
 
Sin embargo, los especialistas advierten que estas medidas son insuficientes. “Particularmente, la norma que obliga a los bancos a vender sus tenencias de dólares es coyuntural, de corto plazo y sigue sin resolver el problema de fondo, que es el de buscar mecanismos para incrementar la oferta de reservas y, al mismo tiempo, generar mayor credibilidad para bajar las expectativas devaluacionistas que existen”, indica Diego Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global.
Según el banco de inversión Goldman Sachs, el peso podría depreciarse este año un 55%, hasta alcanzar niveles de 10 pesos por dólar. En tanto, para la calificadora de riesgo Moody’s, la depreciación podría ser del 50%.
“En el corto plazo –completa Martínez Burzaco-, es probable que el dólar oficial sienta la presión a la baja, más si el BCRA sigue parando la demanda de divisas para importaciones”.
En efecto, la autoridad financiera les dijo a los importadores que esperen unos días más para comprar divisas. A su vez, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se reunió ayer con los principales representantes de las compañías cerealeras y aceiteras en la Casa de Gobierno, y “se mantuvo la proyección más optimista de que la entrada de dólares de este complejo agroexportador podría alcanzar los 30.000 millones”, según publica el diario Ámbito Financiero.
Así, con la obligación de los bancos de desprenderse de gran parte de sus dólares y la liquidación de los agroexportadores, la plaza se inundaría de liquidez y el BCRA podría mantenerse al margen del mercado, sin necesidad de vender dólares y perder reservas, con el objetivo de contener la subida del dólar.
“Si el tipo de cambio se estabiliza, en algún sentido eso trae más previsibilidad a la economía. Pero es clave el tema de las reservas: si frenás el tipo de cambio pero seguís perdiendo muchas reservas, a la larga no se sostiene”, apunta el analista Andrés Cardenal.
“A corto plazo –continúa- la Bolsa ajusta por tipo de cambio, pero si uno quiere un mercado al alza a largo plazo, la previsibilidad es importante. Un acuerdo con el Club de Paris ayudaría mucho en términos de conseguir reservas y como señal de política económica”.
En el contexto actual, el contado con liquidación debería caer y los bonos en dólares, que cotizan en pesos en la Bolsa local, como el Boden 2015 o el AA17, van a estar presionados a la baja.
Martínez Burzaco sugiere un trading de corto plazo: los bonos en pesos, y estar atentos al nuevo índice de inflación del INDEC, considerando que están exentos de la coyuntura del dólar.
Mientras tanto, en Research for Traders, estiman que el Merval podría caer mínimamente hacia la zona de los 5.500 puntos, punto por donde cruza la media móvil de 50 ruedas.
Por otra parte, los expertos consideran que las acciones de Siderar y Aluar serán las beneficiadas de la devaluación del peso este año en la Bolsa porteña.

Las acciones de Edenor y un complicado 2014

 
Las acciones de Edenor (EDN) podrían volver a caer durante este año tras haber ganado un 234,90% en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) durante 2013, debido a que se espera que sus cuentas muestren un patrimonio neto negativo en 2014 y a que no se avizora un aumento tarifario en el corto plazo.
El alza que vivieron sus papeles en los últimos meses se debió principalmente a compras especulativas, por lo que los especialistas del mercado consultados por Sala de Inversión América le auguran tiempos difíciles por delante.
Uno de los problemas de la compañía tiene que ver con las deudas en dólares que contrajo en los últimos años, ya que la devaluación constante que viene teniendo el peso argentino impactará negativamente sobre su balance.
“Si no hay aumentos en sus ingresos por ventas, esperamos que las pérdidas operativas sigan aumentando. Por otro lado, en 2014 volverá a impactar negativamente el aumento salarial de las paritarias aún en negociación, el aumento de costos y las multas y sanciones recientemente conocidas. Todo ello volverá a erosionar el patrimonio neto de la empresa, al punto de volver a ser negativo como sucedió en 2013”, explica Guido Bizzozero, analista de Allaria Ledesma.
Diego Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global, coincide y agrega un dato que resulta escalofriante para los accionistas de la firma. “Es una empresa casi quebrada desde lo financiero”, afirma.
“La perspectiva negativa refleja nuestra expectativa que los márgenes y flujos de fondos de Edenor continuarán deteriorándose, dada la sostenida presión de los costos y la falta de un mecanismo viable para recuperar este incremento de costos. Si los márgenes y la generación de efectivo continúan su tendencia a la baja y las presiones de costos adicionales no son atendidas mediante un aumento o un ajuste de sus tarifas, las calificaciones podrían, muy probablemente, experimentar una baja adicional”, afirma un informe de Moody’s publicado el 20 de diciembre de 2013.
La agencia le bajó la calificación a la distribuidora de energía debido el pobre desempeño operativo que mostró durante el primer semestre del año pasado, su insuficiente generación de efectivo y su liquidez extremadamente débil.
El congelamiento de tarifas para el sector público en general por parte del gobierno de Néstor y Cristina Kirchner hace más de diez años ha ahogado a las compañías a nivel financiero, pero durante 2013, las expectativas de algún cambio al respecto impulsaron fuertemente al alza a los papeles del sector energético argentino.
Sin embargo, los especialistas se muestran pesimistas ya que no esperan incrementos tarifarios en el corto plazo y, por eso, sus acciones no replicarían la performance que tuvieron en los últimos doce meses en la BCBA.
“El año pasado, la compra de acciones de Edenor tuvo un componente especulativo y de oportunidad muy grande por su posición técnica, tratando de anticipar el momento en que las energéticas puedan volver a facturar algo más – explica Federico Fiscella, administrador de carteras en Rosental -. La relación entre el gobierno y el sector ha sido siempre hostil en cuanto al manejo de las tarifas, lo que sucede es que el mercado observó que el gobierno estaba entrampado con el tema, perdiendo su bien más preciado, las reservas, por la importación de energía que demanda la economía. Ese fue el fundamento de los inversores: anticiparse al momento en que el gobierno se vea forzado a encarar un plan para el sector”.
Según el especialista, “el gigantesco atraso que aún tiene la cotización en función del congelamiento de tarifas, hace que cualquier rumor sobre un avance político sobre el tema tarifario haga disparar los precios”.
Martínez Buzaco coincide y agrega que “se trata de inversores que buscan especular con una mejora en la situación financiera de la empresa a partir de un aumento de las tarifas. No se trata de inversores de largo plazo”.
Por su parte, María Belén Matar, operadora de Bell Sociedad de Bolsa, afirma que “muchos ingresaron a Edenor con la idea de que el Estado tome las riendas y suponiendo que iba a replicar el movimiento de YPF (YPF), un papel que subió con fuerza en 2013. En realidad, es bastante lógico pensar que si año a año aumentan los consumos en energía, el papel debería subir”.
En tanto, Martínez Burzaco resalta que el alza que tuvo la compañía “responde a expectativas de incrementos tarifarios, pero esa idea perdió un poco de momentum tras la crisis energética de fin de diciembre. En principio, tiene que haber una recomposición tarifaria importante para cambiar las expectativas. En el corto plazo, no se va a dar”.
Esta problemática ha llevado a las empresas del sector y, especialmente a Edenor, a congelar sus inversiones y a verse imposibilitadas para tomar créditos. Las consecuencias directas de esta situación se vieron en diciembre cuando, ante los picos de demanda de electricidad, se produjeron cortes de luz en la ciudad de Buenos Aires y alrededores, lo que, a la vez, generó un descontento social contra la firma.
“En relación a las empresas distribuidoras, no veo una mejora durante la gestión política actual”, resalta Fiscella y una fuente del mercado afirma que hablar de Edenor es como escribir ciencia ficción: puede suceder cualquier cosa; la decisión la tiene el Gobierno”.
No obstante, más a largo plazo y desde una perspectiva técnica, el analista Julián Yosovitch de Ruarte’s Report es optimista: sus acciones “han avanzado de manera tendencial entre los mínimos de diciembre de 2012 de 1,65 dólares hasta los máximos de 9,60, generando subidas en 5 movimientos. Por ende, el recorte actual deberá ser entendido como contra-tendencial y finalizará en los mínimos mencionados, a la espera de que la tendencia alcista quede retomada rumbo a nuevos máximos, generando ascensos aún más dinámicos que los vistos hasta ahora”.