¿Qué se espera para las acciones en 2021?

¿Tengo que invertir parte de mi dinero en acciones en 2021? ¿Será rentable hacerlo?

A esta altura del año existen una serie de rutinas que se evidencian con fuerza en Wall Street. Entre ellas, una de las más reconocidas es que los estrategas de los bancos de inversión ofrecen su proyección de retorno sobre las acciones que componen el índice S&P500 para el año que está por comenzar.

La mencionada práctica no es necesariamente apreciada por la capacidad de acierto de los analistas. De hecho, el track record (historial) de esas proyecciones es bastante deficiente cuando se las compara con lo que finalmente ocurrió en la práctica. Sin embargo, es un habito adoptado.

En mi caso personal, comparto el escepticismo del inversor respecto a estas cifras que se proyectan. Es imposible saber con exactitud cómo se comportará el mercado durante el año que comienza. Sin ir más lejos, la principal la principal lección la ofreció este 2020 que estamos despidiendo: absolutamente nadie pudo estar en condiciones de predecir el advenimiento de una pandemia como la que tuvimos.

Además, existe un claro sesgo a proyectar positivamente (nadie nunca acertó un retroceso de los mercados) y también de estar cerca del consenso para evitar quedar muy desalineado con el mainstream de la industria.

Pese a esto, como señalé, los cisnes negros son realmente difíciles de predecir y visualizar. Así las cosas, los estrategas redoblan sus apuestas todos los años y ofrecen su visión. ¿Qué tienen entre manos para el 2021? Lo siguiente:

En promedio, los analistas esperan una suba aproximada de 10% del S&P 500 para el 2021. Con ese retorno, las acciones seguirían siendo un muy buen negocio.

¿Acaso es tan improbable?

Como dije anteriormente, no comulgo demasiado con este tipo de proyecciones, pero no es un retorno que parece imposible de alcanzar para el 2021. Y me baso en dos hechos de la historia.

El primero es que el S&P 500 ha mostrado un retorno de 9.8% anual promedio en los últimos 30 años, por lo que ese 10% proyectado no es más que ubicar ese pronóstico dentro de la medio histórica de las últimas tres décadas.

El segundo aspecto, también tiene que ver con los datos del pasado. Hace unos meses escribí un artículo en donde mencioné que las elecciones presidenciales en Estados Unidos no debían ser una preocupación para el inversor. Las estadísticas mostraban que los años electorales eran buenos para la performance de la Bolsa y que el año posterior a este evento también. De hecho, el S&P500 rindió, en promedio, más del 9% el año siguiente a las elecciones.

Entonces, si bien retornos pasados no garantizan resultados positivos en el futuro, “la mesa está servida” para pensar en un buen año para las acciones. Lo que sí me preocupa del mercado actual son las valuaciones. Aun considerando que las vacunas para combatir la Covid-19 traerán cierta normalidad, gran parte de las cotizaciones ya tienen incorporadas esa normalización. De hecho, el ratio Precio / Ganancias futuro del índice está en récord histórico.

Todo lo anterior favorece a pensar de que tendremos un buen año para las acciones, pero habrá que ser selectivo. Para ello, estoy trabajando en un servicio de suscripción basado en mi experiencia que puede serte de utilidad. Si estás interesado, anotate aquí para recibir pronto novedades.

¡Muchas felicidades! Ojalá tengas un excelente 2021.

Aprendiendo en los mercados,

Diego

Acciones: Una alarma que no podemos ignorar

Estamos ante un típico escenario donde los inversores bajan la guardia, se siente confiados y no perciben los riesgos. Hay un indicador clave que nos está mandando una alarma que no debemos dejar pasar.

Por más que uno sea un inversor de largo plazo, muchas veces debe saber que hay un lema que nunca debe dejar de lado al momento de invertir: “Es tan importante el timing de comprar una acción, como el momento de venderla si las ganancias son significativas”.

El timing de venta se torna aún más importante en situaciones de exceso de confianza de los inversores y mercados en zona de sobrecompra. Hoy estamos ante esta realidad.

¿Qué es lo que me hace pensar esto?

Hay un indicador que es objetivo y que se calcula en base a las ganancias concretas de las compañías y a los precios que las mismas tienen en Bolsa. Se trata, ni más ni menos, que del ratio Precio / Ganancia.

Este múltiplo, que surge del cociente entre el precio de una acción y las ganancias de esa firma, nos indica cuántos años de iguales ganancias son necesarios para recuperar la inversión si la empresa distribuyera la totalidad de las mismas como dividendos en efectivo.

Cuanto más bajo es el valor del ratio P/G, menos años necesito en teoría para recuperar el dinero, y más conveniente es la inversión.

Uno como inversor puede calcular el P/G para una acción concreta, un grupo de acciones, una industria o un sector determinado. Siempre es válido el valor del P/G comparado con otro, ya que se trata de una valuación relativa.

En esta línea, podemos comparar distintos P/G de diferentes compañías que pertenecen a la misma industria para saber cuál está más barata que otra. O también, podemos comparar el Precio / Ganancia actual del activo contra la evolución promedio histórica de ese ratio y determinar si está muy cara o no en los momentos vigentes.

Si hacemos esto último con el índice S&P 500 vamos a descubrir que hoy la Bolsa está cara.

 

S&P

El gráfico anterior es elocuente de lo que ocurre con el S&P 500, el principal indicador bursátil del mundo que incluye las 500 empresas más grandes de Estados Unidos.

El indicador Precio / Ganancia se encuentra en 19,4 veces. Esto es superior a las 17,6 veces de promedio de los últimos 15 años (línea marrón) y las 15,9 veces del promedio de los últimos 10 años (línea gris). Ese es el primer llamado de atención.

La segunda luz amarilla se enciende a partir de que cuando este ratio cruza de abajo hacia arriba el promedio de los últimos 15 años, entonces se está gestando una crisis. Un claro ejemplo fue a finales de 2007 cuando luego estalló la burbuja inmobiliaria.

Son alertas que no podemos ignorar.

Hay dos posibles causas de la suba del P/G del S&P 500. O sube mucho el precio de las acciones (numerador) o no crecen lo suficiente las ganancias corporativas (denominador). Hoy ambos efectos ocurren en simultáneo.

¿Todas las acciones caerán con una inminente corrección del mercado? No. Pero es el momento de estar más alerta y selectivo que nunca.

 

 

 

 

Ese “maldito” índice…

Nota publicada en Inversor Global

Para muchos ingresar al mercado de capitales es una tarea casi inalcanzable. Para los que están adentro, obtener una performance mejor que el S&P 500 es algo titánico. Hoy le cuento por qué ni una ni la otra razón son verdaderas.

Dos preguntas sintetizan, en general, el primer contacto que tengo con los nuevos suscriptores de Inversor Global:

  • Soy totalmente nuevo en esto y no tengo idea cómo empezar. Es demasiado complejo todo. ¿Debo tener una cuenta en un broker para comenzar a invertir?
  • ¿Me conviene empezar invirtiendo en un fondo común de inversión (FCI) o fondo mutuo cuando recién estoy empezando hasta que adquiera experiencia?

La primera de ellas reflejan las sensaciones de miedo y desconocimiento que todo individuo tiene cuando enfrenta una nueva actividad. Es entendible, desde ya. Y sobre todo si lo relacionamos con el mundo bursátil que está lleno de prejuicios que más que acercar alejan al inversor pequeño.

La Bolsa no es un lugar exclusivo para ricos ni muchos menos. Es el canal más importante y con mayor oferta de productos que un individuo tiene a su disposición para invertir sus ahorros.

Y con ello, protegerlos de distintos flagelos como inflación, devaluación, etc…

Pero sí. Para poder avanzar en cualquier operación bursátil hace falta contar con una cuenta en un intermediario, el broker. No es tan difícil como se piensa. Con solo llenar unos documentos y presentar documentación sobre el origen de los fondos ya es suficiente.

La segunda pregunta no es tan fácil de responder. Al menos en forma breve. Pero asumo el desafío y avanzo en ese sentido.

Es natural que en un principio uno se sienta inseguro y con poca confianza para manejar su dinero al momento que está dando los primeros pasos en la materia. Por esta razón, se tiende a delegar la administración de los ahorros a un tercero con mayor experiencia.

A esto se dedican precisamente los fondos mutuos o FCI: son grandes carteras de inversión con participación atomizada de una gran cantidad de inversores y que descansan en la sabiduría de un portfolio manager que toma las decisiones en torno a la estrategia a seguir.

Mi respuesta, entonces, ante esta segunda consulta es que si en el corto plazo uno no se siente preparado ni capaz de asumir el compromiso de manejar sus ahorros, un camino alternativo es elegir un fondo mutuo para comenzar.

Pero ¡atento!…

Sólo lo justifico para el corto plazo y no como la adopción de una estrategia permanente para tratar de lograr lo mejor para sus inversiones.

A continuación le voy a dar mi argumentación…

SI SE PUEDE…

En finanzas e inversiones hay dos corrientes de pensamiento bien diferenciadas en torno a al manejo del dinero: la administración pasiva vs la administración activa.

La administración pasiva de un portafolio descansa en la idea de que en el largo plazo es muy difícil obtener rendimientos relativos superiores al índice, supongamos, al S&P 500. Éste ha obtenido un rendimiento promedio anual de 9% en los últimos 100 años.

Esta teoría es sostenida muy acérrimamente por los fondos mutuos pasivos que simulan o “siguen” la cartera del S&P 500. Sostienen que lo mejor es quedarse lo más próximo al índice de manera tal de replicar lo más cercano posible su rendimiento.

Sin embargo, esto es una falacia.

Observemos el siguiente gráfico:

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Según un estudio de Goldman Sachs, de 248 fondos mutuos relevados que siguen al S&P 500 y tratan de tener una rentabilidad mayor, sólo el 43% de los mismos lo han logrado en lo que va del año 2015.

¡Se trata de menos de la mitad!

Y si nos remontamos al promedio de los 10 últimos años, sólo el 36% ha logrado superar al índice en cuestión.

La pregunta que uno, como inversor, debería hacerse es: ¿tiene sentido invertir en estos fondos si las posibilidades de obtener un rendimiento mayor que el S&P 500 es de 1 en 3?

La respuesta es NO, en absoluto.

Para ello es preferible invertir en el ETF que replica el índice, que es el más líquido del mundo, y cuyo ticker es SPY. Ahí hay más posibilidades de empatar, salir hecho.

Pero yo le dije que hay otra vertiente a ésta, que es la de la administración activa y en la cual yo me siento más cómodo y representado.

Aquí se encuentran los denominados “stock pickers” (cazadores de acciones) cuyo pensamiento radica en que es posible obtener retornos superiores a los del índice de forma sustentable en el tiempo a través de la elección de acciones.

Y yo también lo creo.

Sino no tendría razón de ser el servicio que lidero de Crisis & Oportunidad ni mi sección de la Revista IG “El Ojo sobre el Mercado” donde selecciono acciones individuales.

Con respecto a esta última, le doy un ejemplo de cómo evolucionaron mis cinco recomendaciones del año en comparación con el índice:

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                                                Fuente: Inversor Global

Como observamos, 4 de las 5 acciones seleccionadas vienen batiendo al S&P 500 durante el mismo período de análisis. Obviamente que esto es de corto plazo, pero soy consciente de que se le puede ganar al índice S&P 500 en el largo plazo seleccionando activos con criterios sólidos y fundamentos alentadores.

¡Sí se puede!

A su lado en los mercados.

Diego Martínez Burzaco

Para Inversor Global