En qué acciones argentinas invertir en 2016

Dentro de dos días Mauricio Macri cumple dos meses en su cargo de presidente de la Argentina. Si bien todavía faltan muchas medidas económicas por tomar, algunas de las políticas implementadas ya tienen sus efectos sobre las acciones argentinas.

El 9 de febrero se cumplen dos meses desde la asunción de la nueva administración al Poder Ejecutivo que comanda la Argentina. Para los inversores, la llegada de Mauricio Macri al poder era como un alivio, ya que aseguraba reglas de juego claras para las inversiones y un mejor clima de negocios.

Sin embargo, como casi siempre ocurre, el mercado bursátil se adelantó a la noticia y la gran suba se dio antes de que Macri asuma formalmente el poder. Luego, el contexto externo y la toma de ganancias llevaron al principal indicador de acciones locales Merval a la deriva, mostrando una performance del 14,3% desde el 9 de diciembre a la fecha.

Merval
¿Será así todo el año para el inversor que apueste por las acciones argentinas?

No lo creo, pero de lo que estoy seguro es que habrá selectividad. Con las medidas económicas anunciadas por el equipo económico vigente, hay claros ganadores y perdedores para 2016.

Desde ya, uno de los sectores más destacados es el agropecuario, donde la devaluación del peso argentino contra el dólar en más de un 35% (si bien fue la formalización de algo que ya se estaba dando en el mercado informal) sumado a la baja de las retenciones a las exportaciones agrícolas, hace que las empresas del sector con perfil exportador tengan atractivo.

En este sentido, algunas compañías como la limonera San Miguel (principal exportadora de limones del mundo) o la productora de alimentos y exportadora de granos Molinos Río de la Plata, pueden sacar provecho de la nueva coyuntura.

Asimismo, otra compañía agrícola con fuerte presencia en el negocio de broker de terrenos agrícolas y producción y exportación de alimentos es Cresud, que tiene una gran cantidad de campos no solo en Argentina sino en Paraguay y Brasil.

Otro sector favorecido con medidas recientes es el de las utilities argentinas, principalmente las ligadas a la energía eléctrica, después de los aumentos de las tarifas y quitas de subsidios a los consumidores. Sin embargo, a mi modo de ver, gran parte de este anuncio ya estaba incorporado en los precios de las acciones como Edenor (EDN).

Aquí, en particular prefiero estar expuesto en Pampa Energía (PAM), que tiene presencia en generación, transmisión y distribución de energía.

Una industria que continuará con buenos márgenes será la bancaria. La suba de tasas de las Lebac del Banco Central (BCRA) ha dado grandes ganancias a los bancos que son los principales colocadores en las licitaciones semanales de la autoridad monetaria. Así, el diferencial entre las tasas activas y pasivas sigue siendo alto, aún cuando se vio resentido el negocio del préstamo al consumidor.

La aceleración de la inflación, por su parte, sumado a la devaluación, lleva a una disminución del poder de compra de los consumidores y eso no beneficia a las empresas ligadas al consumo interno, al menos en el primer semestre del año. Quizás por eso es aconsejable evitar acciones como Siderar e IRSA (IRSA), dueña de los principales shoppings centers del país.

El convulsionado contexto mundial hace que las firmas ligadas a los commodities estén sufriendo a pesar de la última recuperación en estos días. Empresas como las petroleras YPF (YPF) y Tenaris (TS) o exportadoras de commodities industriales, como Aluar, pueden sufrir esta coyuntura.

Por último, y no es un dato menor, lo político tendrá su influencia en el andar de las acciones domésticas. Si el macrismo consigue gobernabilidad y logra pasar leyes claves en el Congreso como las que liberen un acuerdo con los holdouts, entonces será un buen augurio para la renta variable. En caso contrario, hay que prestar atención.

Selectividad, cautela y tolerancia al riesgo son características que deberá tener el inversor minorista que apueste a las acciones argentinas. Ese cocktail puede darle resultado cuando uno analice la performance de su cartera al 31 de diciembre de 2016.