Una medida para estimular el ahorro interno

¿Cuándo es el mejor momento para comprar acciones? Cuando todo se derrumba como es el caso actual. Desde la Comisión Nacional de Valores podrían poner en marcha una medida para estimular el ahorro de los argentinos.

Grandes inversores a nivel mundial señalan que en los momentos en los que arrecia el pánico son los mejores para adquirir acciones a precios de ganga y hacer grandes negocios. Así lo demuestra la historia y quizás estemos ante uno de esos instantes.

Los inversores más frágiles se asustan ante las noticias y mal venden sus tenencias financieras, mientras que los más “astutos” comienzan a hacer de las suyas y comprar barato.

Al momento de escribir este artículo, las bolsas de los Estados Unidos han tenido su peor inicio anual de toda su historia, con caídas que llegan a más del 8% como el caso del tecnológico Nasdaq. El colapso bursátil no es solo en Wall Street, sino que en China y otros mercados emergentes (incluidos Argentina y Brasil) las bajas superan los dos dígitos porcentuales.

Todo luce muy aterrador. Y los pronósticos actuales son cada vez más apocalípticos…

Sin embargo, ¿cómo puede el inversor minorista argentino sacar provecho de este escenario?

Hay muchas oportunidades, pero, lamentablemente hoy está atrapado en el mercado de capitales doméstico.

El 8 de septiembre de 2012 la Comisión Nacional de Valores (CNV) determinó que los Fondos Comunes de Inversión (FCI) que invertían en activos extranjeros debían valuar los mismos a un dólar oficial cuando claramente esos instrumentos se comercializaban al dólar implícito de contado de liquidación que claramente era superior al dólar oficial. Obligaba a las entidades a asumir una pérdida contable que hacía caer la riqueza de los inversores.

Más tarde, el organismo de control decidió limitar al 25% de la cartera total la posibilidad de invertir en activos del exterior, lo que implicó el acta de defunción de los FCI que apuntaban a tener exposición en acciones y bonos del Mercosur, Estados Unidos, Europa y Asia, entre otros.

Lo que hizo la CNV, entonces, fue plenamente contra intuitivo con la noción de diversificación  que tiene que tener un inversor minorista en pos de no solo proteger sus ahorros sino hacerlos crecer.

La diversificación (no poner todos los ahorros en un mismo mercado) permite compensar los riesgos de un instrumentos con los de otros, de manera tal de hacer más eficiente el manejo de la cartera de inversiones.

Claramente, esto llevó al inversor minorista a cerrar toda posibilidad de invertir en activos del exterior mediante uno de los instrumentos de mayor acceso como lo es el Fondo Común de Inversión.

Para darle flexibilidad al inversor y poder ofrecerle un amplio abanico de oportunidades que estimule el ahorro interno, la CNV podría simplemente dar marcha atrás con estas torpezas regulatorias cometidas en años anteriores de manera tal de ampliar la oferta de FCI que las administradoras pueden ofrecer.

Es tan simple como eso…

Si al inversor se le da nuevas alternativas, entonces tendrá un motivo adicional para pensar en el ahorro, sirviendo también a la labor del BCRA de absorber los pesos excedentes en el sistema.

Complementariamente, la educación financiera resulta clave en esta instancia. Hacer conocer con seriedad cuál es el proceso para comenzar a invertir, cómo determinar el perfil de riesgo de cada uno y por qué es necesario poner a trabajar sus ahorros de manera diversificada es una tarea y compromiso que todos los involucrados en la materia debemos asumir.

Pero, para ello, necesitamos el fin de regulaciones absurdas que limitan la oportunidad de elección y decisiones al inversor minorista.

Esperemos que la Comisión Nacional de Valores avance en esta dirección más temprano que tarde.

Diego Martínez Burzaco

Cuatro inversiones para “combatir” el dólar planchado

Pesos

Todos, absolutamente todos, están sorprendidos por la evolución del dólar en los últimos días. Tras el levantamiento del cepo cambiario, la divisa estadounidense dio el salto lógico que indicaba el “dólar libre” de la Bolsa y, a partir de allí, comenzó su tendencia declinante.

Tal es así que en la jornada del 21 de diciembre último, la divisa perforó el piso de los $ 13,00 y llegó a cotizar en niveles de $ 12,80. Allí, los rumores del mercado mencionaron que el Banco Central salió a defender la caída comprando dólares en la plaza cambiaria.

A priori, para el corto plazo, el precio del dólar parecería no se disparará. Esto se debe a diversos factores:

  • Todavía los sistemas de compra y venta libre del dólar que aplican los bancos no están funcionando correctamente.                                                                                                                                                                               
  • Los grandes inversores institucionales, como banco, compañías de seguro y grandes empresas atraviesan una alta estacionalidad de demanda de pesos para afrontar el pago de sueldos y aguinaldos.                          
  • La tendencia bajista del dólar desincentiva la compra del mismo a quienes tenían planes de hacerlo para lograr una cobertura.

A priori, en mi opinión, el dólar continuará estable en los niveles actuales. Fluctuará, pero las oscilaciones no serán muy grandes en magnitud en el corto plazo.

Sin embargo, creo que no se trata de un nivel de equilibrio ni mucho menos. Para el mediano plazo, dependerá mucho de las expectativas de los agentes, algo que está íntimamente relacionado con el nivel inflacionario.

O que se vislumbró en noviembre y diciembre es que la inflación se aceleró. Y de no poder cortar con esta inercia en los meses venideros, es probable ver un deslizamiento alcista del dólar.

Pero no en el corto plazo.

Para combatir el dólar estable y la elevada inflación, hay opciones de inversión en pesos de corto plazo que permiten sacar provecho de una buena renta de cobertura.

Investiguemos estas alternativas:

  1. Letras del Banco Central de la República Argentina. Todos los días martes, la autoridad monetaria licita deuda que se denomina Lebac. Se trata de un instrumento en donde uno le presta dinero en pesos al BCRA y luego del plazo de vencimiento del mismo, la entidad devuelve el capital más un interés. Para ser más concretos, uno compra un activo financiero de deuda del Central a un precio menor a $ 100 y cuando vence el organismo le paga 100 al acreedor. La diferencia de precios es la tasa nominal anual de interés que gana el inversor. En las últimas licitaciones las letras entre 35 y 55 días rindieron en torno al 38% anual. Se trata de un instrumento que fácilmente puede acceder el inversor minorista a través de su sociedad de Bolsa o banco. Recomendable.
  2. Caución Bursátil. Se trata del mercado de dinero de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Allí algunos prestan dinero y otros piden prestado. Para el que tiene un excedente de pesos, puede prestar dinero por un plazo de 7 días como mínimo hasta 60 días o más. Son operaciones que están garantizadas por el Mercado de Valores de Buenos Aires. La tasa de interés promedio de los últimos días, para las operaciones concertadas a 30 días, se ubica en el 31% anual bruto.
  3. Cheques de Pago Diferido. También esta inversión se canaliza a través de la Bolsa. Hay empresas que tienen cheques a cobrar en el tiempo, supongamos 30 días. Como tienen necesidad de los fondos hoy, van a la Bolsa y venden el cheque aceptando un descuento por tener esos fondos disponibles en lo inmediato. El inversor compra el cheque y espera hasta el vencimiento para cobrarlo. Recomiendo los cheques garantizados, que tienen el respaldo de una Sociedad de Garantía Recíproca. Las tasas de rendimiento están por encima del 30% para colocaciones entre 30 y 45 días.
  4. Plazos Fijos. No soy muy amigo de esta inversión, pero con los bancos ofreciendo una tasa nominal anual entre 30% y 32% y un dólar “planchado”, puede ser una alternativa para los más conservadores.

Mientras el dólar se mantenga estable en el cortísimo plazo, estas alternativas pueden cubrirlo de la inflación y darle un retorno en moneda dura.

Aproveche esta coyuntura.