¿Warren perdió su magia?

Para todos los que nos sentimos plenamente identificados con el value investing, dos palabras son más que suficientes para entender nuestra metodología de inversión: Warren Buffett.

Sin una carta de presentación necesaria, el gurú y sus socios de Berkshire Hathaway estuvieron presentes en la Asamblea Anual del holding, celebrada en Omaha el último sábado. Y, como de costumbre, hubo mucha tela para cortar al respecto.

La reunión de este año tuvo varias características particulares.

Fue la primera en la que fue presencial desde que comenzó la pandemia, un hecho no menor por toda la audiencia que convoca y los eventos que hay en torno al value investing durante todo el fin de semana.

En segundo término, se trató del primer evento en donde el gurú no tuvo que especificar quién iba a sucederlo en el trono de Berkshire cuando él no estuviera más. Esto ya había sido anunciado el año pasado: Greg Abel, actual vicepresidente de la unidad de negocios no vinculados a Seguros del holding.

Finalmente, el tercer elemento diferencial tiene que ver con el siguiente gráfico:

Durante los peores momentos de la pandemia, y luego de que el mercado haya tocado su mínimo del momento, habían comenzado a emerger una serie de “gurúes” jóvenes de mercado que comenzaron a mostrar públicamente lo bien que les iba con las inversiones.

En ese entonces, la política monetaria y fiscal mega expansiva de los principales países del mundo habían permitido evitar el colapso total de las economías y ese dinero comenzó a fluir con fuerza hacia el mercado de acciones. Así, las valuaciones de las empresas denominadas “growth” habían crecido más que considerablemente, teniendo una performance relativa muy superior a las denominadas acciones “value” o de la economía más tradicional.

En ese contexto, con Warren Buffett tomando posiciones muy conservadoras respecto al mercado (vendió participaciones históricas como empresas de aviones y bancos, acumulño una increible cantidad de efectivo en el holding, etc.), las críticas comenzaron a caerle fuertemente.

Desde acusaciones como “Warren ha perdido su magia” o “el gurú ya no entiende el mercado actual” a “su metodología de inversión no es adecuado a los tiempos actuales”, el fenomenal inversor era atacado por inversores con escasos pergaminos a lo largo de la historia.

Incluso, el ataque recrudecía hacia su persona en la medida que sus críticas sobre el Bitcoin y el resto de las criptomonedas aumentaba.

Después de un corto plazo marcado por fuertes turbulencias, Warren se dedicó a continuar con su filosofía de inversión, viendo algunas pocas alternativas de inversión para la cartera y acelerando notoriamente la recompra de acciones propias del holding.

El paso del tiempo, como suele ocurrir casi siempre, terminó de poner las cosas en su lugar. En los últimos 24 meses, la acción de Berkshire Hathaway acumula una mejora de 76% que compara contra el “apenas” 49% del índice Nasdaq y el 55% del ETF de acciones growth (IWY).

Sin perder su coherencia y racionalidad, Warren ha dado una nueva lección el sábado último. Culpó enfáticamente a los inversores de Wall Street por convertir la inversión en acciones en una actividad de especulación y juego (gambling) al tiempo que volvió a ratificar su descontento con el Bitcoin (“si alguien me dice de comprar todos los bitcoins del mundo por USD 25 no lo haría porque no tienen utilidad).

Adicionalmente, ratificó uno de sus pilares centrales de metodología de inversión al justificar las adquisiciones de Chevron (CVX)Occidental Petroleum (OXY) y HP Inc (HPQ): “solo comprar acciones de empresas que puedas entender lo que producen”.

Sus ideas de inversión son tan simples que sorprenden. Algunos se animaron a decir que perdió la magia. Los resultados (y el tiempo) pusieron las cosas en su lugar nuevamente.

De Omaha al mundo: Nuevas lecciones para el inversor

El sábado 1 de mayo se festejó el día del trabajador en muchos países del mundo. Para quienes tenemos pasión por las inversiones, consideramos que ser un inversor es un trabajo muy arduo, que requiere disciplina, profesionalismo y mucho estudio.

Este trabajo puede ser mucho más amigable si se tienen referentes de la talla de gurúes como Warren Buffett. Y, vaya paradoja, fue el 1 de mayo de este año el día en que se celebró el Encuentro Anual de Inversores de Berkshire Hathaway, liderado por el reconocido inversor.

Para los que practicamos el culto de las inversiones de valor, es una de las citas más esperadas del año. Pero sinceramente creo que es un pecado circunscribir solamente el interés del evento a los amantes del Value Investing.

Escuchar a Warren y su ladero Charlie Munger es realmente una clase maestra que todos los inversores deberían escuchar con atención. No importa realmente el sesgo de sus inversiones, se trate de apuestas más agresivas en compañías de crecimiento (Growth), especulaciones de corto plazo o una combinación de ambas corrientes.

Siempre que habla, Warren Buffett deja frases para la posterior reflexión. Y esta vez no ha sido la lección.

En este año, he identificado tres lecciones relevantes que podemos tener en consideración para lo que viene.

Lección #1

El mercado está caro y Warren Buffett y su equipo han venido hablando hace mucho tiempo de esto. En más de una oportunidad, se ha señalado que Berkshire no está encontrando buenos negocios para adquirir a un precio atractivo.

Esto lo repitió: “no estamos sumando nuevas inversiones en acciones”.

Por esta razón, ha llevado el ritmo de recompra de acciones propias a un nivel récord durante el 2020 y que prosiguió en los primeros meses de 2021. Pero a pesar de esa inversión, la Caja del holding continuó creciendo y acumuló en el primer trimestre un nivel de USD 142.211 millones, un 5,3% más que a fin de 2020.

Claramente hay un exceso de liquidez respecto a la posición histórica de la empresa que maneja el gurú, pero eso responde a la ausencia de buenos negocios en acciones debido a las exigentes valuaciones.

Entonces, si vos tenés todo tu dinero invertido en el mercado ahora mismo, ¡tené cuidado!

Lección #2

“Las personas comunes no creo que puedan elegir acciones individuales con éxito”.

Este mensaje estuvo destinado principalmente a la gran cantidad de nuevos inversores que se sumaron en el mercado durante el 2020 y este año, más con ansias de especular como si fuera un casino que de invertir.

En esta línea Buffett criticó a la aparición de muchos brokers que estimulan la gran especulación y rotación de las posiciones bursátiles no cobrando comisiones por ello, poniendo en el centro del ring a la famosa app RobinHood.

Para demostrar lo difícil que es invertir en acciones individuales y hacerlo con éxito cuando uno no tiene demasiado conocimiento, el famoso inversor mostró dos placas. En la primera de ellas dejó en evidencia cuáles eran las 20 acciones más grandes por capitalización bursátil en 1989. Luego, en la segunda diapositiva, mostró el mismo ranking para el 2021.

Ninguna de las empresas que formaban parte del Top 20 en 1989 forma parte del ranking en la actualidad. Eso deja en evidencia lo difícil que es invertir con éxito cuando no se tiene conocimiento y un análisis adecuado.

Lección #3

La tercera de la lección se desprende de la segunda: “Es un error ser anti-capitalista”.

Warren acá puso el ejemplo de los Estados Unidos, uno de los países más capitalistas del mundo. En 1989, dentro de las 20 empresas más grandes del mundo, “sólo 6” eran estadounidenses. En 2021, 13 de 20 de esas firmas son de origen estadounidense y 5 de las 6 primeras pertenecen a la principal economía del mundo.

Lo anterior deja en evidencia que el sistema capitalista es el que mejor funciona, dentro de los sistemas probados, en crear oportunidades y riquezas.

Claramente hay lugar para mejorar el mismo, pero lo que no se puede hacer es discutirlo como mucho discurso reciente lo ha puesto en duda.

De esta manera, son tres lecciones las que deja Buffett en esta oportunidad para cualquier que quiere recorrer la carrera de inversor. Como frutilla del postre, Charlie Munger dejó su selló cuando le preguntaron su perspectiva sobre las criptomonedas: “No le doy la bienvenida a métodos de pago que avalan secuestradores y extorsionadores”.

A buen entendedor, pocas palabras.

En mi visión, las criptomonedas se ganaron el lugar de un nuevo Asset Class, pero claramente es una inversión muy especulativa y difícil de descifrar acerca de cómo terminará esta historia.

Simplemente Mercados

Para seguir con la tónica educativa y el entendimiento de lo que pasa en los mercados globales, he inaugurado una nueva sección en mi canal de Youtube llamada Simplemente Mercados.

En esta oportunidad, hablo de la rotación de las carteras. Podés ver el video acá.

Si te gustó el contenido, cuento con tu like, suscribite al canal y compartilo con gente interesada de recibir este tipo de videos hacia adelante.

Aprendiendo en los mercados,
Diego

La revancha del “viejito” Warren Buffett

“Nunca subestimes la capacidad y experiencia de los grandes maestros. En inversiones, eso es sinónimo de Warren Buffett.”

En la actualidad, todo transcurre a una velocidad sin precedentes. Todos queremos las cosas para ahora mismo, sin esperar un segundo de más. La impaciencia es algo que realmente se ha apoderado de cada uno de nosotros en todo momento, sin importar la circunstancia.

Sin ir más lejos, este sábado al mediodía acabo de almorzar con mi familia y unos amigos en un restaurante. Quien nos estaba atendiendo tardó más de 15 minutos en traernos las bebidas. Pareció una eternidad. De hecho, fueron mis hijos y sus amigos los que empezaron a impacientarse y preguntar a partir del minuto 5 por qué el mozo no había traído aún su gaseosa y el pan.

Ellos no tienen la culpa, son el reflejo de nosotros, sus padres, que vivimos a toda velocidad sin poner un freno ni siquiera a nuestras actividades ordinarias, por más que estén vinculadas al ocio y el goce.

Llevo lo anterior al terreno de los mercados financieros y las inversiones. Los nuevos participantes que se fueron sumando al mundo bursátil en los últimos años arribaron con el objetivo de convertirse en millonarios de la noche a la mañana. Ganara dos cifras con sus apuestas era una cuestión de poco tiempo. Para su desilusión, eso es realmente imposible.

La idea de que uno puede tener un timing perfecto de mercado que le permita solo sumar apuestas ganadoras permanentemente tiene una probabilidad inferior al 1%. De hecho, hay estadísticas que muestra que de cada 100 inversores que se dedican al trading en los mercados, 97 de ellos pierden todo su dinero en los 12 meses posteriores y los 3 restantes abandonan su misión al segundo año. Como ocurre en el casino, la banca siempre gana.

Lo anterior claramente refuerza la idea de que quienes invierten en el mercado deben hacerlo pensando en el largo plazo, teniendo una estrategia de inversión consistente y transitando el camino de la tortuga (no el de la liebre) si lo que se pretende es tener éxito.

Durante el año de la pandemia, estos inversores que venían en busca de sus millones en apenas semanas o meses, se multiplicaron exponencialmente. Con los primeros “grandes” resultados que obtuvieron apostando a las “estrellas” del mercado del momento, su arrogancia y soberbia creció sin límites. Esa sobre confianza los llevó a atacar sin piedad a los grandes gurúes del mercado, acusándolos de no entender la nueva dinámica emergente que se había manifestado a partir de la pandemia.

El gran centro de las críticas fue, ni más ni menos, que el legendario Warren Buffett. Su “pobre” resultado de los últimos años frente al índice S&P 500 y algunas malas decisiones de portafolio que tomó en los primeros meses de la pandemia, exacerbaron las críticas de quienes consideran que su metodología de inversión había quedado obsoleta para los nuevos tiempos.

Esta metodología que, ni más ni menos, señala que para invertir en una empresa uno debe entender a la perfección qué produce, cómo lo hace y a qué mercados vende.

Lejos de quedar antigua, esa forma de ver las cosas está más vigente que nunca. En tiempos de masiva liquidez que fluye a los mercados financieros comprando cualquier activo financiero en busca de retornos extraordinarios, los riesgos se incrementan exponencialmente. La ausencia de análisis consistente y la sobre confianza en los inversores son rasgos que se perciben en abundancia. Ese combo, con el correr del tiempo, suele ser letal.

Y trae pérdidas irremediablemente irremontables.

Tiempos de revancha

Si hay algo que pasa siempre en el mundo de las inversiones es que el tiempo suele poner todo en su lugar. Los últimos tres meses han mostrado algo de esto. Con la rotación de los portafolios, ante la expectativa de la reapertura de la economía global (algo en duda en este momento), las acciones más rezagadas comenzaron a tomar impulso en detrimento de las que fueron las más demandadas durante la pandemia.

Muchas pequeñas empresas tecnológicas que fueron furor en 2020, y sobre las cuales estos nuevos traders del mercado podían construir sus grandilocuentes credenciales, han retrocedido más de un 50% en dólares en apenas algunas semanas. No es que estas empresas no tengan un interesante potencial, sino que sus valuaciones habían llegado a niveles realmente insostenibles.

En contraste, las aburridas inversiones que fue incorporando Warren Buffett a su holding Berkshire Hathaway (BRK-B) comenzaron a dar sus frutos en este volátil comienzo de año.

Mientras que el tecnológico Nasdaq acumula una mejor de 1,4% en los últimos tres meses, la acción de Berkshire Hathaway avanza casi 10 veces más: 13,3%.

¿Cuáles fueron las últimas incorporaciones de Warren y su equipo?

De acuerdo a la última presentación de su balance trimestral, al 31 de diciembre los activos elegidos fueron los siguientes:

Las inversiones anteriores muestran una apuesta importante en el sector saludcomunicacionespetróleoconsumo discrecional. Esto muestra un equilibrio entre sectores de reapertura económica e industrias que han quedado con valuaciones muy atractivas a pesar de la fuerte incertidumbre.

Pero sobre todas las cosas, tienen tres ingredientes que todo inversor que desee recorrer el camino de la tortuga debe considerar:

  1. Entender el proceso productivo de las empresas.
  2. Adquirir activos de valor con un margen de seguridad atractivo.
  3. Cultivar la paciencia coincidente con una estrategia de largo plazo.

Con estos tres atributos, la “obsoleta” estrategia de Warren Buffett vuelve a dar sus frutos y la revancha contra sus detractores se cocina a fuego lento. Adicionalmente, y como “frutilla del postre”, Berkshire estuvo recomprando acciones propias a un ritmo sin precedentes, mandando una última señal al inversor: el holding está barato considerando los activos de calidad que tiene y su disponibilidad de caja.

Warren Buffett invierte por primera vez en oro

Son momentos especialmente difíciles para el mundo. La pandemia agudizó las divergencias en las sociedades, sin importar el grado de desarrollo económico que las mismas tengan. El nivel de tolerancia está en su mínimo expresión y la virulencia en que cada una de las fragmentadas partes intenta imponer su visión de los acontecimientos y del futuro que viene es un factor de gran incertidumbre.

En los mercados financieros ocurre algo semejante. De por siempre ha existido una brecha importante entre las dos corrientes de análisis más importantes que cruzan transversalmente las inversiones: fundamental vs. técnico.

Mientras que los analistas fundamentales pregonan que el análisis presente y futuro de los negocios de una firma es la mejor herramienta para determinar cuán distante está el valor del precio del activo (y en definitiva saber si podría ser una inversión rentable), los analistas técnicos descansan en el análisis de los precios pasadas para determinar comportamientos futuros de las acciones. “En los precios está casi toda la información disponible reflejada y estudiando comportamientos pasados que se repetirán en el futuro, es más que suficiente para predecir”, señalan los defensores de esta última corriente.

Ni una cosa ni la otra. Durante toda mi carrera profesional no he visto ningún analista fundamental que tenga un track record (historial) totalmente limpio. En la misma línea, tampoco he conocido a algún analista técnico que tengan 100% de aciertos en los comportamientos de los activos que predicen.

Más allá de eso, en mi caso personal me siento más identificado con el análisis fundamental y la escuela de valor que se vincula con Benjamin Graham y Warren Buffett. De todas formas me permito usar el análisis técnico como una herramienta de timing que me indique si es buen momento de comprar o no un activo que he analizado.

Sintetizando, el análisis fundamental me dice qué debo comprar y el análisis técnico cuándo es el mejor momento para hacerlo.

Retomando la cuestión de los niveles de baja tolerancia, grieta y comportamientos que rozan la falta de respeto, el legendario Warren Buffett también ha sido víctima también de este proceso en los tiempos que corren.

Durante los últimos años, el gurú ha recibido despiadadas críticas de parte de sus principales detractores. El menor rendimiento que el fondo que conduce, Berkshire Hathaway (BRK-B), en la última década respecto el índice S&P500 fue la justificación central a partir de la cual sus críticos señalaron que Buffett no había aggiornado su metodología de selección de activos a los tiempos cambiantes de la actualidad.

Sin embargo, lo que sus detractores no reconocen es que desde que Warren Buffett tomó la dirección y manejo de Berkshire, en 1965, el retorno promedio anual hasta el 2019 fue de 20,3%, mientras que en el mismo período el índice S&P 500 rindió 10%. Así, en palabras simples, en los últimos 54 años el oráculo de Omaha logró el doble de rendimiento anual promedio que el índice más diversificado del mundo.

Pero lo anterior parece no tener mucho implicancia en la actualidad. La soberbia y la prepotencia es lo que más se destaca entre las nuevas “figuras” de los mercados. P

or ejemplo, Dave Portnoy, fundador de Barstool Sports, se volcó a los mercados de acciones cuando la pandemia en Estados Unidos obligó a parar todos los deportes profesionales reduciendo las apuestas online, el negocio principal de Dave, a su mínima expresión.

Después de unas semanas de fuertes ganancias con acciones en el trading diario, la figura de Dave ganó popularidad entre los inversores más jóvenes. Fue el propio Portnoy quien se autoproclamó como mejor inversor de Warren Buffett, a quien llegó a considerar un “tonto” por haberse desprendido de las acciones de las aerolíneas estadounidenses en mayo último.

Ni tonto ni soberbio…

Lejos de ser considerado tonto o novato en materia de inversiones, Warren Buffett ha demostrado ser una de las leyendas bursátiles más humildes del ambiente. Su sapiencia no solo quedó reflejada en su gran track record, sino en su pedagogía y docencia que se desprende de sus palabras en cuanto entrevista se le realiza.

Pero hay más.

A sus 89 años, el pasado viernes (14 de agosto), Buffett volvió de demostrar que siempre es buen momento para seguir aprendiendo e incluso derribar prejuicios sobre impresiones que tenía en el pasado.

“Nunca invertiría en oro. Quien invierte en una onza de oro siempre tendrá esa misma onza a lo largo del tiempo. El oro no da renta ni es utiliza para producir nada”, señalaba el gurú en más de una oportunidad cuando se la preguntaba por el metal.

En el formulario F-13 presentado recientemente ante la SEC, donde se informan los cambios de tenencias de Berkshire Hathaway, se identificó una disminución en las tenencias de JP Morgan y Wells Fargo y una nueva incorporación: la minera Barrick Gold (GOLD).

Aunque uno nunca lo hubiera podido haber anticipado ese movimiento, Warren Buffet decidió mostrar que es humano, flexible y que puede rever estrategias que en el pasado nunca antes consideró con el fin de generar valor a sus accionistas. Influido o no por sus colegas de directorio y/o comité de inversión, Buffett manda una nueva señal que sorprende al mercado.

Lejos de ser soberbio e inexperto, quizás el oráculo de Omaha se está preparando para lo que viene a nivel global luego de la masiva emisión de dinero que se hizo para superar la pandemia.

Si no tomaste nota para tu portafolio, quizás debería ser el momento de hacerlo.