Entrevista con Ari Paluch en El Exprimidor

En esta oportunidad me entrevistó el reconocido periodista Ari Paluch que conduce el programa El Exprimidor por FM Latina 101.1. Hablamos sobre la venta de futuros de dólar que hizo el BCRA en la administración kirchnerista y cómo interpretar esa estrategia en el marco de una inminente devaluación. 

Para escucharla, reproduzca el siguiente archivo.

Participación en Café Financiero

Hoy comparto mi participación en el programa de televisión Café Financiero que se emite todos los días miércoles a las 20,30hs por Canal Metro en Argentina. En esta oportunidad hablamos de la recuperación de las acciones argentinas y los bonos soberanos a partir de el inminente acuerdo con los fondos buitres. Adicionalmente, en el segundo bloque debatimos hacia adónde va el petróleo a nivel mundial y cómo afecta  a las inversiones del pequeño ahorrista.

Para ver el programa, hacé clic acá.

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El mundo: nuestro peor aliado

Paradójicamente, durante los 12 años de kirchnerismo se hablaba de que la Argentina había dejado pasar una oportunidad histórica para sentar las bases de un sostenido desarrollo económico.

Era cierto que el contexto de altos precios promedio de los commodities, las bajas tasas de interés globales, el exceso de liquidez y la pujanza de las economías emergentes, lideradas por China, ayudaban a crear ese clima próspero para ser aprovechado.

Sin embargo, por cosa del destino o porque siempre Argentina parece llegar tarde a la fiesta, muchas de estas ventajas se han evaporado ahora Y esto se da en un marco de institucionalidad interna donde la nueva administración parece estar dispuesta a integrarse al mundo a una velocidad tal que compense todos los errores estratégicos que cometió en tal sentido la administración anterior.

El comienzo de 2016 ha mostrado que el contexto global no era lo que solía ser. No fue un cambio repentino, sino que es la manifestación final de algo que ya se venía evidenciando a mediados de 2014, cuando el banco central de los Estados Unidos (Reserva Federal) comenzó a quitar los estímulos monetarios a la principal economía del mundo.

Lo que sobrevino, luego, es ciertamente una historia conocida.

La fortaleza del dólar a nivel mundial fue el espejo de la debilidad del resto de las monedas globales, las que acusaron un impacto negativo tal que se volvió a instaurar la idea de “una guerra de divisas” alrededor del globo.

Mientras tanto, Argentina, a contramano de casi todo el mundo, utilizaba el atraso cambiario real como arma para frenar los cimbronazos de la crisis y calmar las expectativas de alta inflación, algo que no ocurrió finalmente.

También el dólar globalmente fuerte golpeó a las materias primas de manera importante. Algunas han sufrido descensos catastróficos en muy poco tiempo, como el caso del petróleo, mientras que otras se defendieron mejor, como los agrícolas (ver gráfico siguiente).

Soja

Sin embargo, esta fortaleza de los commodities agrícolas, principal producto de exportación de Argentina, podría no ser tal si se verifica que la corriente climática “El Niño” mejora los rindes de los cultivos de manera extraordinaria.

Si hay más oferta de soja en el mundo y la demanda no crece en simultáneo, entonces podemos ver una presión a la baja de los precios de esta oleaginosa.

Para colmo de males, efectivamente el alza de la tasa de interés en Estados Unidos se hizo presente en diciembre último, generando mayor volatilidad en los mercados financieros.

El deprimido arranque de los mercados bursátiles para este 2016 con caídas de más de 5% en Wall Street y más de 12% en China demuestran que será un año bien complicado en materia de contexto internacional.

Por si faltaba algo, Brasil, nuestro principal socio comercial, sigue sumido en una profunda recesión económica. Recientemente acaba de anunciar que su producción industrial se derrumbó más de 12% interanual en noviembre de 2015 respecto igual mes de 2014, algo que muestra la gravedad de la situación.

Si Brasil no arranca, no consume. Y no solo que nos comprará menos (importará menos bienes argentinos) sino que tendrá más productos para vendernos (exportarnos) a precios muy competitivos por la devaluación real gigantesca que la moneda del país limítrofe tuvo en los últimos 24 meses.

Si en algo le podemos dar la razón al ex ministro de Economía, Axel Kicillof, es que “el mundo sí, esta vez, se nos cayó encima”.

Ya no podemos depender más de sus bondades para sembrar las bases de un crecimiento sustentable. Ahora es el momento de demostrar las destrezas que el argentino parece tener siempre dentro para sobrellevar las crisis.

El actual Gobierno lo sabe. Para salir adelante las virtudes deben ser propias y no ajenas.

Combatir la inflación, ajustar el déficit fiscal, ordenar la política monetaria y generar mayor confianza son variables endógenas que podemos manejar internamente más allá de los vaivenes globales.

Ahora es el momento de demostrar que sí se puede y que no vamos a dejar pasar más tiempo. No queremos una Argentina pendular, sino una que sea sustentable y creíble en el tiempo.

No depende de este Gobierno solamente. Todos debemos aportar nuestro granito de arena.

¿Podremos?

Diego Martínez Burzaco

Tres medidas para levantar el cepo en 30 días

cepo-cambiario

Comienza un nuevo ciclo político en argentina tras el desordenado traspaso de mando de entre Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri. Más allá de la foto política del 10 de diciembre, lo que urge en la agenda inmediata es atender los problemas y desafíos económicos.

Particularmente tengo la visión de que la agenda económica condicionará todos los demás aspectos de Gobierno en los primeros tres meses de gestión.

Claramente los asuntos a atender son muchos, y una gran parte de los mismos presentan características de una urgencia sin igual.

Algunos de estos desafíos se relacionan con excesos económicos con pocos precedentes en nuestro país, como el fiscal que marca un déficit de casi 7% del Producto Bruto Interno o como el monetario cuyo principal síntoma es un exceso de pesos en circulación que presiona permanentemente la pérdida de valor de nuestra moneda.

Ambos desequilibrios contribuyen a alimentar uno de los flagelos más intolerantes que vive la sociedad argentina como es la inflación, la cual ha promedio un nivel de 25% anual durante los últimos 6 años.

Es prácticamente inviable diseñar políticas de desarrollo sustentables de largo plazo con tales niveles de inconsistencias macroeconómicas.

Pero si faltaba algo más desalentador, para ello la Argentina tiene el denominado control de cambio o vulgarmente conocido como “cepo cambiario”.

El actual presidente de la Nación había señalado que el 11 de diciembre levantaría la restricción sobre el mercado cambiario que rige en estos momentos. Pero sabemos que eso es imposible, al menos en mi visión, como en la de muchos dirigentes recientemente nombrados por Macri para conducir la economía del país.

Sin poder de fuego en el Banco Central de la República Argentina para combatir un eventual overshooting (sobrerreacción del precio del dólar), levantar el cepo podría ser un real suicidio económico.

¿Es posible una corrida contra el dólar?

Desde el punto de vista de la economía simple sí.

En un mercado donde hay exceso de un bien (pesos) y escasez de otro bien (dólares), y si os agentes se pueden mover libremente en él, lo más probable es que el equilibrio se alcance a través de un ajuste de precios: o cuando el peso esté lo suficientemente barato para seguir desincentivando la venta o cuando el dólar esté lo suficientemente caro como para desincentivar la compra.

En el medio, el BCRA debería tener dólares disponibles para controlar los “animal spirits” de los agentes que pueden llevar al mercado hacia los extremos.

Está claro que el principal desafío, entonces, pasa por conseguir dólares de manera urgente con el fin de poder levantar la restricción al mercado cambiario, dar más certidumbre y esperar la llegada de divisas genuinas.

¿Cómo lograrlo?

Durante los próximos 30 días se podrían aplicar tres medidas contundentes que avancen en ese sentido:

  • Hoy el BCRA tiene entre sus activos más de US$ 20.000 millones en Letras del Tesoro que son intransferibles, por lo que no las puede hacer líquida. El Tesoro podría hacer un swap de esa deuda y darle bonos que tengan cotización pública en los mercados secundarios. De esta manera, el BCRA estaría en condiciones de vender estos bonos contra dólares a los precios del mercado vigentes y hacerse de divisas en forma instantánea.
  • Se necesita una repatriación de capitales (con blanqueo incluido) como la que tuvo lugar en 2009 en el país. Ahí se permitía comprar bonos en dólares con dinero no declarado y se les pedía a los demandantes que se queden con los mismos por el término de un año. En caso de querer venderlos antes, se pagaba una penalidad de 3% del valor del bono. Con la suba que tuvieron los títulos en los seis meses posteriores, el blanqueo salió “gratis” a los compradores y el Gobierno pudo sumar reservas internacionales.
  • Una última idea adicional sería subir la tasa de depósitos a plazo fijo para los que se constituyen por un año de plazo en moneda extranjera. Un nivel de tasas de interés en torno al 5%-6% podría generar que muchos dólares que están bajo el colchón o mismo en cajas de seguridad se vuelquen al sistema, contabilizándose como reservas.

Este cocktail de medidas complementado con la confianza que puede traer la nueva administración podría generar el shock de confianza necesario para recibir una suma considerable de dólares en los próximos 30 días y, así, levantar el cepo cambiario.

Se necesitan ideas creativas y quizás alguna de estas pueda funcionar.

Entrevista en Recinto Virtual

En esta oportunidad les comparto una entrevista radial que me hicieron en el Programa Recinto Virtual de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. El conductor Ignacio Ros, conjuntamente con Santiago Lull y su equipo de periodistas me preguntaron por la devaluación, el real brasileño, la economía, la Bolsa y el mercado de capitales. Podés escuchar la entrevista, a partir del minuto 12:45hs, acá.

Recinto Virtual

Entrevista radial en FM Cultura

En esta oportunidad Gustavo Bazzan, periodista económico de Clarín y conductor de Radar Económico por FM Cultura, me entrevistó para hablar de las alternativas de inversión para el ahorrista de cara a las elecciones. También hablamos de la economía argentina y los desafíos que representa.

El link lo encuentra abajo:

 

El Gobierno ya no puede aplicar políticas anticíclicas

BCRA

Durante los últimos cuatro años de magra actividad económica, el Gobierno ha intentado paliar la debilidad del sector privado con el incremento acelerado del gasto público. En términos simples, el gran creador de empleos pasó a ser el sector público, evitando que la caída del PBI fuera más profunda a la evidenciada.

Pero todo tiene un límite, y creo que ya se ha alcanzado…

El anuncio del Banco Central de la República Argentina de incrementar las tasas de interés para los plazos fijos minoristas de personas físicas y jurídicas es una muestra de ello. Si durante la semana escuchamos a muchos funcionarios oficiales ninguneando al dólar blue, efectivamente era algo que perturbaba y preocupaba detrás de los micrófonos. Y el alza de la recompensa por los depósitos a plazo, así lo demuestra.

Sin dudas que esto es el corolario de algo que comenzó en 2007 y que me gustaría desarrollar de la manera más simple y conceptual posible.

En ese año, la inflación comenzó a acelerarse por las inconsistencia que mostraba el modelo. Los superávit fiscales y de cuenta corriente comenzaron a evaporarse y, en vez de reconocer el problema para atenderlo, se lo negó sistemáticamente.

Esto se retroalimentó de manera permanente hasta encontrar el máximo punto de ebullición en 2014 cuando la inflación llegó al 40% anual.

La aceleración del costo de vida generó un perceptible impacto negativo sobre el tipo de cambio. Este se atrasó considerablemente, generando un deterioro marcado en la competitividad de nuestras exportaciones que redundó en un achicamiento considerable del superávit comercial. Así, una de las principales fuentes de oferta genuina de dólares se evaporó.

Asimismo, para calmar las expectativas inflacionarias, el Gobierno optó por continuar con la política de atraso cambiario, situación que agravó el impacto negativo en la actividad y aceleró la demanda de dólares.

El ciudadano de a pie se dio cuenta que la divisa estaba barata y comenzó a acumularla, presagiando que pronto podría tener lugar una devaluación del peso argentino.

A pesar del ninguneo, al Gobierno le preocupó la nueva escalada del blue. Sin embargo, poco hizo para detenerla. La emisión monetaria siguió descontrolada, financiado un creciente déficit fiscal que llega hasta 7% del PBI.

Recién ayer, con el tibio anuncio de suba de tasas del BCRA se reconoció el problema. La intención va en el camino correcto, pero quizás ya es demasiado tarde.

El anuncio de la autoridad monetaria muestra la inconsistencia del modelo actual. En un contexto de actividad estancada, los libros de texto indican que las tasas de interés deben reducirse (no aumentarse) para incentivar la demanda de inversión y el consumo. Acá operamos en el sentido opuesto.

Y la medida llega en momentos donde el Tesoro está financiando parte de su exceso de gasto con la emisión de títulos públicos en pesos en el mercado local. La decisión del BCRA impactará, indefectiblemente, en el costo de las próximas emisiones oficiales.

Hoy el Gobierno está atrapado en su propio laberinto. Y con las manos atadas para aplicar políticas anticíclicas.

La próxima administración tendrá muchos – y duros – desafíos por delante.

El gráfico que anuncia una devaluación

Nota publicada en Inversor Global //

Cuando los datos son contundentes, la realidad se impone. Ni esconder las cifras oficiales ni comentarios de funcionarios oficiales podrán impedir lo que parece inevitable. Me estoy refiriendo al dólar y su evolución futura en la Argentina.

Tengo que confesar que durante esta semana sentí más de un escalofrío en mis espaldas cuando escuchaba a ciertos funcionarios oficiales hablar sobre la situación actual del dólar:

“El contado con liquidación es ilegal si se usa para fugar dólares”

“No esperamos ningún tipo de cimbronazo cambiario”

“Quienes hicieron inversiones en pesos ganaron más que quienes compraron dólares”

Estas fueron algunas de las declaraciones que salieron en los medios de comunicación. Y realmente me preocupé.

Mi sentido común dice que cuando una variable económica no está realmente en situación de estrés, la misma pasa desapercibida en los discursos de cualquier funcionario público. Se la ignora de buena fe porque realmente no tiene asidero mencionarla en un contexto donde existen otras preocupaciones.

Pero cuando ese indicador, en este caso el dólar, toma el centro de la escena, debemos considerar esa señal como un llamado de atención. Y aún más cuando se niega enfáticamente de manera pública de que no hay que darle importancia ni prestarle atención alguna.

No es casual que el dólar vuelva a estar en boca de todos.

Se acercan las elecciones primarias en el país y se define la suerte del kirchnerismo…

¿Continuidad o cambio…?

Por las dudas, el inversor tiende a dolarizar sus ahorros. Y no lo hace porque en su naturaleza de ser humano lleva la bandera del golpismo económico sino porque el fin es protegerse de la inestabilidad e incertidumbre que se hará presente en las próximas semanas.

Quizás esto no alcance para justificar por qué las presiones cambiarias son una constante en la economía argentina y por qué los funcionarios de turno lanzan críticas acérrimas contra los que sugieren que el dólar oficial está barato (o el peso caro).

Yo hoy le voy a indicar, con un solo gráfico, por qué el dólar oficial no tiene otro remedio que comenzar a subir.

Preste atención…

La “Convertibilidad” del kirchnerismo

Durante la campaña presidencial hay palabras innombrables porque son catalogadas como “pianta votos”. Los candidatos las conocen muy bien. “Ajuste” es una de ellas. “Inflación” es otra. Y “devaluación” es la última.

Precisamente me quiero detener en ésta.

A pesar de las críticas de este Gobierno al neoliberalismo que transitó el país en la década de los ’90, hoy este modelo está sosteniendo uno de los pilares principales de aquel entonces: la Convertibilidad.

No es que me he vuelto loco ni nada por el estilo. Sé que en la actualidad no hay una ley que establezca que un peso en circulación debe ser respaldado por un dólar estadounidense. Pero eso en la teoría…

En la práctica, hoy un peso equivale a casi un dólar.

¿Cómo es esto?

En economía existe un concepto que es el de tipo de cambio real bilateral. Esta variable mide el poder de compra de una moneda en términos de bienes del otro país. En palabras simples, esto implica considerar la relación de cambio de dos monedas ajustando las mismas por la inflación de ambos países.

Y hoy estamos en el mismo nivel de la Convertibilidad…

grafico

El gráfico es claramente preocupante.

El peso se apreció fuertemente contra el dólar, tendencia que se aceleró desde 2007 en adelante.

¿Qué pasó?

La causa principal, y casi exclusiva, es la elevadísima inflación. Eso encarece a la economía en su conjunto y, por ende, se pierde competitividad respecto el mundo.

Y no es casualidad que las exportaciones argentinas (las ventas que le hacemos al exterior) vengan cayendo sistemáticamente. En 2013 se exportó por un total de US$ 81.660 millones, en 2014 por US$ 71.935 millones y en 2015 se estima se exportará por US$ 60.200 millones.

Esto es que en dos años, las exportaciones caerán un 26%. Y esto implica una menor oferta de dólares para la economía argentina.

¿Cómo se revierte esto?

Lamentablemente, como en los últimos años poco se ha invertido en infraestructura (caminos, puertos, etc) para mejorar la competitividad, la única manera de mejorarla es mediante un abaratamiento del peso.

Lisa y llanamente, la agenda económica impondrá la necesidad de una devaluación.

Descrea de los políticos y candidatos que la niegan. El dólar subirá. Usted debe dolarizar su portafolio a partir de este momento, ya sea con activos nominados en esa moneda o activos en pesos que se valoricen con un deslizamiento del tipo de cambio.

“La pobreza crece aunque el Gobierno lo quiera negar”

Entrevista en Radio DIME // En este caso me entrevistaron para hablar de los problemas sociales que produce la mayor pobreza e indigencia en la Argentina. También de si es posible levantar el cepo cambiario tan fácilmente como promete el candidato a presidente Mauricio Macri.

A continuación, la entrevista: