Dolarizarse, la estrategia para las elecciones y el ‘efecto Grecia’

Nota publicada en Perfil.com con opiniones personales

Con el Boden que vence en octubre se compran divisas a 12,80, explican operadores. Los plazos fijos pierden atractivo.

Definir una estrategia de inversión en un año electoral puede ser una tarea compleja, en especial cuando los buenos resultados del primer semestre de algunos activos no prometen lo mismo de cara a diciembre para los analistas.

Después de seis meses en los que la Bolsa resultó la mejor inversión, los plazos fijos tuvieron un buen desempeño y “quien apostó al dólar blue, perdió”, analistas financieros se vuelven más cautos, tal como se ve a través de sus recomendaciones para lo que queda del año.

Según Diego Martínez Burzaco, director de Inversor Global, “la aproximación de las elecciones presidenciales aumentará sin dudas la incertidumbre y la volatilidad” dijo y agregó que frente a una creciente dolarización entre los ahorristas, “los bonos en dólares pueden ser una buena opción”. Los más atractivos el Bonar X con vencimiento en 2017, y el Bonar 2024, con vencimiento en dicho año. Esos activos aseguran renta en dólares y liquidez.

También recomienda títulos públicos en dólares Mariano Sardáns, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI, quien detalló que el Boden 2015 paga una tasa anual en dólares de 20,18% si se compra en esa moneda, mientras que en pesos “se están comprando dólares a futuro equivalentes a $ 12,80”.

En tanto, el Bonar X, tiene una tasa de 10,67% en dólares, y en pesos se accede a dólares a $ 11,28. El Bonar 24 y el Discount 33 también tienen rendimientos interesantes, pero menores a los mencionados. “Estas tasas anuales no van a durar mucho más, ya que descontamos una baja importante del riesgo país –y por ende una subida en el precio de los bonos– en el próximo gobierno, cualquiera sea”, dijo Sardáns y agregó que “en la medida en la que se invierta a un mayor plazo, más tiempo se logra asegurar estas tasas anuales o más barato se adquieren dólares a futuro con pesos”.

Quienes toleran algo más de riesgo pordrán sumar acciones. Comercial del Plata, Pampa Energía, Siderar y San Miguel, están entre las preferidas de Martínez Burzaco, “las dos primeras por la diversificación de sus negocios y las dos segundas por tener ingresos blindados a la devaluación”. Las sugerencias marca una continuidad con el primer semestre. Allí la Bolsa avanzó 35,9% y fue la gran ganadora. Los plazos fijos en pesos a 30 días treparon 11%, superando al dólar oficial que se deslizó 6,3%. Sin embargo, en lo que resta del año, “el plazo fijo no es una opción”.

Nunca ignores la señal de un gurú

UNITED STATES - OCTOBER 11:  Carl Icahn, a billionaire investor, speaks during the World Business Forum in New York, U.S., on Thursday, Oct. 11, 2007. Icahn said he was concerned that stocks may be reaching a peak, as risks to the U.S. economy remain after the Federal Reserve's Sept. 18 rate cut.  (Photo by Chip East/Bloomberg via Getty Images)

Nota publicada en Inversor Global

La figura de gurú es muy recurrente en los mercados de capitales. Lógicamente alcanzar ese estatus requiere haber transitado décadas exitosas por el camino bursátil. A pesar de que no están ajenos a cometer errores en el manejo del dinero, nunca debemos ignorar los mensajes que nos envían. En la actualidad hay uno muy importante.

“En el marco del hinduismo, gurú significa ‘maestro espiritual’. Desde hace muchos siglos este término se ha empleado en la India. El maestro espiritual era considerado una persona importante que mostraba el sendero del yoga, enseñaba las técnicas de meditación, y a quien se le pedían consejos”, señala Wikipedia.

En el contexto de los mercados bursátiles, gurú tiene la misma acepción. Es como un “maestro de las inversiones” al que la gran mayoría de los inversores respeta e intenta imitar por el éxito que ha mostrado a lo largo de su vida inversora.

Son muy pocas las personas que han logrado estos reconocimientos. Desde ya que algunos de ellos deben ser muy conocidos para usted, como es el caso de Warren Buffett, George Soros o Paul Rogers.

Pero hay algunos que no lo son tanto…

Sin embargo, esto no quiere decir que sus decisiones de inversión no sean como grandes enseñanzas que van dejando a lo largo de su trayectoria. Y usted, como inversor, debe interpretar esas señales en su favor al momento de tomar decisiones de portafolio.

Precisamente, durante la última semana, uno de los gurúes más renombrados en los últimos años ha dejado declaraciones y conductas con mucha tela para cortar.

Carl Icahn, 79 años, es uno de los inversores activistas más reconocidos a nivel global. Tras haber conseguido su título universitario en Filosofía, comenzó a estudiar medicina a continuación. Rápidamente se dio cuenta que esa profesión no estaba en sus genes, por lo que decidió cambiar rotundamente de dirección.

Hacia 1961 migró hacia Manhattan y comenzó su carrera en inversiones en la firma Dreyfus & Asociados. Rápidamente se destacó y siete años más tarde armó su propia compañía denominada Icahn & Co.

A partir de allí desarrolló una espectacular carrera inversora que fue destacada por su gran capacidad de activismo en los Directorios de las compañías donde comenzó a tener lugar. Como activista, Carl se involucraba en las decisiones estratégicas de empresas no menores como Nabisco, Texaco, Viacom, Marvel, entre otras.

Su principal objetivo era imponer sus deseos y convicciones corporativas, entre las que se destacan la renovación de CEOs de las firmas, la aplicación de políticas de distribución de dividendos y hasta la venta total de la firma.

Las últimas batallas libradas por Icahn incluyen víctimas como eBay, al cual el inversor activista obligó a separarla a PayPal, la empresa de alquiler de autos Hertz, donde cambió a su CEO seis meses después de desembarcar en el Directorio y Family Dollar Store, a la cual obligó a que sea vendida a Dollar Tree por US$ 8.500 millones.

Icahn es un hombre de pleno convencimiento en sus ideas y sabe que cae antipático a muchos jugadores del ambiente. Dos de sus frases más populares dejan al descubierto su personalidad:

“En esta industria, si querés un amigo comprate un perro”.

“Puedo hacer bajar el costo de cualquier compañía en un 30% por la gran cantidad de derroche de recursos que lleva a cabo el management”.

Fuerte, sincero y audaz, el actual presidente de Ichan Enterprises LP (NASDAQ:IEP) sabe que ejerce esta profesión para hacer dinero, no amistades.

Y como inversores minoristas, debemos tomar las dos enseñanzas que ha dejado durante esta semana.

 

¿UN MERCADO RE CALENTADO?

Como mencioné anteriormente, Carl Icahn fue uno de los protagonistas más destacados en la última semana en materia bursátil.

El inversor activista señaló en su cuenta de Twitter que “el mercado de acciones se encontraba extremadamente recalentado” en alusión a los elevados niveles de valuación que se observaban en los índices actualmente.

No es una declaración menor. Por supuesto, ha generado mucho revuelo.

Desde mi humilde posición creo que no hay un recalentamiento exagerado o burbuja en el mercado en general (esto lo dejé en claro en el newsletter ¡No hay burbuja en el Nasdaq!). Lo que sí encuentro es que hay algunas empresas en particular que están sobrevaluadas.

Y una de ellas fue motivo de la otra aparición pública de Ichan en la semana…

Netflix (NASDAQ: NFLX) ha venido mostrando una performance espectacular en los últimos 24 meses. En ese período la acción subió un 202%, dándole grandes alegrías a los accionistas que confiaron en ella.

Sólo en lo que va del año la acción ganó 91,9%.

Tal fue la suba de la acción, la cual llegó a los US$ 700, que la firma anunció que hará un split de 7 a 1 (por cada acción de Netflix que se tenga se recibirán 7 más) con el fin de otorgar más liquidez a la plaza bursátil al disminuir el precio del activo.

¿Qué relación tiene esto con Icahn?

Precisamente el inversor aseguró haberse desprendido de la totalidad de su participación en la firma hace pocos días. El gurú llegó a tener más del 9% del capital de la empresa. El precio promedio de compra por acción fue de US$ 58. Su última porción la vendió en torno a US$ 700, transformando los US$ 175 millones invertidos inicialmente en más de US$ 1.800 millones.

¿Cuál fue la reacción del mercado ante la noticia?

Nunca ignores la señal de un gurú

Fue contundente al mensaje del gurú…

El cambio de expectativa en el corto plazo fue inmediato e incluso podría haber marcado un techo para la evolución alcista de la empresa. Desde ya que el tiempo dirá si Carl vendió o no cerca de los máximos, pero es una señal que no deberíamos pasar desapercibida.

Inmediatamente después de este movimiento, los bancos Citigroup y Societé Generale bajaron su recomendación sobre la acción.

Una relación Precio / Valor Libro de 21 veces, una relación Precio / Ganancias de 170 veces y un nivel Valor de la Compañía / EBITDA de 86x parecen ser valores muy elevados aun tratándose de una empresa de gran crecimiento como la actual.

Mi consejo: tome las señales de los míticos inversores, analícelas y ejecute su decisión de inversión. Nunca ignore sus comportamientos, aun cuando no comulgue con ellos.

 

Participación en el Programa de TV Café Financiero

En esta oportunidad, los amigos de Café Financiero me invitaron para comentar el impacto de la designación de Zannini como vicepresidente del candidato presidencial Daniel Scioli. Aquí puede encontrar mi visión de cómo el mercado digirió la noticia y qué esperamos para las próximas semanas.

También opinamos sobre la última reunión de la Reserva Federal y su impacto sobre el precio de los commodities.

Te invito a verlo haciendo click aquí.

Café Financiero4

La Fed y el dólar en su laberinto

Columna publicada en Inversor Global

No es Grecia, sino Estados Unidos.

Allí debería estar el foco del inversor si quiere detectar tendencias para su cartera en un horizonte de mediano plazo.

Grecia representa el 2% de la economía de la Unión Europea. Y el lunes habrá una reunión de emergencia en el bloque para analizar su situación.Lo más probable es que la solución llegue a último minuto, prolongando la agonía griega para el futuro. Y en caso de que no ocurra, seguramente habrá volatilidad. Pero sólo en el corto plazo…

Lo importante es lo que está ocurriendo al otro lado del Atlántico con la principal economía del mundo: Estados Unidos. Y lo cierto es que a esta altura del año la dinámica de la actividad no está siendo la que esperaban la gran mayoría de los funcionarios de la Reserva Federal.

Recordemos que la entidad abandonó su política de expansión monetaria a finales de 2014 con la idea de comenzar a subir sus tasas de interés temprano en 2015. De esta manera, quería dar una señal de cierta “normalidad” al sistema financiero y sus agentes.

No solo que esto no ocurrió, sino que en la última reunión de política monetaria (del martes y miércoles pasado) la Fed dejó una clara alerta al mercado: no habrá suba de tasas de interés.

¿Cómo lo sé?

Algunos puntos del comunicado son muy elocuentes al respecto:

  • “La economía se ha expandido a un ritmo moderado recientemente”
  • “Disminuimos la proyección de crecimiento del PBI para este año”
  • “No se descartan alzas en la tasa de interés de acá a fin de año”

Las tres citas son una clara alusión a un tono menos agresivo de un banco central que se encuentra en medio de una encrucijada: si sube la tasa puede ralentizar aún más el magro crecimiento económico actual. Si no la sube, el mercado intensificará su adicción por el dinero “gratis”.

Ciertamente, parece un laberinto sin salida.

Mientras tanto, la reacción de los inversores fue contundente. Subieron el oro, el petróleo, las acciones y los bonos. Y esto con la “tragedia griega” en el medio.

¿Saben qué fue una de los pocos activos que bajó?

El rendimiento de los bonos del Tesoro americano y… ¡el dólar!

Esto último no debería sorprendernos. Se lo advertí en el newsletter de principios del mes de abril titulado “La suba del dólar tiene los días contados…”. Allí señalaba lo siguiente:

“Por el otro lado, los datos actuales confirman mi presunción: la economía estadounidense crece, pero de manera timorata. ¿Se crean más empleo? Sí. ¿Hay más confianza del consumidor? Sí. ¿El consumo despega finalmente? Ni.

En este último punto puede haber una lección encubierta consecuencia de la última crisis: el consumidor estadounidense cuida más su ingreso, es más cauto. ¿Cómo lo sé? Basta con mirar la evolución de la Tasa mensual de ahorro personal, que publica el Bureau de Análisis Económico, la cual acumula una mejora continua durante los últimos seis meses.

En septiembre, octubre y noviembre, la tasa promedio de ahorro era del 4,5% de los ingresos. En diciembre saltó a 4,9%, en enero a 5,5% y en febrero a 5,8%. Esto quiere decir que la mayor cantidad de ingresos disponible proveniente de la caída del precio de la gasolina no fue a consumo sino que se destinó gran parte a ahorro.

De allí que la economía estadounidense no muestra una gran recuperación en los últimos meses como se preveía con la venidera estampida bajista del petróleo.”

Y la Reserva Federal comenzó a sincerar esa situación con las proyecciones vertidas en su último comunicado:

grafico

De la tabla anterior se pueden sacar importantes conclusiones:

  1. Se espera menor crecimiento del PBI en 2015
  2. La tasa de desempleo mejoraría menos de lo estimado inicialmente
  3. No habrá presiones inflacionarias

Todo lo anterior tira, entonces, por tierra las especulaciones de que la Fed comenzará a subir las tasas de interés en el mes de septiembre. Las expectativas se han movido una vez más hacia adelante, esta vez, al último trimestre de 2015.

Pero nuevamente le digo, en caso de que esto ocurra el ajuste será simbólico y el gradualismo se impondrá por muchos años. La Fed está atrapada en esta instancia.

Y el dólar también…

Sino miré lo que ha venido ocurriendo con la cotización de la divisa en función de la canasta de monedas de países desarrollados.

grafico

 

Como podemos observar, luego de la gran sobre reacción del mercado, que fue de agosto de 2014 hasta marzo de 2015, el dólar viene retrocediendo al compás de la música menos exultante de la Fed.

¿Cómo sacar provecho de esta situación?

Por dos caminos:

El primer es más intuitivo y sería apostar en el corto plazo a empresas exportadoras estadounidenses o con negocios en el exterior ya que la debilidad del dólar proporcionará un efecto positivo en los ingresos generados por fuera de los Estados Unidos.

El segundo sería hacer una apuesta de riesgo por el retorno de los commodities. Sabemos que la correlación entre el precio de los mismos y el valor del dólar es inversa, por lo que si la debilidad reciente de la divisa estadounidense llegó para quedarse, los precios de las materias primas podrían tener un punto de inflexión.

Esté atento a cada circunstancia.

A su lado en los mercados,

Diego Martínez Burzaco

Los dueños de la liquidez

Esta frase se ha puesto de moda durante las últimas semanas ante el posible accionar divergente de la Reserva Federal en torno a su política monetaria. ¿Qué es, a quién afecta y cómo el inversor puede sacar provecho de esto?

“Vamos a tener que acostumbrarnos a vivir en un mundo con mayor restricción de liquidez”, señala cualquier economista global que tiene que dar una exposición ante inversores en estos momentos.

¿Qué es lo que realmente nos está diciendo? ¿A qué apunta? ¿Me produce algún efecto cómo inversor?

Tengo la intención de responderle cada una de estas inquietudes con la mayor simpleza posible. Ese es mi objetivo para la columna del día de la fecha.

En vocabulario plano, la liquidez no es más que la mayor disposición de fondos monetarios para cualquier participante del mercado a un costo razonablemente bajo.

Tras la crisis hipotecaria en Estados Unidos, allá por el 2007, el banco central de ese país, llamado Reserva Federal, se aseguró de que haya suficiente cantidad de dólares para todas las compañías e individuos que acudían al mercado. El objetivo primordial era que no haya una crisis de liquidez que pudiera terminar en una crisis de solvencia financiera.

Para esto, utilizó extraordinariamente su política monetaria, haciéndola híper-expansiva. Así, la Fed avanzó con una baja de la tasa de interés de referencia (costo del dinero) hasta 0% y, en paralelo, emitió dólares en abundancia.

El modus operandi de esto último fue salir al mercado secundario a comprar bonos hipotecarios, proceso que permitió expandir la cantidad de dólares en el sistema financiero y, al mismo tiempo, disminuir los rendimientos de dichos títulos presionando a la baja a la tasa de interés.

Todo lo anterior resulta ultra conocido. Pero avancemos un poco más en el análisis para determinar qué impacto real tuvo esta política sobre los agentes del mercado.

Una de las repercusiones más importantes está a la vista: el inicio de un mercado alcista (bullmarket) que ya lleva seis años de duración. Los índices accionarios de Wall Street están en máximos históricos permitiendo una recomposición de la riqueza de los hogares (mucho ahorro en Estados Unidos se canaliza mediante el mercado de capitales) y de las empresas.

Esto generó más confianza, pero al mismo tiempo retroalimentó la necesidad de la política monetaria expansiva como sostén necesario de las actuales condiciones financieras. Al mismo tiempo, dicho comportamiento de la Reserva Federal generó una distorsión de incentivos muy importante sobre las firmas.

Sabiendo que la dosis de inyección monetaria no duraría para siempre, las grandes corporaciones evitaron invertir una gran parte de sus ingresos en nuevos proyectos dándole la prioridad a la acumulación de liquidez en sus hojas contables.

Una prueba de ello es la siguiente tabla:

Liquidez

Si consideramos las 10 empresas estadounidenses más grandes por capitalización bursátil, observamos que poseen una liquidez equivalente a US$ 673 mil millones. Se trata de una cifra espectacularmente elevada que, en algunos casos particulares, representan hasta más del 30% del valor de la compañía en Bolsa (ej. General Electric).

¡Y la cifra sería mayor si no se hubieran aplicado agresivos planes de recompra de acciones propias y de distribución de dividendos a los accionistas!

Esta es una de las principales causas para explicar por qué le economía global no ha logrado expandirse al ritmo del crecimiento de la liquidez. El mayor dinero recolectado por las empresas no se reinvirtió, sino que fue atesorado.

Y al no ampliarse la inversión, la capacidad productiva se estanca y no dinamiza la demanda agregada global.

NO ESTÁ TODO PERDIDO

Este comportamiento vislumbrado en las grandes empresas alimentó la suba del mercado en el corto plazo, pero no sentó las bases para una expansión lo suficientemente sustentable para el largo plazo.

Es lógico pensar que la aplicación de medidas extraordinarias por parte de la Fed no iba a durar por siempre y de allí la cautela en el uso de la liquidez. Pero sabemos que esto tiene un costo importante pensando en un horizonte más largo.

Si una empresa no expande su frontera de producción, ¿cómo es posible que cree valor para el accionista?

Quizás la respuesta está en ver a la crisis como una oportunidad, algo que pregonamos por siempre en Inversor Global.

Estamos atravesando un punto de inflexión en esta política monetaria laxa que llevó adelante el organismo estadounidense. Lo que se discute ahora en las mesas de dinero es cuándo la Fed comenzará a contraer su política monetaria, revirtiendo el ciclo de tasas 0%. ¿Último trimestre de 2015? ¿Primero de 2016?…

No es relevante. Lo que es importante para el inversor es que el solo hecho de que la Fed comience a encarecer el costo del dinero genera pánico, temor e incertidumbre. Es un cocktail perfecto para desatar una crisis y que muchos jugadores del mercado entren en desesperación.

Y allí se pueden dar las grandes oportunidades.

¿Y quiénes están en la mejor posición de sacar provecho? Precisamente las empresas que más robusta posición financiera tengan, aspecto que está íntimamente vinculado con la porción de liquidez que posean en sus hojas de balance.

Al tener mayor flexibilidad, la capacidad de generar grandes negocios es mayor.

Es por eso que como inversores, cuando la Fed lleve adelante este punto de inflexión en su política, debemos estar atentos a las compañías presentadas anteriormente. Éstas tienen mayor capacidad de adaptarse al cambio de coyuntura.

Y eso es sinónimo de mayor retorno para su cartera de inversiones si confía en las mismas.

A su lado en los mercados,

Diego Martínez Burzaco

Ese “maldito” índice…

Nota publicada en Inversor Global

Para muchos ingresar al mercado de capitales es una tarea casi inalcanzable. Para los que están adentro, obtener una performance mejor que el S&P 500 es algo titánico. Hoy le cuento por qué ni una ni la otra razón son verdaderas.

Dos preguntas sintetizan, en general, el primer contacto que tengo con los nuevos suscriptores de Inversor Global:

  • Soy totalmente nuevo en esto y no tengo idea cómo empezar. Es demasiado complejo todo. ¿Debo tener una cuenta en un broker para comenzar a invertir?
  • ¿Me conviene empezar invirtiendo en un fondo común de inversión (FCI) o fondo mutuo cuando recién estoy empezando hasta que adquiera experiencia?

La primera de ellas reflejan las sensaciones de miedo y desconocimiento que todo individuo tiene cuando enfrenta una nueva actividad. Es entendible, desde ya. Y sobre todo si lo relacionamos con el mundo bursátil que está lleno de prejuicios que más que acercar alejan al inversor pequeño.

La Bolsa no es un lugar exclusivo para ricos ni muchos menos. Es el canal más importante y con mayor oferta de productos que un individuo tiene a su disposición para invertir sus ahorros.

Y con ello, protegerlos de distintos flagelos como inflación, devaluación, etc…

Pero sí. Para poder avanzar en cualquier operación bursátil hace falta contar con una cuenta en un intermediario, el broker. No es tan difícil como se piensa. Con solo llenar unos documentos y presentar documentación sobre el origen de los fondos ya es suficiente.

La segunda pregunta no es tan fácil de responder. Al menos en forma breve. Pero asumo el desafío y avanzo en ese sentido.

Es natural que en un principio uno se sienta inseguro y con poca confianza para manejar su dinero al momento que está dando los primeros pasos en la materia. Por esta razón, se tiende a delegar la administración de los ahorros a un tercero con mayor experiencia.

A esto se dedican precisamente los fondos mutuos o FCI: son grandes carteras de inversión con participación atomizada de una gran cantidad de inversores y que descansan en la sabiduría de un portfolio manager que toma las decisiones en torno a la estrategia a seguir.

Mi respuesta, entonces, ante esta segunda consulta es que si en el corto plazo uno no se siente preparado ni capaz de asumir el compromiso de manejar sus ahorros, un camino alternativo es elegir un fondo mutuo para comenzar.

Pero ¡atento!…

Sólo lo justifico para el corto plazo y no como la adopción de una estrategia permanente para tratar de lograr lo mejor para sus inversiones.

A continuación le voy a dar mi argumentación…

SI SE PUEDE…

En finanzas e inversiones hay dos corrientes de pensamiento bien diferenciadas en torno a al manejo del dinero: la administración pasiva vs la administración activa.

La administración pasiva de un portafolio descansa en la idea de que en el largo plazo es muy difícil obtener rendimientos relativos superiores al índice, supongamos, al S&P 500. Éste ha obtenido un rendimiento promedio anual de 9% en los últimos 100 años.

Esta teoría es sostenida muy acérrimamente por los fondos mutuos pasivos que simulan o “siguen” la cartera del S&P 500. Sostienen que lo mejor es quedarse lo más próximo al índice de manera tal de replicar lo más cercano posible su rendimiento.

Sin embargo, esto es una falacia.

Observemos el siguiente gráfico:

fondos-mutuos-arg

Según un estudio de Goldman Sachs, de 248 fondos mutuos relevados que siguen al S&P 500 y tratan de tener una rentabilidad mayor, sólo el 43% de los mismos lo han logrado en lo que va del año 2015.

¡Se trata de menos de la mitad!

Y si nos remontamos al promedio de los 10 últimos años, sólo el 36% ha logrado superar al índice en cuestión.

La pregunta que uno, como inversor, debería hacerse es: ¿tiene sentido invertir en estos fondos si las posibilidades de obtener un rendimiento mayor que el S&P 500 es de 1 en 3?

La respuesta es NO, en absoluto.

Para ello es preferible invertir en el ETF que replica el índice, que es el más líquido del mundo, y cuyo ticker es SPY. Ahí hay más posibilidades de empatar, salir hecho.

Pero yo le dije que hay otra vertiente a ésta, que es la de la administración activa y en la cual yo me siento más cómodo y representado.

Aquí se encuentran los denominados “stock pickers” (cazadores de acciones) cuyo pensamiento radica en que es posible obtener retornos superiores a los del índice de forma sustentable en el tiempo a través de la elección de acciones.

Y yo también lo creo.

Sino no tendría razón de ser el servicio que lidero de Crisis & Oportunidad ni mi sección de la Revista IG “El Ojo sobre el Mercado” donde selecciono acciones individuales.

Con respecto a esta última, le doy un ejemplo de cómo evolucionaron mis cinco recomendaciones del año en comparación con el índice:

indice-news

                                                Fuente: Inversor Global

Como observamos, 4 de las 5 acciones seleccionadas vienen batiendo al S&P 500 durante el mismo período de análisis. Obviamente que esto es de corto plazo, pero soy consciente de que se le puede ganar al índice S&P 500 en el largo plazo seleccionando activos con criterios sólidos y fundamentos alentadores.

¡Sí se puede!

A su lado en los mercados.

Diego Martínez Burzaco

Para Inversor Global

Comercial del Plata: un ejemplo para el desarrollo del mercado

Ayer a la tarde estuve en un acto en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. La cita fue organizada por esta casa y la empresa Sociedad Comercial del Plata, una de las cotizantes del índice Merval.

Sin dudas que fue una reunión fructífera.

El evento justo coincidió con un día de operaciones bursátiles en la plaza del papel que estuvo dominada por el rumor de su futura salida a cotización a Wall Street de la firma (algo que desmintió su presidente en el acto en cuestión).

Fue la primera vez que asistí a un evento de una empresa cotizante sin que ésta quisiera “vender” algo al auditorio, llámese una Obligación Negociable, un Valor de Corto Plazo o más acciones.

Creo que es un hecho a destacar y muy saludable para comenzar a sembrar los cimientos de un desarrollo en serio del mercado de capitales.

Siempre adjudicamos a la imprevisibilidad de los Gobiernos de turno y sus políticas como la principal fuente de incertidumbre para que se desarrolle el mercado, pero pocas veces hacemos una autocrítica sobre qué hacemos nosotros (se trate de inversores, analistas, dirigentes de la Bolsa, directivos de las cotizantes, etc) como para que el merado de capitales pueda desarrollarse como siempre pretendemos.

El accionar de Ignacio Noel, presidente de Sociedad Comercial del Plata fue realmente muy noble. No solo su presentación fue simple, sintética y clarificadora en relación a los negocios de la compañía, sino que estuvo abierto a las preguntas del auditorio que interrogó sin ningún tipo de filtros.

COME

Allí expresó la intención de Comercial de seguir adelante con su expansión en el mercado doméstico, con un sano equilibrio entre los activos expuestos al dólar (como los Energéticos) y los más expuestos a los negocios en pesos (como el del Entretenimiento y el de Comunicaciones).

Además, señaló que la intención del holding es la de comenzar con una política de distribución de dividendos en efectivo para el año 2016. Negó que se esté gestando en la actualidad una salida a Bolsa en Wall Street, aunque no lo descartó para el futuro.

Ciertamente veo con buenos ojos a Comercial del Plata para el largo plazo.

Sinceramente este evento aporta mucho a la transparencia del mercado y a la información que fluye y llega a los inversores. Es un gran ejemplo para que otras empresas hagan lo mismo, actúen en ese sentido, de manera de lograr acercar al ahorrista al mercado de capitales.

Cuanto más podamos hacer desde nuestro lugar, más desarrollo tendremos para nuestra Bolsa sin depender tanto de los gestos políticos.

Eso es lo que pretendemos todos los que amamos las inversiones.